Tsunayoshi, un joven omega de 18 años que ha vivido encerrado toda su vida, no conoce el mundo exterior, no sabe quien es su familia solo sabe que posee una habilidad que nadie más tiene, o eso cree.
Solo tiene un objetivo, encontrar a aquellas per...
Tsunayoshi un hermoso joven omega de 18 años se encontraba sentado en lo que era su celda, la cual era un pequeño cuarto con tan solo una cama con una simple cobija y almohada, una pequeña ventana era lo que le permitía mantener un poco de contacto con el exterior.
Desde que tiene memoria recuerda aquellas cuatro paredes, las personas de bata blancas, betas en su totalidad, lo sacan de vez en cuando pero no recuerda nada de aquellos acontecimientos.
En las noches suele usar su habilidad "especial" y disfrutar de la pequeña paz que le da, la luz de la luna lo reconforta y siente que lo envuelve en un tranquila calidez.
Todas las noches sueña con personas, principalmente con seis que tienen un extraño chupete como el de él colgando de su cuello, suele desaparecer en su interior; pero también sueña con siete chicos de su edad al igual que con un amable señor pero por más que quiere nunca puede verlos bien. Su omega gruñe por querer estar con ellos y protegerlos, envolverlos en un gran abrazo.
Tsunayoshi puede que haya estado todo su vida encerrado pero es extremadamente inteligente, los betas solían dejarle libros acerca de todo, es por eso que aunque no hubiera salido nunca conocía mucho acerca del mundo, ansiaba poder verlo con sus propios ojos.
El mundo estaba tranquilo pero el bajo mundo se encontraba en guerra, Vongola, la famiglia que fue la más fuerte pereció en cuanto atacaron, ellos tenían cierta habilidad única por lo que la destruyeron por dentro, se dice que aún quedan personas de aquella familia, que Nono, el líder, había sobrevivo junto con su hijo y el heredero pero habían pasado once años desde aquello. Todo era guerra por el territorio, la famiglia se peleaban por el control y volver el bajo mundo a lo peor que fue alguna vez.
Tsunayoshi
Desperté con el sonido de puertas azotándose con fuerza y pasos, los olores están mezclados, podían sentir el miedo y la desesperación.
Eso no es normal, no me dejan sentir sus emociones o sus olores, al parecer no solo había betas aquí como yo pensaba, lo que más puedo percibir son a los alfas aunque hay un olor bastante fuerte y peculiar.
Sangre.
Me levante lentamente para fijar mi vista en la puerta, alguien se acercaba.
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El omega miraba seriamente la puerta frente a él, el ruido de afuera cesó, había un silencio increíble.
- ¿Es aquí? - se escuchó una voz preguntar del otro lado de la puerta
- No lo puedo sentir - dijo otra
- Han experimentado con él, es por eso que sólo lo sentíamos de vez en cuando, debe poder suprimir su olor y sus llamas - dijo otro
La puerta fue abierta mostrando a un grupo de hombres, todos diferentes pero miraban al castaño de manera intensa.
El chupete en el pecho del menor comenzó a brillar junto con los de los demás avisando que habían encontrado a su cielo.
- Los encontré - les dijo el castaño esbozando una gran sonrisa
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