“Verdad”
Los orbes de Minho ser abrieron lo más que pudo, estaba en algún tipo de transe desde que el menor llegó entre lágrimas aferrándose a él inmediatamente. No podía terminar de entender qué era lo que realmente pasaba con el chico solo por sus palabras, era confuso y por alguna razón extraña le causo miedo preguntar, como si al escuchar la respuesta todo lo que había vivido en ese tiempo se destruyera sin más. Aunque quiso arriesgarse y preguntar en el momento no pudo, debía apoyar al menor en lo que sea que le causo tal reacción, unos ojos tan amables que ahora estaban llenos de tormentos.El pequeño cuerpo se levantó un poco mirando con los ojos nublados al alto tratando de saber si debía hablar de su situación, estaba atormentado pero eso no era impedimento para tener en cuenta la trascendencia de sus palabras. Quería soltar lo que su padre le había dicho hace unos minutos pero no podía arriesgarse a lastimar así al mayor.
-Taemin trata de tranquilizarte, dime qué sucede-
Se acomodó en la cama dejando un espacio para que el menor pudiera entrar y apoyarse a su costado. No se atrevió a decir algo más solamente dejaría que el menor se liberara a su modo, sin presiones, sin una verdad que podría quemar sus pensamientos.
-Mi papá me ha dicho que no podré regresar con mi familia, yo quería volver a ver a mi madre, mi hermano-
No pudo seguir hablando, el dolor estaba causando demasiado daño a un chico de solo 23 años de edad con un anhelo de ver a sus seres queridos por lo menos una vez más, decirles lo mucho que les ama y que lamenta no haberlo amado más.
-Pero Taemin, puedes verlos cuando quieras, tu padre no debería decirte que no puedes verlos por lo menos una vez al año, qué se yo, pero te aseguro que podrás verlos algún día-
-No los he visto desde hace cinco años Minho, extraño la comida de mi mamá, las bromas tontas de mi hermano, su cuidado, su presencia simplemente. Si tan solo ese día no hubiera salido, todo sería diferente.-
-¿Quieres decir que te obligaron a vivir con tu padre por esa salida?-
-Si…eso mismo Minho-
Algo había en la mirada del menor que le hizo no preguntar más, el chico por su lado estaba feliz de que no siguiera hablando, pensar que podría regresar era su motivo para no volverse loco en aquel lugar, aún más sabiendo que pronto debería pasar a otra área, la definitiva. Las palabras de su padre seguían instaladas en su mente creando un dolor profundo, un dolor que pronto terminaría, eso al menos le daba paz.
-En una semana lo van a hacer Taemin necesito que lo entiendas no puedo decirles que sigues esperando aquí.-
-Minho, no regreses, quédate aquí conmigo, me voy a sentir solo si te vas.-
-Nunca me ire, quiero estar contigo.-
Las palabras salieron sin necesidad de pedir por ellas, su corazón le decía que debía quedarse con el menor, aún más debía mejorar por él. Pensó que en cuanto saliera podría conseguir un trabajo para comenzar una nueva vida, eso quería, salir y hacer feliz al menor llevándolo con él para que pudiera ir a ver a su familia sin importar que el padre de este se reusara.
-Cuando salga de aquí, quiero que vengas conmigo.-
La sonrisa del menor se agrandó, él no sospecho absolutamente nada, podía quedarse con eso. La felicidad en su rostro no duró mucho, los ojos del alto comenzaron a cerrarse y con ellos los del menor, debía negarse a ver como el alto despertaba para evitar el dolor, por qué debía despedirse tan pronto le conoció. No lo entendía. Sus brazos se sintieron vacíos de pronto hasta chocar entre sí, el calor del otro desapareció como si él se hubiera esfumado.
Al abrir los ojos dejó que el llanto realmente inundara su ser, miro sus manos sin el alto, él se había ido, regreso porque aún no era su tiempo. Ese día había tenido tanto miedo de que alguien sufriera por lo que él mismo paso pero se encontró con un chico en el suelo, que al despertar se había convertido en alguien especial, no era su primer amor, pero definitivamente era el último, ahora entre lágrimas pedía poder verlo después, porque en poco tiempo él debía ir con su padre.
-Minho supongo que son buenas noticias en poco tiempo estarás de vuelta-
El medico se quedó estático en el umbral de la puerta mirando a un desconsolado Taemin que se aferraba a las sabanas donde había dormido Minho, hasta que sus ojos se cruzaron dejando en claro lo que había pasado.
-Él ya regresó Jonghyun-
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Su cuerpo estaba siendo sacudido por miles de descargas eléctricas que hacían quemar su piel, varias voces se escuchaban a lo lejos que casi podía tocarlas, pero ninguna era la de Taemin. Era extraño, solo cerró los ojos y su cuerpo se sintió diferente. Solo quería ver al chico de ojos avellana y sería feliz, debía consolarlo y animarlo en que todo estará bien.
-Uno, dos, tres, despejen-
Nuevamente esa frase y esa voz desconocida, pero había algo diferente esta vez, podía respirar sin obstrucción alguna, sentía sus extremidades reaccionar. Solo una vez más y pudo abrir los ojos. No obstante, o que vio no fueron los mechones de cabello del chico que ahora amaba, no, era una serie de luces y un rostro desconocido totalmente, los gritos de júbilo por hacerlo despertar eran los que resaltaban en el lugar, todo tan raro y ajeno a lo que él quería.
-Bienvenido de regreso-
Hola, hola, ya había tardado mucho en actualizar esta historia pero aquí vamos de nuevo, ya que todo es más claro estamos en la recta final. Muchas gracias a quienes leen, espero actualizar más seguido las otras historias. Nos leemos en la siguiente actualización.