Me Enamoré de un Chico Con Cáncer

Capitulo 2

Me quede dormida en el transcurso del viaje. Pero al fin llegamos a Nashville. Media hora después ya habíamos llegado a nuestra casa en un conjunto residencial.

Nuestra casa era color hueso, tenía un garaje, la casa no era pequeña pero tampoco grande algo donde estuviéramos cómodas las dos. Mamá  dijo que cuando compro la casa ya había comprado los muebles, así que solo teníamos que traer nuestras cosas. Cuando íbamos a entrar nuestra cosas, apareció un chico tal vez de mi edad o más grande.

-Hola, necesitas ayuda? –me pregunto el chico de gafas negras y oscuro cabello.

-Hola, si gracias –dije sonriéndole, le pase una caja.

-Mi nombre es James-me extendió su mano.

-Mi nombre es Aisha-dije dándole la mano.

-Lindo nombre-dijo sonriéndome, mientras caminábamos a la casa.

Mi madre estaba en la cocina arreglando vajillas e implementos de cocina.

-Mamá- le llame.

-Dime hija-dijo apareciendo con un trapo en sus manos.

-El es James, un-me quede pensando en serio ni sabía de dónde venía-Vecino supongo.

-Mucho gusto señora, James-dijo extendiendo su mano.

-Mucho gusto James, Ellie-dijo mi madre abrazándolo-Gracias por ayudar a mi hija.

-Con gusto -dijo sonriendo, a este chico sí que le gusta mostrar sus dientes pensé-Oye Aisha, hoy habrá un partido en el parque del conjunto, me preguntaba si querrías ir conmigo?

 -Mamá puedo? –le pregunté mirando la pared.

-Si, Aisha ira después de arreglar su habitación-dijo sonriendo.

-Claro vengo por ti a las seis?-dijo mirándome

-A las seis está bien-dije sonriendo.

-Okey. Nos vemos después-dijo mirando el reloj-Adiós Aisha, adiós Señora Ellie.

-Adiós-dijimos las dos.

Después de que James se fue, me quede ayudando a mamá y después subí a mi habitación a arreglar. A mí nunca me gusto el rosado, ni nada parecido. Siempre me ha gustado el negro y el blanco. Cuando ví mi habitación quede sorprendida, no era grande. Pero era color blanco y negro y en la pared blanca había guitarras dibujadas. Y en la parte negra había un signo de la paz dibujado. Mi cama era sencilla y su colcha era blanca.

Empecé a ordenar y dure al menos dos horas arreglando, baje a ayudar a mama y a decirle que estaba muy linda mi habitación y la casa.

-Oye mama, mi habitación está muy genial-dije abrazándola-Gracias.

-Me alegra que te haya gustado Aisha-dijo abrazándome igual-Debes ir a arreglarte, iras a un partido recuerdas.

-Dios lo había olvidado por completo-dije mirando el reloj y eran las 5:45.

-Ve a arreglarte-dijo guiñándome un ojo

-Okey. Gracias-dije dándole un beso en la mejilla y subiendo a mi habitación.

Me coloque una camisa de los Rolling Stones descubriendo mis hombros, un jean azul roto y unas converse blancas. No soy como esas chicas que se demoran horas en el baño, maquillándose. Creo que soy muy pequeña para maquillarme.

-Hey James-dije bajando las escaleras, pero cuando subí mí vista James estaba con un chico un poco más alto que él y los dos traían una camiseta igual, que decía Dragons-Hola, soy Aisha.

 -Hola soy Thomas-dijo tomando mi mano, al sentir su mano me dio un escalofrió-Vamos James?

-Vamos Aisha-dijo mirándome-Hasta luego Señora Ellie.

-Hasta luego señora-dijo Thomas dándole su mano.

-Adiós mamá-dije mirando a Thomas.

Los tres salimos de mi casa y empecé a seguirlos ya que no conocía nada.

-Aisha te ha gustado acá?-pregunto James.

-Pues no conozco pero hasta ahora, si-dije sonriendo, pero me di cuenta que Thomas estaba viéndome, así que me sonroje.

-Me alegra-dijo James.

Ya habíamos llegado al Dragón Group, James dijo que le pusieron así, porque así se llamaba el equipo  de por ahí, había una cancha de básquet, en el centro había un dragón abrazando una pelota de básquet, y ví personas hay, así que me di cuenta que el partido era de básquet. James y Thomas me dijeron que me sentara en la primera banca. Habían dos chicas hay con chaquetas deportivas. Todos me miraban raro, tal vez por ser la nueva. Hasta que un chico se me acerco.

-Hola hermosa-dijo tomando mi mano y sonriendo coquetamente.

-Lárgate Trevor-dijo Thomas mirándolo con enojo.