Capitulo 17.

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Aquel beso lo había tomado por sorpresa, por unos breves segundos no supo como reaccionar, la duda de si era algo real lo que estaba pasando no lo dejaba corresponder como se suponía y al percatarse de que en realidad si estaba pasando mudó sus manos de lugar, llevándolas a la cintura del más bajo atrayéndolo hacía su cuerpo para profundizar el beso.

Poco duró, pues ésta vez fue Soon Young quien, perplejo por el impulso que había tenido se separó de golpe al darse cuenta de lo que acababa de hacer

—Mierda... L-lo siento —dijo avergonzado, cubriendo su rostro con su mano—. No debí, no sé qué me pasó.

Mingyu río con una ternura inexplicable que le acababa de surgir al ver la reacción del rubio y apartó su mano para mirarlo con una sonrisa.

—No te disculpes, si no lo hacías tu lo terminaría haciendo yo —comentó y ante expresión de sorpresa ajena se excusó con lo primero que se le vino a la cabeza—. De alguna manera tenía que hacer que dejaras de llorar, quizá te enfadarías y me golpearías, olvidando todo por un rato.

Era estúpida la excusa, no entendía como es que la había dicho, pero pensó que si en los dramas que pasaban por televisión eso funcionaba, en la vida real también debía de hacerlo. Como sea, Soon Young no lo contradijo, así que supuso que para él también estaría bien convencerse de que su única motivación para querer besarlo era esa: distraerlo de la situación.

—Que estúpido eres —rio, dándole un pequeño golpe en el brazo.

—Hey... me hiciste caso —comentó, al ver que su cabello ya no cubría sus ojos.

—No, sólo lo corte porque quise —negó, avergonzado apenas sin creer lo que acaba de pasar y agradeciendo que el moreno hubiese encontrado la manera de cambiar el tema—. Aunque me quedo un poco desparejo por no pedir ayuda.

Mingyu rio mientras negaba con diversión, por más de que era consciente de que un profesional no había hecho aquel trabajo en el cabello del mayor, a él le parecía que se veía precioso y quiso atribuirlo a que por fin podía verle sus ojitos. El alto quiso hablar y decir lo que estaba pensando, pero para cuando abrió la boca para hacerlo, su hermana golpeando la puerta hizo que la burbuja en la que los dos se habían metido explotara y Soon Young se alejara de un salto tomando su teléfono para actuar lo mas natural que la situación le permitía.

—Mingyu, mamá y papá ya van a llevarnos a la escuela, ¿tienen todo preparado? —preguntó pasando la mirada desde su hermano al invitado, quienes asintieron al mismo tiempo—. Bien, los esperamos abajo.

Fue Mingyu el primero en levantarse de la cama para tomar su mochila en completo silencio, un poco temeroso e indeciso de tocar de nuevo el tema. Soon Young lo imitó unos segundos mas tarde sin apoyar su adolorido pie dando saltitos por todas partes para seguir al moreno, dejando en evidencia su dolor.

Mingyu al percatarse de aquello, le frenó en seco para preguntarle cómo se encontraba, obteniendo como respuesta un simple gesto de hombros encogidos por parte del contrario en un intento por evadir el tema.

—Bien, pero luego tendrás que dejar que te revise —comentó sin mirarlo mientras apagaba su computador—. Porque me llegó cierta información que me estaría obligando a darte un buen golpe si llegase a ser verdad. Y no sé qué opinas, pero Seokmin es una fuente muy confiable.

Durante el sábado en la tarde, luego de enterarse de el plan de Soon Young, el líder del club de cocina le había enviado un mensaje al moreno avisándole de ello para que, cuando volviera a ver a su roommate, lo vigilara de cerca y se asegurara que cumpliera todo lo que la enfermera había dicho.

—Yo no confiaría mucho en Seokmin, es un tonto y le gusta meterme en problemas —dijo, fingiendo inocencia y desestimado las palabras del chico.

—Yo diría que a ti sólo te gusta meterte en problemas, Soon —corrigió—. Vamos, ya veremos que tanta venda y hielo necesita tu pie. No quiero atrasar a mis padres.

El viaje hasta la escuela fue tranquilo, Soon Young viajó sentado al lado del moreno quien por amabilidad lo había dejado sentarse en el asiento de la ventana que quedaba libre después de que su hermana decidiera quitarle la otra, sólo la conversación de fondo entre los padres de los chicos y ellos se escuchaba.

Soon Young iba inmerso en sus pensamientos sin atreverse a meterse en la discusión que ahora mantenía la familia y aunque lo hubiese querido no creía haber podido concentrar sus pensamientos en otra cosa que no fuera ese beso, no era la primera vez que besaba a alguien, pero en ésta ocasión se sentía tan diferente.

Sus labios no paraban de hormiguear y él no paraba de llevarse los dedos a los labios instintivamente, pero su burbuja se rompió cuando su mano izquierda fue tomada fuertemente mientras oía como los padres del menor llamaban su nombre.

—¿Estás bien? —preguntó Mingyu aún sin soltarlo y en su rostro una sombra de preocupación que crecía mientras los demás lo miraban esperando a que hablara.

—¿Ah?... si estoy bien —contestó cuando al fin salió de su ensoñación.

—Mis padres se preguntaban si te gustaría que antes de ir al colegio pasaras por provisiones con nosotros —explicó sin soltar su mano provocando que por momentos el rubio divagara al no poder concentrarse—. Es algo que hacemos desde que entramos aquí, pasamos por comida que podamos tener en la habitación.

—Está bien —contestó el de pequeños ojos sin darle mucha importancia al tema.

Al cabo de unos minutos la familia entera se encontraba recorriendo los pasillos de la tienda de conveniencia más cercana al internado, y aunque se habían separado y ahora estaban los dos chicos solos caminando entre los pasillos repletos de comestibles, Soon Young seguía sin sentirse cómodo para hablar incluso haciendo que el momento se volviera más tenso de lo necesario. Fue cuando Mingyu habló como si hubiese leído sus pensamientos qué por fin sintió que podía volver a respirar.

—Está bien todo entre nosotros Soon, seguimos tan amigos como antes —dijo dando a entender que aquel beso no había afectado nada entre ellos.

El chico lo entendió y aunque no estaba tan de acuerdo con sus palabras decidió evitarse humillaciones simplemente asintiendo. A Mingyu no le había afectado que lo hubiese besado, se veía tan tranquilo y ahora le decía que seguían tan amigos como antes, no se arriesgaría a quedar aún más en ridículo.

Pero algo en él se negaba a seguir como si nada, algo en su interior que lo hizo detenerse obligando al menor a quitar su atención de los distintos tipos de ramen instantáneo que había en la estantería frente a ellos y ponerla de nuevo en el más bajo.

—No estamos bien, Mingyu, no seguimos tan amigos como antes y no voy a dejar pasar lo que sucedió en tu habitación, creo que deberíamos hablar de eso... —comentó exaltado por la tranquilidad del otro— ¿Es que acaso no te importó? Está bien que tu familia ha estado con nosotros, pero no has dado ni la más mínima señal de qué pueda estar pasando por tu cabeza y cuando por fin hablas pretendes dejar esto como si nada hubiese ocurrido.

La reacción de Soon Young lo había tomado por sorpresa, pero después de asegurarse de que su familia no estuviera cerca mirando hacia ambos lado por fin hizo algo que le quitó el habla al mayor.

La distancia entre ellos dos desapareció en cuestión de segundos sorprendiendo al chico y obligándole a dar un paso atrás quedando atrapado entre las estanterías y el cuerpo del moreno, y su mano, ahora aprisionada por la del moreno reposaba en su pecho sobre su corazón.

—¿Tu crees que esto es lo que estaría sintiendo alguien a quien no le importó lo que sucedió? —inquirió obteniendo como respuesta una simple y nerviosa negación con la cabeza por parte del bajito— No sé como afrontar esto, pero lo estoy intentando —volvió a hablar después de unos segundos en que ninguno dijo nada y solos sus ojos se conectaban en aquel silencio.

No había visto venir nada de lo que ahí acababa de ocurrir y mucho menos lo que vendría después. Las manos del moreno habían pasado de sostenerlo a acariciar tiernamente la piel de sus sonrojadas mejillas antes de iniciar un nuevo beso, ésta vez siendo consciente de lo que hacía.

Cuando sus pulmones pidieron por aire, fue por fin que se separaron dejando en evidencia sus labios un poco más rojos que antes, culpa de unas cuantas mordidas furtivas que habían dejado en el otro y con una sonrisa en sus rostros se alejaron a tiempo para que la hermana del menor viniera corriendo junto a ellos dispuesta a llevar todo el ramen que podía tomar.

La chica, sin percatarse de que había pasado (o quizá haciendose la tonta), comenzó a hablar con ambos sobre lo delicioso que podía ser el ramen instantáneo de diferentes sabores mientras que los dos chicos, con sus corazones latiendo a toda velocidad, simplemente asentían a su exaltadas opiniones.

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¡Holaaa! Feliz navidad atrasada para todxs❤ ¿Como están? Yo, bien, suuuper estresada y cansada. Pero sigo viva... Creo.

Este capítulo, voy a serles sincera, no lo escribí yo: fue mi mejor amiga quien lo hizo esta vez Leeharu9605 ¿verdad que le quedo hermoso? Debido a este estrés que tengo, no he tenido inspiración para escribir y comenzaba a pasar por un bloqueo de escritor.

La primera parte, la de la habitación, si fue mi idea, lo había escrito y todo, pero la redacción apestaba. Haru me la corrigió y escribió lo que faltaba; la amo. Como siempre, ella salvandome las papas.

Amenla y vayan a leer sus escritos que son hermosos.

Creo que no tengo nada mas que decir, sin embargo espero poder escribir el próximo capítulo pronto, lxs quiero mucho❤

Bad Reputation (MingyuxHoshi) [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora