—Vannesa, la gasolina se esta acabando—
—me hubiera dado cueta si sacaras tu cabezota—
—disculpa—
Vannesa conducio hasta la gasolinera más cercana y pues todos bajaron corriendo hacia la tienda que quedaba en frente a comprar comida chatarra y Vannesa pues ella se quedo junto al auto, pienso llevarle algo de chocolate es su favorito.
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Habian pasado 15 minutos exactos y no salian de ahí, y Vannesa aun seguia descanzando en la parte trasera del auto.
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45 minutos sin señales de vida de ese grupo, sin duda con el calor que hacia los choclates se iban a derretir creo que lo mejor sera que me los coma y luego voy a comprar otros.
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10 minutos
Listo termine los chocolates, revie mis bolsillos y solo quedaba lo suficiente para poder comprar unos chocolates identicos a los que me comí, y yo que queria comprarme unas papitas.
Ingrese a la tienda y encontré a Camila y Emma limpiando el piso, mietras que Maddie se encontraba con un montón de helado a su alrededor y se comia unos conitos de helado, decidí primero comprar y luego ver que es lo que habian ocasionado, cogi los chocolates y me acerque a la caja para pagar.
—tome.—extendi mi mano con el dinero hacia el chico que tenia mirada baja
—gracias por su compra que tenga buen día.—
—¿Luis?—no respondió.
—¿De qué es de lo que me debo enterar ahora?—
—Muerete de vieja y no de sapa—
—¿Qué tipo de trato es ese?—Aparecio un señor de cabellos y bigote blancos, dirigiéndose al borde demi amigo.
—Disculpe el comportamiento de mi trabajador porfavor señorita, al parecer no escarmienta.— ahora el señor habló dirigiendose a mí.
—No se preocupe señor después de todo mis primos son unos desubicados.—Mentí
—¿Sus primos?—
—Sí, estabamos de camino hacia el hospital ya que nuestro querido abuelito esta muy grave, disculpelos por favor, necesitamos llegar cuanto antes—
—su querido abuelo le hubiese gustado que sus nietos sean educados y aprendan a serlos—
Me siento peor ahora por mentir.
—señor se lo suplicó—
—Lo siento señorita, se puede llevar a su prima, la que esta comiendo helados, pero a los demás no—
—por favor, si es que lo desea me arrodillo ante usted.—dije y empecé a flexionar mi rodillas lentamente.
—por favor no lo haga, y aunque usted se arrodille no dejae que salgan— dijo para después dar una vuelta sobre sus talones y dirigirse hacia las otras cajas para tender a los demas clientes. Este señor si que era duro de roer, no me quedaba de otra.
—Luis pasame la bolsa negra extra grande.—
—no puedo a menos que la que la compres.—
—que me las pases, tonto.—
Este solo se limitó a apartarme del frente para atender a la demás personas.
—bien, entonces me regreso a casa con Vannesa y Maddie, quedate con la cara más fea que de costumbre.— me fui a donde se encontraba el auto lo empece a buscarlo con la mirada pero no lo podia ubicar............. Genial día. Me tengo que regresar a casa y a pie.
