🥀 𝘤𝘰𝘧𝘧𝘦𝘦 𝘢𝘯𝘥 𝘤𝘰𝘰𝘬𝘪𝘦𝘴 ;; 𝙢𝙖𝙧𝙠𝙝𝙮𝙪𝙘𝙠

🌧

Llueve. La lluvia es bonita, más cuando tú estás aquí.

•☕

15:09 p.m

Me extrañas? Porque yo sí. Hace tiempo que no nos vemos, aún trabajas en la cafetería a unas cuadras de la universidad? Estoy camino allí.

El aroma a café me llenó, extrañaba esa sensación. Recuerdas cuando visitamos seguido este lugar y le pedíamos galletas a la señora Jones? Era invierno.
Me senté en una mesa pegada al ventanal, unos niños jugaban afuera, me recordaron a nosotros.

Pronto comenzó a llover, como regresaré a casa sin coger un resfriado? Seguramente Jaehyun me regañará por no llevar un paraguas junto a mí.

— Qué se le ofrece?. — mis pensamientos se esfumaron, la orden.

— Ah.. un caramel macchiato, por favor. — le di una pequeña sonrisa, nuestras miradas se encontraron y quedé un poco atontado, se parece a tí.

— Enseguida. — me devolvió la sonrisa, un tanto nerviosa.

La cafetería había cambiado, me pregunto si tú también lo habrás hecho. La tormenta continuaba, las gotas caían sobre el vidrio. Seguramente llame a mí roomie, debe estar preocupado.

Un tono. Dos tonos. Tres tonos.

— Si? —
— Hyung.. —
— Haechan! Se puede saber dónde te encuentras? Está lloviendo a cántaros y tú en la calle!. — estaba enfadado.
— Lo siento. Estoy en una cafetería, en la calle Insa-dong. — se escuchó un suspiro de la otra línea
— Dime que llevaste un abrigo y tu paraguas. — de seguro estaba tomando él puente de su nariz con los ojitos cerrados.
— Si los traje, Jaehyun hyung.. — le mentí, no quería otro regaño de su parte, o no por ahora. No quiero ni imaginarme cuándo regrese al departamento completamente empapado.
— Está bien. Si necesitas qué te busque, llámame. —
— Claro, lo haré. — el chico lindo se acercaba con mi orden. — Debo cortarle, hyung. Nos vemos luego, te quiero~ —

— Aquí tiene su orden, se le ofrece algo más?. — Galletas. Yo no ordené galletas, verdad?.

— Ahm.. las galletas, yo.. —

— Lo siento, lo olvidé. Hoy es miércoles, día de las galletas en esta cafetería. Si no son de su agrado puede regresarlas, no suman dinero. — suena bien.

— No tenía idea, muchas gracias. —

— Necesita algo más?. — ladeó un poco su cabecita hacia la izquierda, tierno.

— No, está bien. — le sonreí de regreso, era muy atento.

— Esta bien, disfrute su comida! —debería preguntarle..?.

— Espera! — él chico bonito se dio vuelta algo confundido, creo que lo espanté. — Tienes idea si.. la señora Jones continúa trabajando aquí?. — fue inevitable, necesitaba saber como se encontraba.

— Oh, tiempo que alguien no preguntaba por ella. —
solté una pequeña carcajada. — Ya no trabaja aquí pero algunos días llega a visitarnos. —

— Lo suponía. — me recordará? Quiero pensar que sí.

— Puedo preguntar.. por que le interesa?. — una pregunta dudosa, de seguro sentía que estaba de chusma.

—Claro. — tomé un poco de aire. — De niño venía seguido a esta cafetería con mi mejor amigo. Siempre le pedíamos galletas a la señora Jones, son lindos recuerdos. — me miraba atónito, será que dije algo malo?. — Paso.. algo? Disculpeme si dije algo que le incomodó, no era mi intención hacer —

— No! Claro que no! — unas pequeñas carcajadas salieron de su boca, puede ser que sea tan adorable?. — Es que.. nada, olvidelo. — hizo un movimiento con su mano indicando que lo dejemos así.

— Lee! Ve a la mesa cinco y deja de coquetear con el niño lindo! — un tono rojizo apareció en mis mejillas, por que todos los que trabajan aquí parecen modelos de revista?.

— Jeno! — el chico parado a un costado le gritó, es un tanto divertida la situación. — Disculpa, mi compañero es un poco molesto. —

— Tranquilo, ve a la otra mesa. — reí un poco, que me sucede?.

El chico Lee continuó con su trabajo. De vez en cuando miraba de reojo hacia donde me encontraba sentado, que tengo?. Su amigo de vez en cuando también lo hacía, enserio, tendré algo en la cara?.

•☕

16:48 p.m

La lluvia no para, que haré?. Termine mi café y las galletitas hace un rato, también pagué por lo consumido y ahora estoy esperando a que este chaparrón pare, o aunque sea un poco.

Estaba parado bajo el pequeño techo fuera de la cafetería. Hace un poco de frío, pero es agradable estar aquí, tengo las prendas necesarias contra el frío. Jaehyun ya debe estar en casa, debería pedirle que venga por mí? No quiero molestarlo.

— Aún no se va?. — el chico bonito.

— Ah? Uhm, lo siento. Estoy esperando que pare un poco la lluvia para poder ir a mi departamento.—sonreí un poco mirando los autos pasar, el también los miraba.

— No trajo paraguas? — lo miré. Ya no traía el uniforme cremita, ahora vestía de negro. Le quedan bien ambos atuendos.

— Mhm. — negué con la cabeza. — Si no para dentro de un rato tendré que llamar a alguien. — hice un puchero inconscientemente, de seguro quedé en ridículo.

— S-si.. si quiere puedo acompañarlo, tengo uno. — pasaba su mano por detrás de la cabeza, sonreí por la amabilidad con la que me habla aunque no me conozca.

— Está bien, muchas gracias eh.. —

— Minhyung, un gusto. — estiró su mano como saludo, la tomé, es cálida. Será coincidencia que sus nombres sean los mismos?. — Puedes decirme
Mark. — es una broma, verdad?. — Y tú eres..? —estaba en shock, eres tú?.

— Soy.. Donghyuck. Lee Donghyuck. — nuestras manos continuaban unidas, es un sueño? Porque estaría deseando que no. — Y puedes llamarme Haechan.. — Eres tú, aún recuerdas el sobrenombre que me diste?.

— Haechan...?. — bajaste la mirada a nuestras manos. Tu seño estaba levemente fruncido, recuerdas algo?.

— Uhm si. Es un apodo que me puso mi mejor amigo de pequeños. — sonreí al recordar cuando lo habías hecho, nunca lo olvidaré. Me mirabas pensativo, ya me recuerdas?.

— Haechannie!! — conocía perfectamente ese auto.

— Jaehyun hyung?— solté tu mano, se sintió vacío.
— Que haces aquí?. —

— Vine a recogerte bebé, sube. — la puerta de copiloto fue abierta. — Haremos chocolate caliente en casa, quieres?— buena idea, Jaehyun.

— Creo que debes irte. — te volví a encontrar, no quiero perderte de vuelta.

— Creo que si.. — te miré unos segundos. Ahora que lo pienso y te veo detenidamente, creciste, pero tus ojitos siguen siendo los de un pequeño cachorrito.
— Espero volver a verte, Makku. — te sonreí una última vez y subí al auto, esperando que así me recordaras.

•☕