---𝓡𝓮𝓯𝓾𝓰𝓲𝓸---

Capitulo 7

La luz del sol le calentó la cara y el viento frío le hizo temblar la espalda.

Ella debe haber tenido seis o siete años, Alexa Woods se lanzó al agua para una última mirada al océano. El aire salado la saludó, y las gaviotas gritaron bienvenidas por el cielo, mientras las olas le hacían cosquillas en los pies descalzos. Lex se rió y chapoteó un momento antes de que sus ojos fueran atraídos hacia la roca masiva que estaba cerca de la orilla.

Se despidió de las estrellas de mar y los mejillones, la anémona y los cangrejos. Una repentina luz roja pasó por sus ojos, lastimándolos por un momento antes de que desapareciera nuevamente. La niña miró hacia la cima de la roca para ver si podía encontrar la fuente.

Al principio no vio nada, pero luego notó una distorsión en el aire sobre la roca como una onda en las aguas. Ella lo miró un momento, tratando de discernir qué era. Parecía de forma humanoide, decidió Lex, levantando su brazo y saludó con la mano. Sea lo que sea, se quedó quieto por un momento antes de que una distorsión en la atmósfera en forma de brazo levantado y reflejado en la acción, Lex se riera.

"¡Lexie!" Su padre llamó desde las dunas de arriba: "¡Ven, Babydoll! ¡Pensé que querías ir a las montañas!"

"¡Cooooomiiing!" Ella gritó con voz de canto antes de volver a la forma extraña que vio y la roca y también se despidió de ella antes de precipitarse colina arriba hacia el auto donde su familia estaba esperando. Se puso las sandalias y se subió junto a su hermana.

"¡Odio la nieve!" La otra chica se quejó, "¿No podemos quedarnos en la playa?"

Su madre se volvió hacia ellos con una sonrisa: "Vamos, hicimos lo tuyo, es el turno de Alexa". Ella explicó

"Además", agregó su padre cuando encendió el auto, "yo también estoy de vacaciones; ¡creo que ir a las montañas sería divertido!"

"¡Pero vas a las montañas todo el tiempo!"

Alexa dejó de escuchar en este punto, su atención se centró por la ventana, hacia la roca, donde si entrecerraba los ojos, creía que aún podía ver a su amiga invisible. "¿Papi?" preguntó de repente: "¿Cómo fue la historia de la niña que no paraba de llorar?"

"Si no cree que ir de excursión es algo divertido de hacer, señorita, es un largo camino a casa". El padre de Alexa advirtió a su hermana, mientras él no la miraba, ella le sacó la lengua, "Lo siento Lexie, ¿qué fue eso?"

"La leyenda india". Su esposa le dijo: "Alexa le preguntó cómo le fue".

"Oh, sí ..." Se detuvo por un momento mientras giraba el auto hacia la carretera abierta. "Bueno, no estoy seguro si esto es exactamente como va, pero la historia cuenta sobre una niña india que lloraría sin razón-"

"¿Como Lex?" bromeó su hermana.

"¡Cállate!" Alexa ladró.

"¡Chicas!" El narrador advirtió: " De todos modos , se advirtió a esta chica que si no dejaba de llorar, los espíritus se la llevarían.

"Así es Lex," susurró la hermana de Alexa, "Si no te detienes, los espíritus te llevarán".

"¡Palo de golf!" ella siseó de vuelta.

"¡Compórtanse ustedes dos!" Su madre advirtió: "¿Y qué pasó?" Preguntó volviéndose hacia su esposo, actuando como si nunca antes hubiera escuchado esta historia.

"Bueno, la niña no dejó de llorar", continuó, "y un día, su madre y los ancianos del pueblo la escucharon gritar pidiendo ayuda. Corrieron a buscarla y donde estaba jugando en las rocas encontraron que sus pies comenzaban a transformarse en piedra. Intentaron días y noches liberarla, pero finalmente la piedra había crecido demasiado en ella y ella se convirtió en nada más que roca ". Señaló en el océano, donde más allá de la roca que Lex había hecho su amiga, había otra roca más grande, donde podían ver la forma de una roca en la parte superior. "Dicen que de vez en cuando todavía puedes oírla llorar". Terminó. Su madre aplaudió e incluso a su hermana parecía gustarle esta historia, pero Lex solo frunció el ceño.