I'm not the only one

Moira MacTargget suspiró satisfecha con su imagen ante el espejo, alisó de nueva cuenta ese hermoso vestido negro y acomodó el discreto collar de plata y zafiros que su esposo le regaló al año anterior. Con una última sonrisa se alejó para ponerse las botas de tubo y el ligero abrigo tejido de color rojo borgoña para por fin bajar con su numerosa familia.

Como era de esperarse todo era un caos de charlas y risas de jóvenes que pasarían las fiestas en el instituto que se había vuelto su hogar, aquel vestíbulo tan bellamente adornado con guías de agujas de pino frescas y tallitos diminutos de muérdago y bayas de belladona estaba lleno de vida.

-Vamos chicos ya casi es hora de la cena- dijo la castaña metiendo prisa a los jóvenes que aún estaban en las escaleras

-¿Necesitas ayuda con la cocina?- le preguntó una joven pelirroja de unos quince años

--No te preocupes Jean, este año fue turno de los chicos para consentirnos- contestó acariciándole la mejilla

-Oh dios, dime que Scott no está ayudando porque entonces moriremos intoxicados- murmuró Ororo haciendo que todos a su alrededor rieran con ganas antes de obedecer a Moira y dirigirse al enorme comedor

La genetista volvió a suspirar mientras veía a los jóvenes retirarse del vestíbulo. Esta época del año era su favorita y más desde hace cuatro años que su entonces prometido le había traído por primera vez y ni que hablar de hace dos años que llegó a vivir con Charles... sí, definitivamente desde entonces adoraba aún más las fiestas pues no había momento en el que se sintiera más dichosa y plena que cuando comía rodeada de todos esos jóvenes que sin su querido Profesor Xavier simplemente no tendrían techo, ropa o comida.

-¿En qué piensas?- susurró una voz familiar acercándose y tomando su mano entre las suyas

-En lo afortunados que somos todos por tenerte entre nuestras vidas- contestó mirando directamente a aquellos ojos del color del mar

-El afortunado soy yo- contestó Charles con una sonrisa tímida

-Te amo Charles

-Y yo a ti querida- susurró antes de besar su mejilla haciéndola sonreír, eran estos momento los que más adoraba e incluso podía obviar aquel regusto amargo ante el mote cariñoso que Charles le daba... en estos momentos podía incluso olvidar ciertos aspectos de su vida juntos.

You and me we made a vow
For better or for worse
I can't believe you let me down
But the proof is in the way it hurts
For months on end I've had my doubts
Denying every tear
I wish this would be over now
But I know that I still need you here

Se separaron justo cuando el timbre sonaba y Charles se dirigió a la puerta mientras ella se tensaba, no pudo evitarlo pues sabía quién era y se obligó a controlarse y poner una sonrisa en el rostro

-¿Qué tal Charles?- una voz rasposa y varonil se hizo escuchar

-¡Logan! No sabía que también vendrías. Bienvenido amigo mío- murmuró sorprendido y dándole un suave abrazo. Pero ella no estaba nada sorprendida pues los Lehnsherr y los Howlett eran bastante unidos.

-Ni yo, tu viejo amigo prácticamente me obligó- se "quejó" con una sonrisa torcida en el rostro y entró- Hola Moira

-Bienvenido Logan, es un placer verte- dijo la mujer abrazándole mientras el resto de los recién llegados entraban saludando alegremente: la pequeña Laura, los gemelos Pietro y Wanda, la adolescente y muy rebelde Lorna, la princesita Nina y...

-¡Viejo amigo!- el aun perceptible acento alemán llegó a los oídos de la genetista como si se tratara de hiel

-¡Erick!- los amigos se abrazaron con fuerza, Moira pudo notar los dedos de Lehnsherr apretando ligeramente los hombros de su esposo, como si se rehusara a soltarle