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Evan

Parecía ser un día como cualquier otro. Salí de mi clase de biología para dirigirme al laboratorio donde ejerceriamos la clase de química de hoy. Sin duda era una de mis asignaturas favoritas junto a la biología. De alguna manera sentía que estas dos materias iban de la mano. Han sido varias las veces en las que hemos estudiado algo en clase de biología que tenga relación directa con la química. El mundo era realmente interesante y había mucho que descubrir en el, realmente no entendía a todas esas personas que elegían las letras antes que las ciencias. Y mi mejor amiga Denise, pertenecía a ese grupo de personas extrañas que preferían las letras a las ciencias. Bueno, en el caso de mi amiga no es así. Ella es una completa baga y siempre va por lo fácil según ella. Si me hubiese hecho caso y eligiese las ciencias le iría muy bien todo, lo sé, si no entendiera algo se lo explicaría y así evitaria pasarse media vida estudiando para las recuperaciones, todo por ser una baga y no estudiar al principio. Denise no era tonta, lo sabía, pero su nivel de flojera era más alto que si inteligencia.

Yo le insistí varias veces que eligiese ciencias, así podríamos pasar tiempo juntos y a parte podría ayudarla con los estudios. Pero ella persistía en que las letras eran los suyo, al fin y al cabo el único motivo por el que ella había elegido ir por letras era porque el chico que le gustaba hacia letras. Mi amiga realmente tenía un mal gusto, ¿para que quedarse con uno de esos raritos filosos? Supongo que jamás llegaría a entender ese tipo de cosas con una mente así de científica. Yo en cambio era un chico muy estudioso y muchas veces considerado empollon, pero no uno de esos marginados que visten de camisa de cuadros y se peinan hacía atras.
¿Quien dijo que la gente inteligente no podía ser como el resto de personas?

Mi mejor amiga Denise era bastante popular, especialmente para los chicos. Ser su mejor amigo me sumaba puntos, siempre me invitaban a las mejores fiestas junto a ella. Aunque yo no fuera el tipo de chico que le gustase salir por ahí, de vez en cuando lo hacía para pasar un buen rato con Denise.

Al entrar al laboratorio me senté junto a unos compañeros para continuar con el trabajo que habíamos empezado el día anterior. Debo admitir que el ambiente era muy bueno en la clase, temíamos la oportunidad de charlar tranquilamente mientras hacíamos nuestro trabajo. Últimamente las clases de química estaban siendo más entretenida, estábamos poniendo su prueba todo lo que habíamos aprendido hasta ahora. Era realmente interesante hacer la clase en el laboratorio teniendo la oportunidad de mezclar los elementos químicos, la práctica tmbien era importante. Que mejor oportunidad que esta, tanta teoría hartaba.

Estaba haciendo el trabajo con dos amigos, no eran muy populares que digamos, los dos eran inteligentes y muchas veces catalogados como empollones, en resumen, eran de los míos. Estábamos sentados en la tercera fila del laboratorio, ese era nuestro lugar. Pero no vengo a hablar de mi vida, vengo a contaros el como se desencadenó el caos. Esa misma clase en el laboratorio de ciencias, uno de los grupos que estaba haciendo el trabajo tuvo un accidente con los elementos al mezclarlos, y el contenido del tubo de ensayo terminó por explotar. No era para tanto, solo era un pequeño inconveniente. Pero las cosas se pusieron feas cuando uno de los chicos de aquel grupo cogió un trapo para limpiar el desastre que habían hecho. El líquido que estaba esparcido en la mesa era de un color verdoso, empezó a cambiar y se convirtió en espuma, lo más extraño era que la espuma empezó a crecer y crecer. Los del grupo intentaron limpiarlo pero nada servía. La espuma manchó la piel del chico llamado Oliver, lo más temible ers que la espuma era radioactiva, atravesó la piel del estudiante. Juraría que se le veía parte del hueso de la mano. Obviamente él y sus compañeros entraron en pánico al ver lo ocurrido. La piel de Oliver empezó a llenarse de heridas preofunadas, el color de su piel también cambió hasta tornarse de un tono verdoso. Las pupilas de sus ojos desaparecieron hasta convertirse en  completamente blancas, Oliver había pasado a ser un monstruo.

Las cosas se descontrolaron cuando Oliver empezó a intentar atacar a sus compañeros, cosa que logró hacer sin problema. Empezó a morderlos violentamente hasta arrancarles la piel y llenarles la piel de heridas. Al igual que Oliver su cutis se tornó de un color verdoso. Sin duda eran zombies.
Y como cualquier zombie, se pusieron a intentar atacar a los demás. Por desgracia el pánico cundió y todos los alumnos salimos corriendo del laboratorio mientras gritabamos. Muchos habían sido mordidos por el camino convirtiéndose así en zombies.
Mi desarrollado instinto de supervivencia me ayudó para salir del aula del laboratorio sin un rasguño. Lo que acababa de presenciar era horrible, pero lo que era aún más horrible era que el virus se estaba extendiendo muy rápido. A este paso todo el instituto terminaría infectado en menos de una hora y claramente eso se extendería hacia fuera también.

Eramos alrededor de veinte personas las que estábamos en el laboratorio y no habían sido más que seis la personas que habían sobrevivido. De alguno manera nos arreglamos para cerrarles la puerta del laboratorio al resto de alumnos que se habían convertido en zombies. Era una manera efectiva para retenerlos durante un tiempo, porque claro estaba que tarde o temprano lograrían salir de ahí. La profesora de química había vuelto corriendo después de escuchar nuestros gritos, había salido del laboratorio durante un momento, justo en el momento en el que el virus se desató. La señora Harris, la cual era nuestra profesora de química, estaba intentando recuperar su respiración despues de venir corriendo hacia aquí. Se veía clara preocupación en su rostro al ver a los pocos alumnos que quedaban llorando, excepto yo. Por alguna razón no me había puesto a llorar como el resto. Sentía la adrenalina correr por mi sangre al enfrentarme a una situación como esta, en lo único que estaba pensando en ese momento era en salir corriendo y juntarme con Denise para largarnos de este lugar antes de que nos infectasen.

— ¿Estais todos bien? — preguntó la señora Harris en pánico.

— Si, nosotros estamos bien. Pero el resto esta dentro del laboratorio. La mezcla de Oliver y su grupo transmitía una especie de enfermedad, todos se están mordiendo entre ellos ahora mismo—expliqué.

— Esta bien, os tenéis que marchar de aquí ahora. Yo activare la alarma de incendios para que el resto del alumnado evacúe el instituto—

La puerta del laboratorio no resistiría más tiempo, se veía muy claramente. Teníamos que irnos de ahí lo ante posible, sino una manada de zombies se cometían nuestros sesos.

— No puedes activar la alarma de incendios, es muy peligroso— dije señalando la puerta que estaba por derrumbarse— Los demás saldrán en cualquier momento y te infectarán—

— Debo hacerlo por el instituto, por favor, marcharos, no perdáis más el tiempo— dijo finalmente para marcharse corriendo.

No nos lo pensamos ni dos veces y salimos corriendo del lugar. No pude evitar mirar la puerta del laboratorio por última vez, iba a reventar en cualquier momento. Y si eso ocurría la señora Harris quedaria infectada por el virus. Pero no era momento de pensar en esas cosas ahora mismo, teníamos que correr por nuestras vidas. Finalmente escuchamos la alarma de incendio, lo que significaba que la señora Harris había cumplido su misión, ahora quedaba la parte más difícil que era salir viva de ahí. Intenté dejar de pensar en ella y concentrarme en mi mismo y en mi propia supervivencia, ahora que había sonado la alarma de incendio tenía que ir a buscar a Denise.

Sea como sea teníamos que sobrevivir hasta el final, pero para eso necesitaba ir a por ella. Antes de que fuera demasiado tarde.

V I R U S ☣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora