Mi regalo, tu amor.

Parte 2/2

Ya había pasado la hora de entrada al colegio cuando decidí dejar de esperarlo. Arreglé mis cosas y fui la escuela. Ni siquiera había ido a buscarme en la mañana, y no lo culpo, yo tuve la culpa. Todo es culpa de los malditos celos que me hacen actuar de manera irracional, sin pensar lo que hago.

-Llega atrasado Nanase-kun.- dijo la profesora apenas llegué a la sala. Solo asentí y fui directamente a mi asiento.

El puesto de mi lado estaba siendo ocupado por un tipo que ni siquiera recordaba iba en mi clase... ¿Dónde estaba? Tal vez no había venido.

Lo busqué con la mirada por todo el salón, y lo encontré en la otra punta de la sala, bastante cabizbajo. Mi fija mirada en él logró ser correspondida por una fracción de segundo, luego giró su cabeza, evitándome.

<<Sigue enojado>> pensé. Anoche antes de dormire le llamé pero sólo me contesto un seco: "Hablamos mañana".

Tocaron el primer timbre y me levanté para ir a hablar con él pero llegó el otro maestro y me ordenó que me sentara. Nadie era capaz de entender mi situación con Makoto. Tendría que esperar otro periodo de clases para hablar con él...

Cuando tocó el timbre para salir a almorzar él ya estaba terminando de ordenar sus cosas, rápidamente lo agarré del brazo y lo obligué a que me siguiera.

-¿Qué crees que haces, Haruka?

Haruka... Hace mucho que no me decía así. Eso dolía.

-Estoy cansado de que me ignores, arreglemos esto.

-Bien.

Makoto me miraba serio, muy indiferente.

-Vamos a la Azotea para hablar con calma.

Caminamos en silencio, no quería hablar porque de alguna manera sentía que iba a empeorar las cosas. Cuando llegamos Makoto volvió a verme fijo.

-¿Qué tenías que decirme?

-Yo...-las palabras no querían salir, estaban atoradas en mi garganta y podía notar a Makoto cada vez más molesto ante mi silencio.

-Sí no piensas decirme nada me iré.

Le veía alejarse poco a poco pero inmediatamente le tomé la mano.

-Lo siento.

-¿Por qué te disculpas?

-Pues... Creo que lo de ayer esta mal. Yo... Salí de control. Lo lamento, sentí celos y... No pude contenerme.

-¿Por qué habrías de tener celos?- me miró atentamente. Quedamos frente a frente, su penetrante mirada, mas aquella comprometedora pregunta lograron ponerme nervioso.

-Pues... El regalo de Kisumi era mejor.- Volteé rápidamente a otro lado para no encontrarme con la mirada de Makoto.

-Haruka mírame. ¿Sólo es por eso?... ¿No hay otra razón? - Sentí sus grandes manos tomar los contornos de mi rostro, obligándome a mirarlo directamente a sus ojos verdes.

-Esto ... Mako... Yo... Yo... - Se notaba claramente que estaba nervioso.

-¿Me quieres? - Dijo el castaño tratando de terminar la frase que yo tartamudeaba, se acercaba peligrosamente a mi, yo solo respondía dándole un color rojo a mis mejillas en un acto involuntario. - Ayer leí tu carta. Quizás no querías demostrar mucho diciendo te quiero, pero a mi si me importa Haru...

En ese momento recordé la tarjeta de cumpleaños que había hecho, donde nos dibujé a ambos y abajo había una dedicatoria. "Gracias por ser mi amigo todos estos años Makoto, te quiero . Haru xx"

-De hecho, ayer ni siquiera fui capaz de contestar a tus llamadas, no quería que me escucharas llorar. Si nuestra amistad hubiera acabado ayer, a pesar de lo desgarrado que estaba... Si tu lo hubieras querido terminar todo ayer, yo simplemente... - Su voz comenzaba a romperse.- lo hubiera hecho, si eso es lo que querías... Por hacerte feliz aunque fuera una última vez.

-Mako...

Algunas lágrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas, lentamente las quité de su rostro con mis pulgares, acariciando su tersa y suave piel. No lo pensé dos veces. Él lo pedía a gritos. Yo lo necesitaba. Me pare en puntas de pies y junté nuestros labios en un beso tierno, que llenaba de cariño y expresaba todo aquel dolor del día anterior, sanando con dulzura el amargo sabor de aquel día. No fue algo largo, solo un gesto para evidenciarle cuanto lo necesitaba en aquellos momentos, cuanto lo extrañaba...

-Me gustas Makoto, no soportó cuando otro se acerca a ti.. Lamento mis ataques de celos, es solo que quiero que estés a mi lado. Tengo miedo de que me dejes...

-No sería capaz de dejarte Haru-chan, tu eres mi vida. No soportaría apartarme de mi. Odio cuando nos peleamos y te enojas, porque me gusta que seas feliz. No soporto la idea de saber que te hago daño, yo solo quiero hacerte sentir bien... Te amo.