Cuando yo muera,
que haya algún testigo
que rompa una lanza o
tire una piedra.
Cuando yo muera...
veintiún años,
¿han pasado ya?
se quedan atrás,
como el que corre más despacio,
como el pobre infeliz que los busca
pero nunca encuentra sus sueños,
¿y sus dueños?
¿Y los dueños del mundo?
¿Y lo los que controlan manejan cortan el bacalao y el lenguado y el rape
y surcan aguas llevando droga de aquí para allá...
dinero.
Cuando yo muera,
que bailen todos los que entraban a las discotecas para abrazarse a un vaso,
que a quien le dije "yo te quiero" se acuerde...
y espero yo acordarme allá en el cielo,
triste y tranquilo,
¡Ángeles blancos en el cielo!
¡El cielo!
¿Qué cielo?
Si aquí solo hay nubes muertas...
Cuando yo muera...
que las cuerdas de Tomaso Albinoni inunden toda la Tierra:
Rusia, Ucrania, Serbia, Chequia, España.
Por favor, no lloren si no quieren.
A mis hijos, con amor:
cunado yo me vaya celebren en silencio y acepten de buena gana
la impuesta voluntad
de mi nueva vida tumbada.
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últimas voluntades I
Poesiaun necropoema que señala algunos de mis deseos a satisfacer de manera póstuma