Cierta castaña comenzaba a levantarse como ya era costumbre para ella, no había nada fuera de lo normal, despertar, comer, bañarse e ir a su escuela para al salir llegar a su trabajo de medio tiempo, después de todo ella no conocía lo que era una familia, siempre estuvo sola desde que sus padres la abandonaron en aquel orfanato, desde ahí ella se hizo una promesa nunca abriría su corazón a alguien quien podría hacerle lo mismo que su supuesta familia le hicieron a ella.
-Otro día aburrido, cuanto tiempo mas debo soportar esto, simplemente quiero desaparecer-
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Decía la castaña con notable seriedad mientras trataba de despertar por completo, una vez que estaba segura de poder salir con éxito de su cama se acerco al baño y tomo su habitual baño de 15 minutos, salio de ahí se arreglo, desayuno y se lavo los dientes.
Después de lo habitual camino hacia la escuela para tomar su educación, ignorando a todo el mundo, la castaña no hablaba con nadie, ni siquiera tenia interés en aceptar las ya familiares cartas de amor de media escuela, para todos los que la veían sabían que Kim Sowon era inalcanzable y misteriosa, nadie sabia de ella ni de su familia.
Para ellos era como si Sowon no fuera de este mundo, la admiraban y la respetaban, pero claro que todos querían ser algo de la chica así sea que sus corazones fueran lastimados, pobres, nunca podrían tener algo con ella, si la misma Sowon evitaba cualquier tipo de acercamiento y por esa misma razón muy pocos se atrevían a hablar con ella.
-Es lo de todos los días, definitivamente el mundo es muy aburrido-
Las horas pasaban y las clases habían concluido por lo que Sowon se levanto guardo sus materiales y se retiro del lugar siendo observada por todos a su alrededor, fuera de la institución se dirigió a su empleo de medio tiempo, ella trabajaba en un bar como barista, preparaba todo tipo de bebidas para los clientes y evitaba hablar con ellos, simplemente se centraba en su trabajo.
-Y ¿que hace una mocosa como tu haciendo bebidas para grandes?-
Preguntaba uno de los hombres quien ya se encontraba algo pasado de copas, Sowon por su parte solo lo ignoro mientras limpiaba una de las copas que ya habían sido lavadas para un próximo cliente.
-¡¡Oye mocosa, respodeme, no puedes tratar a si a los clientes!!-
Comenzó a gritar aquel hombre completamente alterado por la falta de interés de la castaña.
-Por favor señor, no levante la voz, molesta a los demás clientes, si sigue con esa actitud me veré obligada a botarlo del lugar-
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