3.- Disputa inesperada

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Capítulo 3: Disputa inesperada

Transcurrieron tres días desde la plática entre Dylan y Dolly, y las cosas habían vuelto a la normalidad en la Calle Dálmata. La cachorra había retomado su acostumbrada actitud alegre y divertida. Por su parte, su hermano cumplió su parte del trato de no contar nada de lo que discutieron ese día, así que ambos se dedicaron a continuar con sus actividades cotidianas, en ese caso cuidar a sus numerosos hermanos mientras Delilah dormía plácidamente en su habitación tras una dura jornada de trabajo en el hospital. Dylan trataba de controlar la situación, al mismo tiempo que su hermana reía al ver como su hermano era rebasado por el numeroso tumulto de cachorros que brincaban y ladraban sin control.

-Cachorros, guarden silencio! Mamá está tratando de dormir –dijo Dylan, buscando controlar a la bulliciosa turba monocromática.

-Tal vez se calmarían más si los sacamos al patio –sugirió Dolly sonriendo.

-Tal vez.....pero mira, está lloviendo a cantaros! –dijo el can, señalando la ventana.

-Vamos, es solo un poco de agua, no exageres.

-No exagero, pero soy yo quien termina limpiando todo el desastre que provocan: agua, lodo, agua con lodo, lodo con agua, y acabo de pasar la aspiradora.

-Está bien, está bien, no seas tan dramático, jugaremos en la lluvia y volveremos a entrar cuando se sequen, te parece bien?

-Está loca? Piensa en todas las enfermedades que podrían contraer: resfriado, moquillo...

-*Suspiro* nadie te da gusto, verdad?- dijo Dolly con desesperación. Mientras discutían, oyeron que la puerta principal se abría, y vieron entrar a Doug, quien regresaba de una noche de trabajo en la estación de bomberos. Los dos hermanos decidieron saludar al dálmata adulto.

-Hola papá! –dijo Dolly.

-Hola Doug!–dijo Dylan.

-Hola chicos, donde están mis adorables cachorritos? Vengan con su viejo a darle un enoooorme abrazo! –dijo Doug. Inmediatamente, una cascada de manchas blancas y negras cubrió al dálmata adulto, quedando sepultado bajo la bulliciosa montaña de cachorros.

-ABRAZO, ABRAZO, ABRAZO! –gritaban sin cesar al escuchar la palabra detonante.

-JAJAJAJAJAJA! Cuanto amo a mi pila de cachorros! Los quiero a todos! –dijo Doug deleitado por el abrazo grupal. Tras un rato de convivir con sus hijos, el dálmata adulto se levantó para saludar a sus dos hijos mayores.

-Hola hijos! –dijo con Doug con cansancio, pero feliz.

-Hola papá! –dijeron Dolly y Dylan al unísono.

-*Bostezo* Tuve una noche bastante pesada *bostezo* donde está su madre?

-Llegó hace un par de horas, pero ya se encuentra dormida –dijo Dylan.

-Entiendo *bostezo*, creo que hare lo mismo, necesito de un buen descanso, será un día......

Doug vio interrumpido su discurso cuando oyó que alguien tocaba a la puerta. Usualmente nadie se acercaba al hogar de la familia dálmata, con muy contadas excepciones, ya fuera el cartero, algún mensajero o los amigos cercanos a la numerosa familia canina, y menos cuando ya estaba por anochecer, así que resultaba una peculiar sorpresa que alguien acudiera a tocar a su puerta.

-Qué extraño, quien será? Preguntó Dylan. Dolly iba a responder, pero algo en su interior hizo que permaneciera inmóvil, una sensación de molestia la recorrió por todo su cuerpo.

-Por qué me siento así? –pensó Dolly –No me sentía así desde...desde que era una cachorra.

-Iré a ver quién es –dijo Doug. Se acercó al escáner, pasando su pata por el lector, liberando el seguro. La puerta se abrió, dejando ver una figura canina: una dálmata alta, muy glamorosa, vistiendo, brazaletes dorados, aretes con perlas, un frondoso peinado y un collar negro con diamantes, rematado con una placa dorada con el nombre "Dianne" grabado en letras cursivas. Su pelaje era blanco y bien cuidado, con apenas algunas manchas blancas, aunque en su rostro se podían divisar algunas leves arrugas, producto de la edad, lo cual no disminuía su belleza ni su presencia. Todos miraron asombrados a la visitante, pero cuatro dálmatas la miraban de forma distinta, empezando con Doug, quien se quedó momentáneamente sin habla.

Las lágrimas de Dolly (Calle 101 Dalmatas fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora