Confrontación

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Angeles y Demonios conforman las filas para el ataque que se avecinaba. Karma caminaba junto con Nagisa, Ambos con un uniforme de guerra y con las armas que utilizarían: Karma una pistola y Nagisa una espada. Asano llevaba consigo un grimorio y Kayano diversas soluciones que utilizaría en batalla; ninguno de ellos era bueno en combate cuerpo a cuerpo a comparaciòn de Nagisa y Karma, pero si lo suficientemente inteligentes para poder aturdir, distraer y eliminar a su enemigo si así se necesitara.

Todo iba conforme al plan, los  ángeles estaban atentos a su alrededor. Quizás odiaban a los demonios pero ambos tenían una prioridad y esa era mantener el equilibrio en la tierra. Al salir de la fortaleza todos se encontraban en posiciòn de ataque.

Nagisa miro al mayor, y noto su pulso alterarse. Sin pensarlo mucho tomo su mano entrelazandola con la suya, en señal de fuerza y confianza. "Siempre juntos" fue el significado que la mirada de Nagisa le transmitió "Siempre juntos" lo que él le respondió.

- Demasiado tranquilo- murmuró inseguro Nagisa quien mantenia su mirada y oídos atentos ante cualquier movimiento

Todos caminaban a la par menos uno de ellos, quien se mantuvo al margen en todo momento. 

Nadie miró atrás

Nadie dudó de él

Pero sobre todo...

Nadie espero lo que estaba a punto de suceder

- Rio...- La nombrada lo miro detenerse, haciendo que ella imitara su acción - ¡LO SIENTO!- 

La rubia lo miró con asombro mientras veìa como desenvainaba la espada y esta apuntaba a ella. Las làgrimas se acumularon en sus ojos, cayendo una tras otra. Negando por completo tal acción. Cerro los ojos y gritó a todo pulmón el nombre de sus hermanos. Para después mirar por última vez a la única persona que amo.

-Por ... que- Y una espada atravesando su corazón. Convirtiendo en cenizas no solo sus alas, sino su cuerpo.

Asano miró perplejo la escena. Aún con las lágrimas en los ojos conjuro una de las cadenas  del grimorio apuntó  y disparó al asesino de su hermana. Quien cayó de rodillas al sentir su pecho ser atravesado. Sonróo con ironía mientras tomaba su último respiro, dispuesto a terminar con aquello.

-¡¡¡DESTRUYELOS!!!- Grito con la última pizca de vida que le quedaba mientras sentía la mano de alguien conocido rozar a un lado de él - Muy bien hecho R-Y-O-M-A~ Me has hecho sentir muy orgulloso. Pero yo me encargare del resto- 

- ¡¡QUIEN COÑOS ERES TÚ!! - El nombrado se levantó mientras tronaba los dedos explotando la fortaleza y todo el lugar - Itona, Itona Horibe. El hijo del hombre que tu padre asesino -

¿Que había pasado?, en realidad no lo sabía. Su mente estaba aturdida el ruido se escuchaba tan lejano y su cuerpo no reaccionaba. Recordaba el inquietante silencio una vez que salió de su hogar después a su hermana menor desaparecer ante sus ojos y luego la fría mirada de aquel tipo.

- ¡Karma! ¡Levántate!- un grito de la persona que más amaba y fue lo que logró despertarlo. Nagisa tenía puesto una barrera a su alrededor mientras está recibía el impacto del ataque. Nagisa respiraba con cansancio mientras intentaba no desvanecerse junto con la protección.

- ¿Dime que estas bien?- dijo suplicante, recibiendo un asentimiento de parte del pelirrojo 

- ¿Cómo es que...?- Nagisa no respondió, porque la verdad no tenía ni idea de que ocurria - Hay que salir de aquí, Nagisa necesito que dejes caer la barrera -

El Amante Del Diablo || Reescribiendo ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora