You found me - Zayn Malik

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Los adultos que leían sus periódicos o revisaban sus correos electrónicos lo mandaron a callar, él mascullo una maldición y tomó la taza caliente entre sus manos, al menos eso aliviaría un poco el frío de esos días en esa fría cuidad. Londres ya estaba cubriéndose de nieve y el haber venido en su moto ahora parecía una mala idea.

Después de ello se rindió fácilmente con el asunto de la chica, tenía la cabeza en otra parte, y el pequeño detalle de que una chica conozca su nombre no debía preocuparlo, era cosa de todos los días. Su teléfono comenzó a vibrar sobre la mesa y lo levanto sobre esta, solo para ver quién era. Natasha. Chisteo la lengua y colgó, lo menos que quería era hablar con ella.

Se frotó la cabeza con sus manos y probó un poco del café. Uno de los mejores que había probado en su vida, ninguno superaba al de su madre, pero este se le acercaba mucho, volteo inmediatamente hacia la mesera, arreglaba un par de cosas y distribuía servilletas de papel en los servilleteros. El sabor era muy parecido al café de su madre.

Se fijó en la hora, casi las ocho de la noche. En ese momento debería estar con los chicos en esa fiesta, divirtiéndose un rato, era viernes en la noche, no debería estar entre un montón de viejos tomando una buena taza de café. Gruño cuando el líquido quemó su garganta, aparto la taza de sus labios y la dejó sobre la mesa, estaba cansado, de todo, de sí mismo.

Quería charlar con alguien, pero no iba a molestar a Liam a esas horas, debería estar estudiando o algo por el estilo, salvo que se haya decidido a ir a la fiesta con los chicos, si fuese así, Zayn realmente se arrepentía de no estar ahí. Estaba solo, era lo que quería, pero no le gustaba la soledad.

Se mordió el labio cuando la rubia pasó detrás de él para atender a una señora que acababa de entrar. Zayn estaba en la obligación de admitir que la muchacha le llamaba mucho la atención, pero no era su tipo, para ese tipo de cosas tenia a Natasha, y ya era suficiente tener que soportarla a ella. La chica se acercaba y Zayn se puso extrañamente nervioso, quería preguntarle como rayos conocía su nombre, ahora era el momento.

Chisto los dientes, pero ella no pareció escucharlo, y si lo hizo, simplemente lo ignoro. Zayn se estiró de su asiento y tomó su mano antes de que la chica se alejara más de la mesa. La sintió tibia y suave, eso se lo atribuyó al café que ella llevaba en sus manos. La sostuvo un rato, le gustó sentirla. Ella volteo casi de inmediato y lo miraba asustada, se deshizo del agarre de Zayn y cubrió su mano con la otra sobre su pecho, él se acomodó en la silla.

-¿Desea algo más? - dijo con la voz apagada.

La quedó mirando por un momento. ¿Tanto la había sorprendido que él le tomara la mano? ¿Era una de esas chicas locas obsesionadas con él? Si era así ¿Por qué nunca la había visto? Se habría divertido con ella, era bonita y justo en ese momento se veía totalmente indefensa, él rió un poco y ella lo miró mal.

-¿Nada? - volvió a preguntar.

-Nada cariño, solo quería hacerte una pregunta...

-Le agradecería que no me llame cariño.

Se sorprendió por eso, mucho. Inclinó la cabeza para mirarla mejor, seguía sosteniendo sus manos sobre su pecho. ¿Había causado tanta impresión en ella? Sonrió, si era así, se sentía orgulloso. Se recargó sobre la silla buscando una postura cómoda, un señor llamó a la chica, ella volteó y le dijo que iba en seguida, se volteó hacia Zayn, a quien se le había borrado la sonrisa victoriosa. El maldito viejo estaba arruinándole la noche.

-Si no se le ofrece nada, iré a atender las demás mesas.

Y se fue. Zayn se frustró. Esa noche no ligaría. La chica era bonita pero requería de esfuerzo, y lo último que quería esa noche era esforzarse en cualquier cosa. Vio a la chica caminar hacia el viejo y sonrió de lado. Era atractiva, pero como ya se había dicho antes, no era de su tipo.