Criminal - BaekHei

Primer encuentro

Se obligó a sí mismo a sonreír y bajar la cabeza cuando vio a su esposo coquetear con la vendedora de la tienda, no era algo que le sorprendiera, siempre solía hacerlo con cualquiera que tuviera un par de piernas y un hueco en donde meter su humanidad.

Dio media vuelta sobre sus talones y dejó los enormes pantalones que su pareja le había escogido para la fiesta a la que tendrían que ir sobre una pila de ropa, luego se fue a buscar una prenda que sí le favoreciera. JunMyeon no lo notaría, seguro sólo sacó lo primero que vio y de inmediato salió de cacería.

«Es un asqueroso.»

Pensó entrando a uno de los probadores, había conseguido tres pantalones que le gustaban y cuando halló el que mejor le quedaba decidió salir para verse en el enorme espejo que estaba fuera, así obtener mejor vista e iluminación.

BaekHyun era muy exigente en cuanto a ropa y presentación personal, por su bello y cuidado aspecto había logrado llamar la atención de JunMyeon, aunque, sinceramente, no era lo que estaba buscando y si pudiera volver el tiempo atrás, evitaría a toda costa el haber aceptado una cita por derramar alcohol en su traje. No. Hubiese evitado tomar alcohol. ¡No! Hubiese evitado ir a esa estúpida cena en donde se vieron por primera vez.

—Esa carita afligida no queda en un bello angelito como tú.

A sus oídos llega una voz grave que le hace estremecer el corazón. Su mirada rápidamente busca al dueño del cumplido y su corazón bombeó con más rapidez al encontrarlo; aquellos profundos ojos café analizaban su cuerpo con detenimiento y tenía una sonrisa de satisfacción que casi hace que le temblaran las piernas. Ese muchacho... ¿lo estaba mirando así a él?

—Ese pantalón te queda perfecto.  —El joven le apuntó mientras avanzaba a él, vaya, era bastante alto, fácil le pasaba por dos cabezas— Y creo que con esto... —Tomó una camiseta ceñida color vino e, invadiendo su espacio personal, la colocó en su pecho para que viera qué tal le quedaría— Precioso. 

—Oh... ehm... yo... —Las palabras no le salían, debía parecer un tonto, pero el muchacho se rió, ocasionándole a él una sincera sonrisa— Gracias...

—No agradezcas, preciosura.

—¡BaekHyun! ¿Dónde estás?

Al llamado pegó un salto y tomó la camiseta color vino para pegarla a su cuerpo, el joven que segundos antes estaba detrás de él se deslizó lejos de su rango de vista no sin antes darle una seductora sonrisa a través del espejo.

—Ah, ya escogiste. ¿Estás listo para irnos?

Preguntó JunMyeon mientras lo tomaba por la cintura para que le mirara, pero sus ojos no dejaban de buscar la alta figura del joven que le había ayudado, con las mejillas coloradas y los ojos llenos de vida. 

Dios. No debía comportarse así  sólo porque un chico guapo lo ayudó.

—Sí, estoy listo.

Mencionó esto en un susurro, abrazándose a la prenda que el joven aquel había escogido para él. Su estómago cosquilleaba levemente y su cuerpo se sentía vibrar. Hacía ya mucho tiempo que no se sentía así. 

Hacía ya mucho tiempo que no se sentía... deseado.

Curiosamente, al estar en casa aquel mismo día, se enteró de que, después de que ellos se habían ido, la tienda había sido robada.