Capítulo 3

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25 de agosto del 2020

Cuenta Lali:

-Feliz aniversario Pit.-Digo besando su oreja.

-Este año vos me venís a levantar eh. -Responde sonriendo.

-Claro, tenemos que aprovechar el día. ¿Todavía no te enteraste donde estamos?

-Tienes razón. Déjame cambiarme y vamos a desayunar.-Asiento y me da un pequeño beso en la mejilla.

Voy al balcón, espero sentada en una reposera mientras veo la vista tropical. El aire cálido con el viento fresco de las mañanas es el más lindo, y más aún si estamos aquí.

-¿Vamos?-Escucho la voz de Peter y asiento.

Bajamos al primer piso donde hay una variedad de distintos platos para el desayuno; frutas, jugos, café, té, facturas, galletas, panqueques, huevos, etc. Peter busca lo más yankee que encuentra, tocino, huevos revueltos y salchichas parilleras, me parece demasiado pero el dice que esta bien. Yo soy más clásica, prefiero buscar jugo y combinarlo con fruta y facturas.

- Hoy estas muy lindo.-Digo sin sacarle los ojos de encima.

-Gracias por el alago, vos también. 

-Organice un par de excursiones para hacer hoy.

-Contáme.

-Kayak, snorkel, parasailing.

-Supongamos que se que es cada cosa, después explícame que es parasailing. -Dice confundido y yo me río levemente.

Cuenta Peter:

Pasamos la mayor parte de la mañana en el mar, y tomando sol. Dejamos la tarde para hacer la cantidad de actividades que Lali tenía planeado para los dos.

Terminamos agotados, claro esta. Vamos a la habitación del hotel y nos damos una ducha. Decido sorprenderla metiéndome en la ducha con ella, la e visto millones de veces desnuda, no cambiará nada una vez más. Además se que a ella le gusta, a veces, me obliga a que me duche junto a ella y que le lave el cabello, me río del comportamiento de niña caprichosa que puede soler tener.

Recién ahora me doy cuenta de lo colorados que estamos, me arde toda la espalda, y al apretar la nariz, también.  Lali se queja de que no se haya podido broncear bien, le a quedado la marca de las tiritas de la bikini en el pecho, su cara de frustración me da risa, y ella me da un pequeño golpe en el hombro como venganza.

Vamos a comer al centro de la ciudad, lleno de locales de ropa, con marcas como: Forever 21, H&M, Hollister, visctoria's secret, etc. Sabía que iba a tener que pasar por esto.

Después de casi dos horas de compras, nos decidimos a hacer lo que habíamos planeado desde una primera instancia; cenar. Tras caminar un par de largas cuadras, en la quinta avenida, encontramos un restaurante Argentino, sin pensarlo comimos allí. Estaba todo muy rico, obviamente no se compara con el original. Lali había pedido milanesa de carne con papas, y yo carne con papas también.  A pesar de su parecido y rico gusto argentino que padece el lugar, es bastante caro. Pagué yo, se lo prometí.

Caminamos durante un rato más, mientras comíamos helado, que esta vez, ella decidió pagar. En época de macrisis, vale mucho quien paga la cena. Jaja mentira, no me molesta pagar, y mucho menos si es un día como hoy, nuestro aniversario. Este año, no nos hicimos regalos, nuestro regalo fue pagar, entre ambos, este hermoso viaje a Playa del Carmen; México. Lo venimos planeando hace seis meses, y estamos muy felices de poder haber llegado hasta aquí. Se la nota muy feliz, mira con ilusión todo lo que hay en nuestro alrededor, hasta el más mínimo detalle, como que en el starbucks de aquí haya más variedad de comidas o más gustos de frapuccinos, algo que para mí no tiene importancia pero que para ella, le sorprende y le da mucha ilusión.

-¿Sabes lo hermosa que sos verdad?-Digo sin poder sacarle los ojos de encima y ella sonríe ante el halago.

Llegamos al hotel, exhaustos por la cantidad de cosas que hemos hecho el día de hoy.

Aniversario {Laliter} (3/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora