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Luego de una semana Tae comenzó a trabajar en un café a medio tiempo, no pagaban demasiado. Pero si hacía bien los cálculos, le alcanzaría para pagar un pequeño departamento de una sola estación, no necesitaba tanto.

Después de todo, era solo ella.

Jimin parecía más preocupada por Tae que ella misma. Desde que la más alta había dejado el hogar de Jimin alegando de que había encontrado un departamento desente para vivir, su mejor amiga no había dejado de preguntarle si estaba bien, y preocupada por Tae le pedía que la llevara a su nueva casa. Nadie le aseguraba de que ahora su amiga estuviera comiendo bien.

Si bien sabía que Tae trabajaba en un café desde que salía del colegio hasta media noche, era un café que abría prácticamente las 24 horas del día, y aún así, Jimin sabía que no ganaba mucho, quizás lo justo para poder pagar su nuevo hogar. La madre de Jimin no se había enterado de por qué Tae se había ido de casa, solo supo que se quedaría unos días y que había discutido con sus padres. Habría preguntado, pero la chica parecía que estaba tan rota como una hoja seca en otoño luego de ser pisada por algún niño.

Luego de un par de meses Tae se había instalado perfectamente en su nuevo hogar, había ahorrado lo suficiente para comprarse un futon japonés de una plaza y un par de muebles de segunda mano. Así que cuando Jimin le rogó por nosécuanta vez que la llevara a su departamento, aceptó.

Ya tenía un par de todo, tazas, platos, cucharas, palillos. Todo lo que podría necesitar para alimentarse y cocinar, lo tenía. Cada cosa lo había comprado con las propinas que las personas le dejaban en el café, las había comprado en línea, eran mucho más baratas ahí.

Abrió la puerta de su mini departamento con Jimin a sus espaldas. Era de solo una estación, por lo tanto al principio lo primero que vio Jimin fue la "cocina" al lado izquierdo. La cual era unos muebles empotrados, un horno y cocina eléctrica empotrada en uno de los muebles, al igual que el lava platos y un par de sillas al final del conjunto de muebles. Al lado derecho del mini pasillo había una puerta, suponía era el baño. Y luego de entrar y dar 3 o 4  pasos se podía ver el futón japonés enrollado en la esquina del piso y un par de muebles de plástico al costado.

—Bien, bienvenida a mi pequeño hogar— Dijo Tae con los pies descalzos y abriendo los brazos en medio del lugar donde estaría el futón luego de ser acomodado— Es pequeño, pero es una suerte de que lo pueda pagar, los arriendo son costosos— Sonrió, últimamente sonreía más. Los primero 3 meses luego de su partida de casa, Jimin no había podido ver una sonrisa sincera de parte de Tae.

Se encontraban en la hora del almuerzo, Tae ya no llevaba su típico termo color azul oscuro. Ahora comía de la comida que entregaban en el colegio. Había surgido la conversación, y Tae por fin estaba sonriendo.

—Hace meses que no te veía sonreir—Había dicho Jimin sin pensar, y por un segundo quiso sacarse la cabeza, pensando que había arruinado el momento.

—Es cierto— Había escuchado a Tae decirlo suave, para luego decir más alto y más segura— Creo que los últimos 3 meses me han servido para darme cuenta de que pase lo que pase. No me van a dejar de gustar las chicas, y que no puedo controlar quién me gusta y quién no. — Se detuvo un segundo— Creo que eso hizo que me diera cuenta que no importa qué, ya no hay vuelta a atrás y que irme de casa fue lo mejor que pude haber hecho.

Habían pasado 5 meses de esa conversación y Taehyung se veía cada día mejor, era obvio que la herida abierta por sus propios padres seguía ahí, y lo más probable es que seguiría ahí por años, quizás por toda su vida. Pero Tae estaba aprendiendo a aceptarlo y a sobrellevar la situación. Y eso no podía tener a Jimin más orgullosa por tener a Tae como su mejor amiga. La cual hacía revolver su estómago cada vez que llegaba al colegio y se encontraba a la más alta conversando a primera hora de la mañana, con sus profesores. Intentando comprender algo que no había entendido la clase pasada, y se daba vuelta a verla sin siquiera que Jimin le hubiera llamado. La chica parecía sentir su presencia a metros de ella.

—¿Sabes que es más increíble? — Dijo acercándose a Tae—Que la dueña te lo arrendara, apenas y en unas semanas cumplirás 17.

—Sí, es una buena mujer— Dijo sonriendole a la nada— Creo que tiene una hija solo un año mayor que yo. Quizás eso le ablandó el corazón.

—Es lindo, Tae— Sonrió y tomó la mano de su mejor amiga— Y te lo haz ganado tú sola, es increíble—Apretó levemente la mano contraria— Estoy demasiado orgullosa de ti.

Tae había dejado salir un pequeño "te quiero" cuando la más baja le apretujó en sus menudos brazos.—Compré palomitas, y hoy tengo día libre. Puedes llamar a tu madre y decirle que te quedarás acá, debería traerte un saco de dormir también— Rió levemente. Y vio a Jimin asentir repetidamente.

[...]


—Creo que fue una de las peores películas que he visto— Dijo Tae luego de ver el final de la película.

—Claro que no, es tierna. Cuando el chico vuelve y la besa— Decía Jimin, relatando una de las parte finales de la película.

—¿En el puesto de besos? ¿Eso no es prostitución?—Se escuchó la voz de Tae junto al sonido de las palomitas haciéndose.

—Claro que no— Negó con un mohín en sus labios.

—A parte su mejor amigo estaba celoso, y por su hermano—Relataba también Taehyung mientras tomaba asiento junto a Jimin.—Y no sólo era su mejor amiga, eran prácticamente hermanos. Eso es incesto Jimin—Terminó de decir echándose un puñado de palomitas a la boca. Con las cuales casi se ahoga al escuchar a Jimin.

—Tú a veces también te pones celosa— Dijo buscando otra película en el portátil. —¿Estás bien? —Se dio vuelta al escuchar como Taehyung tosía de repente.

—Sí—Luego de tomar un poco de té, respondió—Y no es lo mismo—Se acostó de manera que su espalda quedó mirando al pálido techo, dejando que Jimin se sirviera un poco de té, para luego sentir la presencia nuevamente junto a ella, levemente más atrás, seguramente viendo el móvil, mientras era Tae quien buscaba ahora  una película. —¿Quieres ver una de terror?—intentó cambiar de tema.

—¿Qué es distinto? — preguntó con la boca llena, observando la delgada figura de su mejor amiga.

—Realmente no importa— Habló moviendo su mano izquierda hacia su rostro, apollando este mismo en ella.

—Sí claro—Silencio—Dime—Pidió alargando la última vocal y moviendo el cuerpo de la otra con su pie.

Tae se encontraba tan concentrada leyendo un descripción que por fin sonaba interesante, que no se dio cuenta cuando susurro un inentendible "Porque me gustas"—Aquí hay un serie, pero es de terror, ¿Quieres verla? — Se dio media vuelta, en dirección a Jimin, cuando no escucho respuesta.— ¿Minnie?— Al ver el rostro sorprendido y completamente rojo de su mejor amiga, la miró confundida.

—¿Qué acabas de decir?—La sorpresa se escuchaba a través de su voz.

—Que si quieres ver esta serie, se ve interesante. Sé que no te gustan tanto las cosas de terror pero— Se detuvo cuando Jimin corrigió con un "lo de antes".

Y el rostro confundido de Tae pasó a ser un de sorpresa. Ahora ambas estaban mirándose sorprendidas y nerviosas. Rostros sonrojados y sudor en la palma de sus manos.

—Y-yo no dije nada—. Dijo dándose vuelta, de pronto las letras ya no eran tan entendibles como antes. Y pudo escuchar su corazón bombeando en sus oídos cuando Jimin dijo.

—Te gusto—.

Girls ;; vmin fem!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora