capítulo diez

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¡JINNIE!

Las hojas secas y amarillentas cubrían el césped verdoso por completo, las mariposas volaban de aquí para allá buscando un refugio para cubrirse de las gotas que se aproximaban.

El ambiente era pesado en aquel lugar, el clima tampoco hacia una jugada a su favor, el cielo azul siendo tapado por las nubes grisáceas que amenazaban con una abundante lluvía. Las personas caminaban con flores de diferentes colores en brazos, esquivando a la anciana vestida de enfermera que se encontraba en medio del camino y mirando extrañados al castaño que mantenía una vibrante sonrisa en su rostro.

La anciana arrugó sus labios al verlo detenerse al lado del viejo árbol que desprendía hojas, no se extraño cuando se sentó en el suelo y comenzó a charlar, moviendo sus manos exageradamente y comenzó a charlar. Las personas que se encontraban alrededor lo miraban confundidos y enojados, preguntándose internamente si ese chico conocía la definición de respeto.

Se acercó cuidadosa por no interrumpirlo y colocó unas flores al lado de la tierra donde se encontraban unas cuantas fotos de un chico.

Minutos después, el chico se levantó con una sonrisa y un sonrojo en sus mejillas, indicándole a la anciana que ya había logrado su objetivo; ella le entregó la sombrilla y salieron juntos del cementerio.

Jisung sonreía como jamás se hubiese imaginado, lo había visto de nuevo, seguía igual que antes, igual de hermoso.

Una lágrima rodó por la arrugada mejilla de la anciana, recordando cómo Jisung revivía sus recuerdos y creaba nuevos... inexistentes.

— ¿Te divertiste con Jinnie, Sunggie? — preguntó en cuanto llegaron al hospital psiquiátrico, Jisung asintió con una gran sonrisa antes de volver a encerrarse solo, en el cuarto blanco que no transmitía brillo o encanto alguno.

Al entrar se acercó a las hojas blancas y tomó su lápiz mordisqueado.

“...las personas no nos entienden, Jinnie...”

jinnie, hanjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora