"Take me to church"

Dictamen erróneo

Estar en la preparatoria podía ser una etapa difícil, en especial por los exámenes sorpresa y por el exceso de trabajos y tareas que más de un profesor ponía pero no lo era así para Levi, el cual pese a ser de baja estatura se caracterizaba por su fuerza aunque su cuerpo era realmente hermoso.

Trabajando a medio tiempo en la dulcería que su padre tenía, era muy anhelado por los hombres y mujeres que lo veían como un hermoso omega pero demasiado frio para acercarse a él.

-¡Hombre! Te admiro, tener los tamaños suficientes para acercarse a Levi... ¡No cualquiera lo hace Bro!-Saliendo del colegio privado se hallaba Eren Jeager junto con su grupito de amigos que a todas partes lo seguían como abejas pendientes del polen necesario para fabricar miel.

-Es porque todos son unos cobardes, solo se trata de un omega muy lindo pero no es como si me fuera a comer por hablarle y pedirle una cita conmigo-Eren abrió la puerta de aquella tienda donde había todo tipo de dulces. Algo que le gustaba de aquel sitio era el olor a algodón de azúcar mezclado con aromas variados pero de todos el que predominaba, al menos para Eren, era el aroma de Levi.

Siempre tan rico al tener un olor peculiar que solo unos pocos detectaban y asi con esos aires de seguridad aquel chico de cabellera castaña hasta la caja se acercó.

-Buenas tardes-Siendo amable, tras el mostrados se notaba a un hombre de cabellos rubios cenizos muy cortos el cual parecía estar ocupado tratando de levantar unas cajas.

-Buenas tardes ¿En qué lo puedo ayudar?-Eren no era un acosador por lo que poco sabia de la vida de aquel omega hermoso al que deseaba tener como pareja.

-Quiero algunos de sus mejores chocolates-Aquel hombre de ojos miel le sonrió a Eren.

-¡Uy, hijo! Debes estar interesado en alguien muy especial como para gastar tanto dinero en los chocolates finos de esta tienda-Aquella dulcería se caracterizaba no solo por tener dulces variados sino por los chocolates caseros que eran esquicitos y muy costosos al ser preparados con materias primas de alta calidad.

-Lo valen-Eren desconociendo el parentesco de aquel hombre prefirió seguir observando el local.

Sus amigos estaban merodeando la tienda, viendo de aquí por allá en busca de algunas golosinas, en especial después de su examen de química avanzada.

-Tiene problemas para levantar esas cajas-Eren noto entonces que aquel hombre usaba muletas-¿Quiere que lo ayude?

-¡Oh, no! Nada de eso, aunque no lo parezca soy muy habilidoso para hacer mi trabajo, pero gracias por ofrecerme tu ayuda-Una sonrisa muy tenue se dibujó en el rostro de aquel hombre.

Algo tan similar a la sonrisa que había conquistado el corazón de Eren en aquel omega bonito que por lo visto no estaba en la tienda.

-Mira, estos son los chocolates que deseas-Notando en el gafete del dueño su nombre.

-¿Usted es quien los prepara?-Jean asintió-Debe tener mucho talento para hacer este tipo de cosas, yo muy a penas puedo hervir agua sin quemar nada.

-Las monjas se esforzaban demasiado por enseñarnos algo útil para el resto de mi vida-Eren se quedó sin entender.

-¿Monjas? Es usted adoptado o un monje rebelde-Jean se empezó a reír.

-¡Vaya sentido del humor! Pero si, viví en un orfanato y por eso aprendí a elaborar chocolate-Eren se sintió pésimo.

No le gustaba meterse en la vida de los demás, pero como de costumbre siempre hablaba mas de la cuenta y después debía pedir disculpas o al menos eso trato de hacer hasta que sus ojos de hermoso color ámbar vieron a cierto chico de delgada figura que entraba por una pequeña puerta.