—Hola hermoso ¿quien es tu amigo?
Mikey tenía una respuesta.
—Es caído. El señor Pimentle lo compro para ti por tu cumpleaños porque tu y Joel se conocieron gracias a que te tropezaste con un perro y lo queríamos esconder para que tú no lo veas pero el señor Pimentle no quiere abrir la puerta porque...
—Gracias Michael Vélez— interrumpió Joel antes de que se le soltaran más secretos.
Chris se rió por el suspiro de Joel Justo antes de darle un beso en la mejilla a su primo para que no hablara más. El menor le sonrió y le dio un abrazo antes de darse cuenta que su papá estaba en la entrada del jardín. Cuando Diego le guiño el ojo, el pequeño sonrió ampliamente.
—Papi!
Chris lo dejó ir y observó como el pequeño voló a los brazos de su padre. Joel cambio su mirada de la pequeña reunión a Chris quien estaba mirándolo. Con los mismos ojos que el primer día de verlos le causaron un alboroto por dentro. Trato de que sus labios dijeran algo en tono de broma o algo que simplemente hiciera sonreír a Chris, pero lo único que salió fue.
—Hola.
Los labios de Chris formaron la sonrisa más perfecta que alguna vez habían hecho y Joel suspiró al notarlo. Sintió como lo abrazaron y casi ni pudo respirar cuando Chris acomodó con fuerza sus brazos alrededor de su estómago...con el perro en el medio. Cuando soltó a su pequeño amigo, sus manos encontraron la cara de Chris, tocando cada centímetro de ella, como si ya no se la supiera de memoria. Chris cerró los ojos y suspiró, por fin se sentía en casa.
Esto era su hogar, Chris era su hogar. Joel podía sentir su corazón latir por encima de su camisa al sentir la respiración de Chris sobre su cuello. Chris lo mantuvo en esa posición por casi un minuto antes de empezar a reírse, cargarlo y darle vueltas en el aire. Joel se sonó los ojos e hizo que Chris lo bajara.
—No te atrevas a llorar Joel Pimentel.
Joel soltó una risa y se limpió una lágrima de su mejilla solo para esconder su cara en el cuello de Chris —Me prometí que no lo haría...
—Mírame bebé— le susurró Chris en el oído. Sus manos consentían con delicadeza la espalda de Chris. Terminaron los dos riéndose de los ridiculos que eran mientras Chris le limpiaba otra lágrima —Ya volví. No hubo ni un solo segundo en el que no te extrañaba con cada parte de mi ser, pero estoy aquí y no quiero ver más lágrimas.
Joel asintió y pasó sus manos por encima de los hombros de Chris, suspirando por la palabras que acababa de escuchar. Sonrió cuando vio a Chris sonreír y rodó los ojos cuando este le hizo una mueca solo para abrazarlo de nuevo.
—Te extrañe demasiado Chris.
Chris cerró los ojos y sonrió el aroma que tanto avía extrañado. Una mezcla de jasmines y colonia de Burberry que Joel le había robada poco después de hacerse su relación oficial. Se relajó al sentir a Joel relajarse y sonrió porque se sentía en casa.
Estaba con Joel.
Ambos subieron sus miradas y sonrieron al mirarse a los ojos. Chris miró de los ojos de Joel a sus labio y lamió los suyos; acción que calentó un poco a su novio. Se escuchó un fuego artificial explotar en el cielo y a Erick gritar que era su turno.
—Estoy Yam enamorado de ti.
Las mejillas de Joel dolían por sonreír tanto —Yo te amo más— le susurro al juntar sus labios. Ambos detuvieron sus respiraciones y encontraron la manera de juntar sus cuerpos aún más mientras sus labios se movían en sincronía, con suavidad y dulceza.
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RIDE - Virgato ||Adaptada||
FanfictionChris es un chico algo popular en su ciudad de Long Beach, CA. El verano llego y está listo para pasarlo junto a sus amigos montado sobre una BMX en el parque de patinaje y surfeando las olas cuando se encuentran en su estado perfecto. Coquetear con...