Dime tu deseo [Adap. Chaesoo]

IV. INCONTINENCIA

El brazo se estiró torpemente, rozando los bordes del contenido del gran espacio frío y blanco. Varios objetos empezaron a moverse abriéndole paso a una mano delgada que trabajaba a oscuras, intentando coger a su presa.

"Lo tengo"

La casa había quedado casi en silencio, desde que Irene se fue confundida.

Y el 'casi' lo parametraba Seulgi, quien seguía buscando alimento en la congeladora de su paciente, linda y graciosa amiga Jisoo.

"Oye paciente, linda y graciosa amiga, ya no hay pudín de chocolate"

Jisoo estaba ocupada tratando de drenar el agua de su zapatilla izquierda. Sentada al lado de la mesa de centro, estaba murmurando algunas palabras indescifrables.

"Oye"

Jisoo volteó y encontró a Seulgi comiendo el último envase de su pudín favorito.

"Ya no hay más pudín de chocolate" se metió otra porción a la boca.

"Porque te lo estás tragando"

Jisoo se dirigió a la cocina y buscó una toalla azul que siempre tenía a la mano. La encontró quemada, así que tomó una camiseta que encontró sobre el mueble.

"¿Por qué esa cara?"

La menor tomó la lámpara que marcó el inicio de su racha de sucesos inimaginables y empezó a limpiarla suavemente "Mi cocina está arruinada"

"Al menos tu congeladora está intacta" La pelinegra sonrió y recibió una mirada sarcástica de respuesta "Rosé puede reparar todo, no te enojes, ¿Pudín?" Le ofreció una cucharada.

Jisoo giró el rostro.

"Ese es el problema. No quiere salir de aquí" puso la lámpara frente a Seulgi.

"Heriste sus sentimientos, tonta. No es tan fácil perdonar si no te han pedido perdón primero"

Jisoo hizo una mueca y murmuró "Lo siento, Rosie"

"Bien"

"¡Ahora ven y arregla mi casa!"

"Esa no es una disculpa sincera, Chu"

Jisoo exhaló con fuerza y se dejó caer sobre el sofá que seguía mojado.

"Ten, inténtalo de nuevo" Recibió la lámpara de las manos de Seulgi y siguió limpiando la superficie con la camiseta. Volteó despacio el objeto para botar el agua que ella misma había vertido.

"Lo siento mucho, Rosé. No debí insultar lo que con tanto trabajo hiciste. Te quedaron geniales, pero incomestibles, acéptalo"

"Já. Le estás hablando a una lámpara" dijo Seulgi. Recibió otra mirada sarcástica de la pelimorada, así que corrió a la cocina y comió más pudín.

"Discúlpame, Rosie... No volverá a suceder, ahora ven" Jisoo esperó reacción "¿Rosé? Sal de ahí ¿Bonita?"

Seulgi sintió náuseas.

"Rosé..." Jisoo arrugó su frente y sus labios, haciendo pucheros a su modo.

Mientras Seulgi miraba a su amiga, Rosé salió caminando de la habitación de Jisoo buscando a la dueña de la casa "Hey, Kang, dónde está- ¿Chu?" Rosé miró con curiosidad a su amo "¿Por qué le haces muecas a mi lámpara?"

Jisoo se detuvo.

"¿Estuviste en mi habitación todo este tiempo?" La pelimorada no lo podía creer