Sus labios eran suaves, suaves como el algodón.
Sus labios eran tempestad en su corazón, como una noche oscura de tormenta.
Sus labios eran chocolate, dulces.
Sus labios eran el cielo y el infierno vividos al mismo tiempo.
Sus labios eran como la primera entrada de comida y ella tenía hambre.
A ella se le antojo tener sus labios por siempre, sus besos.
Porque ella había olvidado como era besar y él se lo recordó.

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Déjame Vivir
Non-FictionHazme un favor... olvida el día q nos conocimos, olvida el primer momento en que me hablaste, olvida mis celos y mi orgullo, olvida q una vez formé parte de tu vida, olvídame. Si te lo pido es porque sé que no te costará hacerlo. Olvídalo tú, porque...