【章 𝐈𝐈𝐈】•La familia Tsugikuni•

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Fue increíblemente sorprendente la manera tan fugaz en la que se fueron los días

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Fue increíblemente sorprendente la manera tan fugaz en la que se fueron los días.
Desde que llegaste has estado saliendo con Yoriichi a comer y a visitar tantos lugares nuevos que no recordabas o directamente no conocías de tu país natal.

Fueron días maravillosos, en los que te sentías cada vez más encantada y emocionada.
El fin de semana, lo pasaron prácticamente juntos todo el día, ya que durante la semana que vendría, Yoriichi solo tendría tiempo en la tarde, ya que por las mañanas tenía que asistir a sus últimas clases, preparar todo lo de su tesis e incluso hacer horarios de oficinas en las cedes de la empresa.
Usualmente se veían todos los días en la noche, donde él te llevaba a cenar y a ver esos nuevos lugares...

Todo estaba llendo de maravilla, podrías tranquilamente acostumbrarte a esa rutina tan perfecta...

Y entonces...

Finalmente el día que más ansiedad te daba llegó...

Era viernes a las 8 de la noche. Tu novio se estacionó frente una hermosa y gigantesca casa.

Tú jugabas con tus dedos y rompías por pedacitos la piel sobrante de tus cutículas tratando de controlar tus nervios. Estabas a punto de entrar a la casa de tu novio para conocer a su madre y a su hermano. Sentías como tu estomago se revolvía pesadamente.

De pronto, sentiste como una cálida mano se posó sobre uno de tus muslos y lo acarició suavemente. Subiste la mirada hacia arriba para encontrarte con los bellos ojos granates carmesí de tu hombre, los cuales trataban de transmitirte tranquilidad a través de ellos.

—Tranquila... Todo va a salir bien...— dijo en un tono tranquilo, haciendo que tus oídos se deleitaran con el sonido de su serena voz.

—¿Y si no les agrado?— dijiste algo penosa, con un delicado puchero en tu rostro demostrando angustia. Pues en ese momento lo que más temías era causar una mala impresión ante quienes podrían ser parte de tu familia a futuro no muy lejano.

—Mi mamá va a adorarte, estoy seguro...— dijo sonriendo cálidamente y acercándose un poco más a tu rostro.—... Eres tan dulce y tan hermosa que es imposible que no le caigas bien...—

Tu sonreiste un poco tímida y acercaste tu rostro al suyo, uniendo sus narices en un delicado beso de mariposa, para finalizar en un beso de labios corto pero dulce.

Tú no te diste cuenta, pero en un instante, el joven se volteó delicadamente hacia el costado antes de salir, tragando un tanto fuerte su saliva. Pues aunque trataba de darte ánimos y hacerte sentir bien, él tambien estaba un poco nervioso, era la primera vez en su vida que presentaría a una chica a su familia.

Yoriichi rápidamente se bajó del coche y se dirigió hacia tu lado para abrirte y ayudarte a salir sosteniendo tu mano.

Tú pusiste las piernas fuera y te tambaleaste ligeramente por culpa de tus pequeños tacones Mary Jane. No eras muy buena caminando con tacones aunque estos fueran de taco 2... Ni con el tamaño más pequeño lograbas caminar firme y por eso detestabas usarlos... Pero como hoy era una noche especial, trataste de hacer una excepción y te los pusiste en conjunto con un vestido simple negro que te llegaba hasta por debajo de las rodillas. Todo sea por verte lo más presentable posible.

【有毒】 ▪︎ 𝐓 𝐎 𝐗 𝐈 𝐂 ▪︎  |Yᴏʀɪɪᴄʜɪ & Mɪᴄʜɪᴋᴀᴛsᴜ Tsᴜɢɪᴋᴜɴɪ x Tᴜ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora