Pt.3} Llegada a la Hacienda 2

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•~ continúa..

        Llegando a la casa nos metimos al cuarto a dejar todas sus cosas.

        Después encontramos a mi tía Mercedes en la cocina. Mónica pasa a saludarla, "Buenas tardes oiga, ¿cómo está?"

        "Yo muy bien hija, ya se les extrañaba. Y tu como has estado?" Le pregunta mi tía con una sonrisa tierna.

       "Bien estresada por allá, pero feliz de estar de nuevo con ustedes. Gracias por recibirme en su casa. Ya tanto sin verla, pero vea nada más que bien se ve usted."

          "Por nada mija ya sabes que aquí está tu casa siempre. Pero yo ya vieja mija como has de creer." Dice mi tía negando con la cabeza. "Ah usted también que le encanta que le digan tía." Le digo con una risa. "No me exhibas pues también tú." Dice haciéndonos reír.

"Bueno y no quieren algo de comer? ¿No tienen hambre o que?" Pregunta mi tía volviendo a las cazuelas. "Pues algo nomas." Le digo recargándome en la isla de cocina. "Yo igual oiga, pero algo ligero si tiene por favor." Le dice Mon sentándose en una silla alta de la isla.

"Pues hay sopa fría con frijoles puercos y barbacoa, aunque pues la barbacoa es carne roja. Ya sabrán si quieren sopa nomas." Mi tía dice sacando todo del refrigerador. "Pues yo nomas quisiera sopa para guardar espacio para al rato." Le digo con una mirada juguetona. "Bien pues yo también por favor." Dice Mon con una sonrisa tierna.

Mi tía Mercedes nos sirve y platicamos un ratito con ella mientras comemos.

"Bueno pues pásale a descansar mija, que ya escuché qué hay escándalo pal rato." Mi tía dice echándome ojos acusadores, lo que me hace darle una sonrisa chiflada en respuesta. "Pinche plebita, ya chíspele pa' ya, n'más enfadando ya." Dice haciéndonos a un lado. Riendo nos salimos de la cocina hacia mi cuarto.

Duramos otro rato platicando hasta que nos quedamos bien dormidas.

        Estaba tan a gustooo y que entran los desmadrosos Azul y Leon haciendo un escándalo, sonando la puerta, cantando a todo lo que da (bien culero por cierto, lo bueno que no se dedican a eso los pobrecitos), y moviéndonos a las dos exageradamente aunque ya estamos despiertas.

"¡Ay no! ¿Que quieren? Pinches enfadosos como chingan a la verga, no dejan dormir." Les digo ya harta, mientras ellos solo se la curan de mi.

        "Pos no hay nada que hacer." Me dice Azul parpadeando sus pestañotas exageradamente. "¡Eh pinches plebitos feos! Sáquense de aquí y vallan a ver que los pone hacer su papá pa' que se les quite el aburrimiento que cargan. Aver si no se les quita 'ora si." Les digo apuntándolos pa' la puerta.

"¡Ay no!" Dice Azul, (quien tiene 11 años) como todo plebito malcriado.

"Nel, ¿qué hay divertido en eso? Luego nos anda mandando hacer rondas." Leon dice haciendo cara de fuchi.

"Ah bueno, entonces no anden chingado y pónganse aver si ya puso la marrana. Adiós." Digo rodando mis ojos, arrinconándolos hacia la puerta con las manos.

   "Mm, que amargada Lanis." Reniega Azul agachando la cabeza haciendo pancho.

"Mmm pues ¿Que quieren que yo haga? ¿Que creen ustedes? Ni que fuera el pinche payaso del camión pa entretenerlos." Les digo, igual renegando como ellos.

"Pues no, pero bien que pareces." Me responde Leon y en chinga se salen corriendo los dos del cuarto risa y risa, porque bien que saben lo que les pasa a los cabrones. "Plebitos..." digo rodando los ojos, volteando a ver a Mónica quien nomás se ríe.

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