CONOCIÉNDOTE

1

Ella estaba perdida, vacía y asustada...

Tuve la gran oportunidad de hablar con ella, me contó como se sentía, me compartió sus pensamientos, se abrió el alma para que pudiese ver que albergaba y que moraba en su interior.

Ella me concedió el poder de conocerla, de hacerla reír, de su felicidad, pero también el poder de destruirla por completo, de acabar con ella...

En un principio me dio miedo conocer tanto a una persona, también me dio miedo saber que en algún momento se iría o yo la haría daño, aún siendo sin malas intenciones.

Antes de aceptar conocerla tuve un tiempo pensando en como proceder, lo analicé, vi que era el único camino que tenía, mi única opción era seguir adelante con el proceso por el cual pasamos juntas, yo la conocía a ella y ella se abría a mi.

Todo era increíble, fantástico, conocer a una persona tan especial es un regalo, su forma de pensar era única, nunca vi semejante cosa, sentía una conexión con ella que no podía explicar.

Estar a su lado era mágico, siempre buscaba pasar tiempo con ella, era algo que me motivaba y me hacía sentir con vida. Me encantaban sus lógicas ilógicas, cada día era una aventura y cada aventura era mejor que la anterior.

Lamentablemente no todo es perfecto siempre, no todo es felicidad, hay muchos baches, pero para ella sentirse mal era algo común, ya se había acostumbrado a ello. Eso es lo que mas me dolía al verla, sentir su sufrimiento me consumía, no quería verla así, me odiaba a mí por no poder ser de ayuda para su dolor.

Fueron muchas las veces que ella quería acabar con todo esto, fueron y siguen siendo muchas las veces que cae y no puede levantarse... En esos momentos me sentía totalmente incompetente e inútil, estaba inmóvil ante la situación, no tenia el control ni el poder de hacer nada...

Solo deseaba que acabara para volver a verla reír, volver a verla feliz...

Siempre pensé que no hacía nada, que no le servía en lo mas mínimo, pero me contó que el simple hecho de permanecer a su lado, era sumamente poderoso para pasar por aquellas etapas tan duras.

Ahí me di cuenta de lo mucho que importa tener a alguien que se preocupe, que te tome en cuenta, que sepa que existes...

A partir de ahí siempre intentaba pasar más tiempo con ella, aprovechar cada instante, cada estupidez que me proponía, cada tontería que se le pasaba por la mente...

Pude aprender muchas coas de ella, una de las que mas aprecio es esa transparencia y facilidad que tenía de ser tan simple conmigo, de ser tan ella misma. No me ocultaba nada, era sincera, libre...

Me encantaba la facilidad que tenía de hablarme, de decir lo que pensaba siempre, aun que fuese algo raro y sin sentido, su espíritu no se podía doblegar ni cambiar, ella era lo que era y eso me producía una gran fascinación y admiración.