Y no hay razón para llorar, al menos eso piensan los demás.
Los fantasmas de mi mente no se van, dicen que aquí no hay nada que alguien quisiera mirar.
Me exponen para ocultar la realidad.
¿Quién pensaría que detrás de esa felicidad se esconde alguien que no para de llorar?
No hay razón para llorar, todo es felicidad.
Estos fantasmas no se van y la realidad es que nadie va a mirar.
Yo tampoco voy a dejar de llorar.
Nadie sabe lo que pasa de verdad, ni en mi vida ni en la de los demás.
Todos saben solo lo que el otro planea mostrar.
Y aunque no me creas, bien sabes que nadie ve la completa realidad.
Mis fantasmas en mi cabeza están, susurrando a cada paso razones para llorar.
No lo sabes y nunca lo sabrás, mis motivos nunca son los mismos.
Tal vez hoy simplemente lloro de felicidad, o solo es una angustia que jamás pude soltar.
Esos susurros incesantes tienes más razones para deprimir que para alegrar, y yo contra ellos no puedo luchar.
Los fantasmas de mi mente no se van, y aunque para los demás no haya razones para llorar, yo tengo las suficientes para no parar.
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Los Descargos De La Vida
PoesiePorque uno a veces necesita descargarse en palabras que no pueden expresarse en voz alta