Un ente

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No deseo toda la atención existente pero tampoco deseo solo ser un ente.
Sentir que no importa si estas o te vas, si querés opinar o si simplemente escuchas,
sentir que solo ven que existís y que el resto no interesa.
Y guardas, no te expresas,
Porque como a nadie le interesa (o eso demuestran) es preferible ser un ente ignorado que alguien que lo intentó y no le funcionó
No, no es intentar ignorar la situación,
Y aunque me duele sé que no puedo cambiarlo.
Prefiero vivir siendo un ente a que me digan en  la cara que nunca antes me habían notado.
No me destaco,
No tengo nada de especial.
No cocino, no bailo, no canto.
No tengo el cabello más lindo ni los ojos más llamativos, soy un desastre andante que pese a sus intentos no puede mejorar.
Soy la que no tiene un estilo, la que habla por lo bajo si apenas te conoce.
Soy un ente que cambia pero a la vez sigue igual.
Me duele que no me noten pero no quiero que vean este desastre que es mi personalidad.
Porque si dejará de ser un ente empezarían a verme,
Ese mal humor, ese dolor, esa alegría o esa diversión.
Esa persona que no sirve, que sólo existe sin un punto fijo.
Que tiene objetivos pero tiene mucho miedo a no poder cumplirlos.
Esa persona que tiene amigos pero que muchas veces se siente sola.
Ese manojo de miedos a fracasar.
No quiero dejar de ser un ente porque lo que más me duele es el miedo a dejar de serlo y que vean que no soy lo que ellos esperan.
Porque si soy un ente no importa si estoy o me voy, si hago o no hago, si lloro o me río
Solo importa que tengo menos posibilidades de decepcionarte.

Los Descargos De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora