Amo (RusMex)

IV

Aprovecho el momento para acariciarte lentamente y tomar consciencia de tu suave esencia, el peso de tu cuerpo sobre mí, tus pechos tocando mi cuerpo.

-Ahh~ Amo Rusia.

Siento nuestros latidos golpeando fuerte nuestros pechos, la calidez aumentando entre mis piernas, su aliento caliente sobre mí, y sus manos erizando la piel por donde pasan, no puedo evitar separarme para ver su profunda mirada en mí.

Después de varios minutos de caricias, recupero mi energía y me siento caliente otra vez, te deseo aún más que la vez anterior

- Recuéstate sobre la cama, quiero recompensarte por lo que hiciste por mí, quiero que abras tus piernas porque voy a darte algo que recuerdes.

- Sí, como ordene amo Rusia.

Me levanto para centrar en medio de la suave y esponjosa cama, trato de juntar el valor mientras separo lentamente mis glúteos, mis manos vuelan a mi cara caliente.

- Por favor amo, n-no me mire tanto. *Esto es vergonzoso*

- No sientas vergüenza querida, tu cuerpo es una belleza, cada parte de tu cuerpo es una inspiración para mí, por eso mismo es que quiero hacerte mía.

Mis manos agarran tu pantimedia y comienzo a tirar, deslizándose por tus delicadas piernas hasta que los tengo en mis manos. Los pongo sobre mi cara y disfruto del exquisito aroma agridulce de tu vagina.

- Por favor no están limpios.

Trato de incorporarme para alcanzarlos, pero me detiene con una de sus manos y me vuelve a empujar a la cama, tomando ambas muñecas con una sola mano, toma mi mentón con la otra acercándome a su cara y dándome un profundo beso.

- Es tu aroma lo que quería y me ha prendido mucho más, solo déjate llevar. Quiero que lo disfrutes.

Para después de besar su boca empezando a jugar con su tricolor cuerpo, besando su cuello a sus pezones. Mis manos se deslizan entre tus piernas y comienzo a frotar mis dedos alrededor de su caliente entrepierna.

- Ahh ahhh A-amoo~!

Siento mi cuerpo calentarse, sonrojándose, pasando tus dedos por mis pezones mandando electricidad a mi centro, asaltando con su otra mano mi centro, rápidamente el cuarto se llena de sonidos húmedos y nuestras respiraciones pesadas.

- Sí, por favor, por favor, amo.

Mis manos saltan a los barrotes de la cabecera, mis nudillos volviéndose blancos, tratando de tener algo de cordura que se desvanece con cada caricia de sus diestros dedos.

Tomo su clítoris entre dos dedos de mi mano derecha, y empiezo a frotar lentamente hacia arriba y abajo, estimulando con cada movimiento.

- Hmm ya se siente tan húmedo aquí abajo, de verdad eres deliciosa, quien podría resistir tus encantos sexuales México.- Menciono, mientras los movimientos de mi mano se aceleran poco a poco.

- Amo Rusia, p-por favor no diga eso~ Ahh!!!

Siento espasmos recorrer mi cuerpo como respuesta a sus dedos en mi botón, mis caderas moviéndose al compás de sus dedos, buscando más fricción y rapidez, descargas eléctricas directas a mi centro.

- *Oh por Dios algo... Algo viene* Ahhh~ ¡Amo más!

- Quiero que sigas así, sintiéndote cada vez más húmeda, más caliente, necesito el sabor de tu cuerpo.

Mi cabeza finalmente baja hasta ubicarse entre sus piernas bicolores, mis labios aprietan delicadamente el clítoris, y comienzo a succionar mientras mis manos ahora acarician tus sensuales glúteos.

- Ahh nooo~ mmm!!

Con mis piernas temblando por a atención, registro sus labios besando mi entrepierna, el caliente musculo de su lengua lamiendo como una paleta, los dientes mordiendo la punta de mi clítoris dejándolo rojo e hinchado.

- OHHH SII~ .- Bajo una de mis manos de los barrotes de la cabecera a posarse entre los sedosos mechones platinos.- P-perfecto~

Mientras la punta de mi lengua se mueve en todas direcciones, como si estuviera escribiendo el poema completo entre sus labios, dos de mis dedos se introducen dentro tu vagina y tiran hacia abajo y hacia adentro a la vez empujando. Mi mano izquierda sigue gozando de la longitud de sus piernas.

- Hmm sabe tan bien, quiero más... Y más.

- Ahhh Si, así por favor. Se siente delicioso.

Mis caderas se vuelven más vivas queriendo sentir más, tratando de seguir el ritmo de sus dedos en mi interior, soltando gemidos cada vez más altos al sentirlos curvándose ligeramente en mí.

- ¡Sí! Amo Rusia.

Los dedos de mis pies se empiezan a curvar, el sonido que hace los fluidos de mi humedad aumentan al fluir más por su maestra ejecución dentro de mí.

Alzo mi cabeza, mi boca se siente húmeda después de sumergirse en sexualidad femenina. Poniendo mis manos sobre tus caderas para descansar un poco. Mirando tus centellantes y cálidos ojos.

- Quiero estar dentro de ti, Taquito, lo necesito. Quiero penetrarte hasta que ya no quede líquido alguno en mí.

- Mmm~ Amo Rusia.

Automáticamente protesto ante la repentina perdida de la sensación, aclarando mi mente y tratando de tomar aire a mis pulmones, el ligero aroma de sexo empezando a impregnar el aire. Miro a sus profundos ojos zafiros brillantes de lujuria.