01 | eres todo lo que conozco.
una noche más, yeonjun cruzó la puerta de un desconocido. su casi nuevo grupo de amigos tonteaba a su alrededor, como disfrutando de algo que él aún no entendía, como siempre. pero, ¿qué otra opción tenía?
no fue una sorpresa cuando, tan solo una hora después, el alcohol corría por sus venas en abundancia. las luces ni siquiera se habían apagado aún, pero los vasos no dejaban de llegar a él, y no tenía intención de detenerlos.
lo que fue realmente un asombro, fue ver al supuesto choi soobin en el umbral un segundo antes de que todo destello de luz se desvaneciera. las tenues luces de colores no le permitieron descifrar completamente su rostro. pero no era él. cuando aún eran amigos, soobin nunca daba el brazo a torcer cuando era invitado a fiestas. ¿pero tal vez ahora sí? no, obviamente no, su cabeza ya estaba creando incoherencias.
mientras tanto, soobin se quedó quieto allí, junto a sus amigos, sin tener idea de qué haría después. en un abrir y cerrar de ojos, taehyun y beomgyu ya se habían perdido de vista.
giró su cabeza y vio a kai a su lado. con sus manos en los bolsillos de su pantalón y su mirada de incomodidad observando a la pareja besándose a unos metros.
ㅡ¿ahora qué, hyung? ㅡpreguntó en voz muy alta debido al volumen de la música, dirigiéndose a soobin.
se encogió de hombros, suspirando.
ㅡning, el ilegal aquí serás tú. pero yo tal vez tengo menos idea.
aún no entendía cómo beomgyu los había convencido a los tres de estar allí, siendo incluso él menor de edad. taehyun aceptó de inmediato, pero él y kai... imposible. sin embargo, allí estaban después de que las hermanas de kai los encubrieran.
se giró a la izquierda, indicándole al menor que lo siga. afortunadamente, la parejita había decidido irse por las escaleras. tomaron asiento allí, tratando de entablar una conversación, pero no fue posible.
soobin revisó la hora: once y cuarenta y cinco. faltaba mucho tiempo para que taehyun y beomgyu decidan irse.
del otro lado de la casa, se encontraba yeonjun junto a alguien más. él no sabía su nombre y viceversa, pero la chica estaba dándolo todo para entablar alguna insignificante conversación que los lleve a besarse de una maldita vez.
pero él ni siquiera podía conectar su mirada a la contraria. cruzado de brazos, con la vista hacia abajo y un puchero en sus labios pensaba en choi soobin. haya sido o no producto de su imaginación el que esté allí, su rostro se quedó dando vueltas en su cabeza.
lo quería tanto.
de un momento a otro, estaba sentado en el suelo y apoyado contra la encimera de la cocina. la chica seguramente se había cansado y se marchó. yeonjun no la culpaba, es más, se hubiera abofeteado por ser tan idiota. sabía que ella no lo haría, pero él sí, y con gusto. hacía un tiempo atrás, yeonjun había llegado a la conclusión no se soportaba. y menos cuando por ser tan estúpido perdió a la persona que hacía que se quiera al menos un poquito.
cruzó sus brazos sobre sus rodillas y escondió su cabeza en ellos. una lágrima resbaló por su mejilla.
sonrió inconscientemente cuando, de repente, recordó el sonido de su particular y adorable risa, cómo sus ojos se rasgaban más, arrugaba la nariz y aplaudía sin separar las muñecas. yeonjun se acordaba perfectamente de que, cuando eran pequeños, solía decir que se transformaba de un conejo a una foca, para luego reírse de su propio chiste sin sentido y, así, soobin se reía aún más gracias a sus carcajadas contagiosas. el ciclo se acababa cuando alguno de los dos se quejaba del dolor de estómago. la sonrisa se le ensanchó. daría tanto para volver a lo que eran antes.