Capítulo 15.

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Al salir al patio del instituto, ambos se dirigieron hacia un árbol de frondosa copa y tomaron asiento en el césped. A pesar de que había comenzado siendo un lindo día, el cielo y la fresca brisa otoñal anunciaban una inminente lluvia, su según los pronósticos, duraría unos cuantos días.

Pero las nubes recién empezaban a formarse, aún había tiempo de disfrutar la mañana.

—¿Todavía te duele? —preguntó Mingyu mirando su pie vendado.

—Un poco, incluso si muevo mis dedos es doloroso —comentó moviendo tiernamente los dedos de su pie y siseando de dolor.

Mingyu sonrió enternecido ante aquella acción pero se transformó en una mueca al oírlo sisear.

—¿Aprendiste a no hacer bromas en pisos mojados? —preguntó, acomodándose para verlo mejor.

—¿Estás loco? —rio— No es la primera vez que me pasa algo así. El año pasado me quebré una muñeca por intentar colgar un cartel con una frase  burlona a un profesor en el salón de arte. Si eso no me detuvo, nada lo hará.

—Dios, Soon —negó con la cabeza—. Ya no tengo la obligación de detenerte a ti o a tus bromas, sin embargo no me gustaría tener que estar llevándote a enfermería todos los meses por una broma diferente, ¿has intentado con cosas menos peligrosas? 

—Si, y es aburrido —río—. Pero no te preocupes, la próxima vez iré solo a la enfermería —bromeó, dándole un golpecito en la pierna.

El moreno negó con la cabeza y lentamente fue tirándose hacia atrás, clavando su vista en el cielo. Siguiendo con la mirada las copas de los árboles que rodeaban la escuela, volvió a sentarse para ver todo mejor.

—Nunca había prestado atención lo grande que es el predio de la escuela. Además de los edificios, el patio es muy amplio —comentó.

—Si... desde arriba se ve mucho mejor.

—¿Desde arriba?

Mingyu lo miró sin entender y Soon Young asintió, confirmando que había escuchado bien. Ante la continua mirada de desentendido del moreno, el de pequeños ojos se apoyó en el tronco del árbol y fue levantándose de a poco, pidiéndole que hiciera lo mismo y lo siguienra. 

—Te mostraré un secreto —le sonrió.

Apoyándose en su nuevo amigo, el bromista condujo a Mingyu hasta las escaleras del edificio donde se encontraba su habitación, sin embargo, al llegar al pie de las mismas y percatarse de lo difícil que sería subir tres pisos con un solo pie miró al más alto con una dulce sonrisa en la cara y luego abultando sus labios.

—¿Podrías llevame en tu espalda hasta el tercer piso? —preguntó sin quitar aquella adorable expresión de sus labios.

El moreno lo miró en silencio, pasando sus ojos por todo el adorable rostro ajeno; sus pequeños ojos, sus mejillas regordetas y sus abultados labios.

—Bien... —suspiró luego de humedecer sus labios con su lengua de manera inconsciente—. Pero ten en cuenta que subir con peso sobre mi espalda no es tan fácil como bajar, así que no te muevas demasiado.

Soon Young asintió felizmente y dio un salto más fuerte sobre su pie sano (el cual ya comenzaba a doler de tantos saltitos que debía dar para trasladarse) para aferrarse a su espalda. Aunque el moreno comenzó a sentir dolor en su espalda luego de subir el primer piso no quiso emitir comentario alguno para no hacer sentir mal al contrario.

Una vez que todas las escaleras fueron subidas, el rubio se bajó de su espalda con cuidado y le agradeció por llevarlo mientras el moreno posó una mano en su propia espalda soltando un quejido.

Bad Reputation (MingyuxHoshi) [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora