Psychopath.~

El diablo viste de monja.

Antes de acostarme pensé en algo que solía decirme mi madre de pequeña: «Recuerda pequeña,el diablo existe. Y no es un pequeño hombrecillo rojo con cuernos y cola,puede ser hermoso porque era un ángel caído y era el favorito de Dios.»

Mi madre es una mujer muy religiosa. Mi padre en cambio,no lo es. Estaba en contra de todas esas «bobadas» como el lo llamaba. Yo creo que esto en especial no es una bobada. Este consejo estando en este sitio puede que me sea útil. Y mi madre probablemente sea la razón por la que estoy en este antro religioso. Y de no ser por ella y por el diagnóstico de mi padre,no habría encontrado a quien creo que es el amor de mi vida.

Me acosté y esa noche volvieron esas horribles pesadillas. Pero esta vez no tenían nada que ver con Tate. Esta vez aparecía la hermana Jude. Soñaba con la escena que nos montó la otra noche y que me pegaba sin parar. Me pegaba hasta el punto de llegar a llorar.

La voz de aquel hombre me sobresaltó. Creo que va a ser como nuestro despertador personal o algo así. Me levanté con la cara empapada y los ojos rojos e hinchados. Esta vez en vez de ir a la salita de estar me llevaron solo a mi a la cocina. Era la primera vez que entraba en la cocina y a decir verdad era una cocina muy pequeña.

Llegué allí y me dieron un delantal,unos guantes de látex y una redecilla para el pelo. Tate también estaba allí,parecíamos ser los únicos en esa sala. Él,el gorila de discoteca que me había traído y yo. Aquel hombre nos dijo las tareas que debíamos hacer en la cocina y se fue. Tate se acercó y antes de que pudiera decir algo,me besó. No fue como el beso que nos dimos en la sala de estar. Fue un beso con desespero. Al rato se separó y conseguí decir algo.

-¿Estamos solos?

-Si no lo estuviéramos solos no hubiera hecho eso.-me miraba mientras me sonreía pícaramente.-Y créeme,llevaba tiempo queriendo hacer eso.

Se volvió a acercar a mi y me volvió a besar,esta vez con mas fuerza. Escuché como alguien carraspeaba por detrás nuestra.

-¡Joder Pepper! Me has asustado.-Tate se sobresaltó y se echó hacia atrás.

-¿Quién es?-ladeé un poco la cabeza y observé a una muchacha de no mas de treinta y cinco años con la cabeza demasiado grande y ovalada y una pequeña deformidad en ella y en su cara.

-Violet,ella es Pepper. Pepper ella es Violet.

-Violet.-dijo ella repitiendo tal cual lo había dicho Tate.-Vi...o...let...

-Si,me llamo Violet.

-Yo,Pepper.

Traté de acercarme pero Tate me lo impidió.

-No te acerques si no quieres quedarte sin dedos.

Me quedé donde estaba. Supuse que se quedaría allí vigilandonos pero no. Se incorporó a nosotros y rompió toda clase de intimidad que podríamos haber tenido.

Escuché el ruido de unos tacones detrás nuestra. Era la hermana Jude.

-Hola Pepper y...vosotros.

-Tenemos un nombre.-Me preguntaba el porque Tate es tan borde con ella.

-¿Ya le has contado a tu putita lo que hiciste?

-¿Como puedes ser tan horrible Jude? ¿Tengo que ir a contarle al Padre Jim lo que hizo usted? La razón por la cual es usted monja.

-Tate,¿de que hablas?

-Ya te lo contaré Vi.

Estaba intrigada. Viendo a la hermana Jude y lo que Tate había dicho,me recordó a la frase de mi madre,esa del diablo. Tal vez mi madre tuviera razón. La hermana Jude era mayor si,pero atractiva.

-Dejaos de hablar y poneos a cortar patatas panda de gandules. Ah,y Tate,si se lo vas a contar,te convendría contarla toda la verdad. Incluyendo la tuya.

La hermana Jude se marchó y yo me quedé pensando en a qué verdad se refería.