Erase una vez en un pequeño reino un rey y su amada reina. Ellos se amaban y regían bien a su pueblo. Ellos tuvieron un hijo al cual le dieron el nombre de Phillip, todo era feliz para ellos, su reino estaba en paz con los demás reinos y la armonía era lo que dominaba sus tierras. Los reyes criaron a Phillip y decidieron que llevara un entrenamiento militar y seglar para poder ser en un futuro un gran rey, pero no todo fue color de rosa para esta pequeña familia ya que cuando Phillip tenía tan solo 13 años su madre la reina enfermó y aunque el rey luchó a su lado en contra de la enfermedad que ella tenía después de 5 exhaustivos años en contra de su enfermedad finalmente la reina no pudo más y perdió su batalla.
El rey cayó en una depresión gigantesca y el reino reflejaba la tristeza de su rey ya que poco a poco al igual que su corazón el reino perdió su luz, perdió la prosperidad que tenía y el hambre, las enfermedades y la hechicería azotaron sus tierras. Poco después un reino vecino al ver su debilidad se aprovechó de eso e inició una guerra en contra de ellos y aunque pudieron defenderse y no caer ante el otro reino su ejercito quedó devastado, sus tierras destruidas y la situación económica y social del reino iba de mal en peor.
El joven principe al ver esto ya no sabía que más podrían hacer ya que no sobrevivirían al paso al que iban y mucho menos si se avecinaban ataques de reinos vecinos al ver la situación que ellos vivían. Pero aún así Phillip no se amargo ni perdió la esperanza ya que sabía que trabajando duro el reino podría volver a ser lo que algún día fue y que podrían levantarse y volver a ser el gran reino glorioso que eran.
Mientras esto pasaba el padre de Phillip el rey Huberto acordaba un encuentro con su viejo amigo el rey de un reino vecino, el rey Stefan para tratar asuntos comerciales. Posteriormente, el rey Augusto fue al reino del rey Stefan y cerraron sus tratos de buena manera, lo único que no sabía Phillip es que su padre al volver le daría una noticia que cambiaría su vida por completo.
Al volver el rey Huberto mando a llamar al joven heredero, cuando Phillip se encontró con su padre empezaron una conversación que parecía de lo más normal pero que más tarde causaría una guerra interna en Phillip
PHILLIP
-Rey Huberto: ¡Phillip, hijo me da gusto verte!
(El rey abraza a su hijo con cariño y una sonrisa que no tenía desde ya hace un tiempo por la perdida de su amada reina)
-Phillip: Igual me da gusto verte padre. ¿Cómo estuvo tu viaje?
-Rey Huberto: Me atrevería a decir que fue el mejor viaje que he hecho en mi vida. Realmente lo que el acuerdo al que llegue con Stefan nos ayudará a salir de la situación en la que estamos.
-Phillip: Me alegra saberlo padre, espero que lo de las rutas de comercio y los intercambios entre nuestros pueblos haya salido bien.
-Rey Huberto: Si todo eso salió muy bien hijo
(El rey lo dijo sin darle la importancia que esto realmente tenía y en los beneficios que le daría a su pueblo, por lo que Phillip también se quedó pensando en que más pudo haber pasado en ese viaje y no se quedaría con la duda)
-Phillip: ¿Pasa algo más padre que no me estes diciendo?
-Rey Huberto: Siéntate hijo mío.
(Phillip y su padre se sentaron y antes de que el joven príncipe pudiera decir algo su padre tomó la palabra)
-Rey Huberto: Hijo, tú siempre has sido un buen muchacho, siempre has sido un hijo obediente y confío plenamente en que algún día podrás ser un gran rey para este reino.
(Phillip solo escuchaba atento lo que decía su padre)
-Rey Huberto: Es por eso que confío en que al igual que en lo demás me obedecerás y cumplirás con esta nueva misión que cambiara tu vida.
-Rey Huberto: El rey Stefan y yo siempre hemos sido buenos aliados y sabes bien que el tiene una hija, la princesa Aurora, sin embargo el ha pasado por cosas muy difíciles ya que tan solo siendo una pequeña bebé tuvo que darle a su hija a unas hadas para que la protegieran de la maldición que le puso al nacer una malvada bruja.
-Phillip: Si padre, recuerdo que mi madre me contó la historia.
-Rey Huberto: Bueno, Aurora ahora tiene la edad de 15 años y la maldición que le pusieron expira a los 16 años, eso quiere decir que en poco tiempo podrá retomar su lugar en la corte de su padre como su única heredera y como la princesa de su reino.
-Phillip: Eso es una excelente noticia, que alegría deberá sentir el rey.
-Rey Huberto: Si, solamente hay algo que ambos pensamos y es que Aurora necesitará a una hombre a su lado que le ayude a regir a su pueblo, por lo tanto que mejor que sea otro noble heredero de un reino vecino.
(Los ojos del muchacho se abrieron como platos ya que aunque su padre aún no terminaba, el ya sabía a qué se refería y que tenía el que ver en todo esto)
-Phillip: ¿Me estas diciendo que yo seré su esposo?
-Rey Huberto: Si muchacho, por fin dos reinos se harán uno solo y nuestro reino saldrá de la situación tan mala que está pasando.
(Phillip seguía asombrado por lo que su padre acababa de decir y a la misma vez sentía como su sangre subía hasta su cara y como poco a poco sentía el enojo al darse cuenta de como su padre ya había planeado un futuro para él sin antes consultarle y sin ponerse a pensar en lo que el joven realmente quería)
-Phillip: ¡¿Padre, en ningún momento te pusiste a pensar en lo que yo quiero, nunca paso por tu mente que realmente yo si quiero ser feliz, quiero una vida y quiero tener la oportunidad de vivirla con quien yo ame?!
Rey Huberto: ¡Eres un ingenuo Phillip!, que no te das cuenta de que esto es lo mejor para nuestro pueblo.
-Phillip: Si, pero tú acaso no pensaste en que es lo que tu hijo desea.
-Rey Huberto: ¡Cuida tus palabras porque no saber con quien estas hablando!
Phillip: ¡Claro que lo sé!, con un hombre que nunca piensa en los demás y un hombre al que no le importa la vida de su propio hijo.
(En ese instante el rey mando a llamar a los guardias que se encontraban en la puerta de la habitación y les mando sujetar al príncipe)
Rey Huberto: Hijo, entiende que antes que tus intereses está el bienestar de tu pueblo y como futuro rey no te puedes dar el lujo de tener al cien porciento el control de tu vida. Tienes la vida de muchas personas en tus manos y no creo que sea un sacrificio que tu padre te arregle un buen matrimonio y trate de expandir tu futuro reino.
(Phillip aún sujetado, furioso pero con la voz apagada le dijo a su padre) :
-Phillip: No tenias derecho.
-Rey Huberto: ¡Llévenselo!, enciérrenlo hasta que aprenda a respetar ordenes y la autoridad de su rey.
(Los guardias se llevaron a Phillip a un calabozo en el que lo metieron para que reflexionara acerca de sus acciones pero el joven no era fácil de doblegar así que tal vez se quedaría ahí dentro un largo rato).
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La verdadera historia de la bella durmiente
RomanceEn esta historia se relata el antes de que el amor Aurora y Philip comenzara, también nos cuenta la vida de cada uno de ellos, como se conocieron y como se llegaron a amar con cada parte de su corazón, sin embargo las cosas que están por venir para...