Charles Xavier es un hombre delgado, de ojos claros, acento inglés, de porte derecho y semblante frío. Está por cumplir treinta años y alguna vez fue un hombre motivado por la ciencia, el aprendizaje y lo desconocido. Entonces ¿Cómo llegó a trabajar en un ambiente tan ajeno y hostil como lo es la policía de Nueva York? Correcto, hace diez años soñaba con dedicar su vida a la investigación, lo apasionaba la genética y la biología humana. Luego del bachillerato entraría al instituto tecnológico de Nueva York y desde allí no se detendría. Pero viviendo desde los 11 años en un país sin un familiar al cual llamar, sólo con su madre, y con ésta enferma empeorando día con día, necesitaba de un trabajo pronto y el de servicio policial entonces ofrecía cursos fugaces con empleo rápido y seguro. Necesitaba el dinero. Y lo obtuvo, sin embargo su madre falleció cuando Charles cumplía 25 dejando más deuda que buenos recuerdos. Entonces ya la ciencia había perdido su gracia y la persecución de organizaciones criminales era lo suyo.
Charles realmente se comprometió en su trabajo y pronto los más altos cargos lo reclamaron bajo su alero para en algún futuro cercano convertirse en su sucesor. Y es que el ahora detective era bueno. Es bueno. Es perspicaz, ágil, atento, detallista y minucioso. No deja nada al azar cuando de cumplir con su labor se trata. No hay ni ha habido nada que perturbe su estabilidad a la hora de trabajar. Quizá es por lo mismo que aquella tarde de viernes, casi al finalizar su jornada, el jefe del departamento de policía de Nueva York lo cita a su despacho.
—Permiso, ¿quería verme, señor Hawk? —.
— Xavier, cierra la puerta y toma asiento, no te quitaré mucho tiempo. — Matt Hawk era un hombre robusto, calvo y de al menos metro ochenta de estatura. Era ese tipo de persona que no pasas por alto una vez que se te cruza por delante no sólo por sus atributos físicos sino también por su expresión de pocos amigos y su semblante turbio que deja helado a cualquiera. A pesar del aspecto serio de Charles, aún le costaba no ponerse nervioso ante sus más grandes superiores. Y es que no puede arruinarlo si quiere llegar a ese puesto en algunos años.
«Hace algunos meses estamos siguiendo una banda del crimen organizado cuyas operaciones centrales se encuentran en Nueva York, hemos logrado hacer que el caso sea nuestro apelando a un detenido que tenemos en nuestro estado. De momento no hemos procesado nada puesto que las investigaciones están en curso y no queremos detener lo que realizan, es un trabajo de inteligencia avanzado y no necesitamos que sepan que estamos pisando sus talones. Por lo mismo debemos asegurar que el detenido mantenga un arresto domiciliario a la espera de juicio, como cualquier ciudadano sin antecedentes tendría ¿Me sigues? Y como cualquier ciudadano hay que asignarle un agente o, en este caso, detective. Estamos cortos de personal calificado para esto y necesito fundamentalmente de tu presencia en este asunto. Un agente no nos sirve, necesitamos un detective de tu rango y experiencia porque no sólo serás su centinela, sino también necesitamos que investigues todo lo que puedas. No haremos ninguna intervención salvo tu presencia, es fundamental que crea que no sabemos nada.»
— Disculpe mi interrupción pero ¿Nos turnaremos con otro agente? Entiendo que debe estar vigilado las 24 horas del día. —
— Este es el caso: supuestamente estamos cortos de agentes, lo que tampoco es ajeno a la realidad, tu generación fue la última del ingreso masivo, ya no tenemos agentes de sobra. Pero piensa, si hay poco personal ¿No sería extraño asignar entonces 2 detectives a un simple ciudadano? Y es por ello que necesito que tú seas su centinela. Al menos los primeros 3 meses de investigación debes estar allí. Vivir con él y entregarnos todo lo que puedas ¿Podemos contar contigo, detective Xavier? —
Charles no esperó medio segundo y ya se encontraba de pie extendiendo su mano al jefe de departamento, sellando su compromiso con la misión que le tocaría enfrentar. No lo había analizado en profundidad en su cabeza, sólo tenía en mente que esta era la oportunidad de demostrar lo que era y su valía. Este sería el caso que lo ascendería a sargento y nada ni nadie se interpondría en su meta.
— Tendrá el fin de semana para prepararse, detective, en unos minutos encontrará en su escritorio el desglose detallado de la organización así como toda la información disponible del individuo. Estúdielo, no podemos permitirnos fallas. El lunes a primera hora el imputado será dejado en su residencia, lleve sus cosas. Éxito. —
Charles sale por la puerta luego de entregar un asentimiento de cabeza a su superior. Antes de dirigirse a su cubículo pasa al baño a lavarse la cara. Está solo y se apoya en la loza para observar su reflejo en el sucio espejo. Llevaba años sin convivir con alguien pero ¿Qué tan difícil podría ser? Sabrá todo del hombre en unos minutos. Desordena un poco su largo cabello y admira cómo ha quedado. Ya casi le llega a los hombros y no alcanzará a cortarlo este fin de semana si quiere llegar bien preparado con la ficha. Se afeitará la barba, sí, una buena impresión al menos será necesaria.
Minutos después se sienta en su escritorio pero su cajón estaba entreabierto. Claro, no lo dejarían regado en cualquier parte. Retira el sobre con el sello rojo de confidencial en la portada y sólo lo abre para echar un vistazo al perfil del acusado. Treinta y dos años, alto, delgado, en buena forma, en la foto se ve un hombre serio y sencillo. No parece un criminal extravagante como algunos con quienes ha lidiado, no callan nunca. Por el contrario a lo común, no será fácil entablar conversación con un hombre como este, aunque bueno, mejor así.
Superficialmente avanza su mirada por el resto del primer papel, hasta que en la esquina inferior izquierda, finalmente, el nombre de quien será su conviviente por lo que espera sean unos cortos meses aparece: Erik Lehnsherr.
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Entre la ley y el crimen - Cherik AU
FanfictionLa nueva misión del detective Charles fuera de ser un trámite más para seguir avanzando en su brillante carrera policial, llegará a desestabilizar todo lo que pensaba tenía claro y seguro. Los personajes no son míos. Fanfiction. Cherik. AU.