Tras ese momento de conmoción ingresaste a la casa dando un largo suspiro.
Ya era un poco tarde, pero por fortuna tu tía aún rondaba la casa, lo que significaba que la puerta aun seguiría abierta para ti.Sin decir ni una palabra, caminaste directamente a tu habitación sosteniendo tus tacones en manos.
Te encerraste de inmediato deslizandote por la puerta hasta abajo mientras soltabas suspiros muy pesados.Estabas tan triste, tan enojada... Tenías demasiado coraje acumulado.
La verdad, normalmente no te importaba lo que los otros pensaran de ti, pero cuando se meten con quienes quieres o los lastiman, ahí se te salen las garras.Te llevaste una mano a la cabeza para acariciar tu sien, aliviando un poco las punzadas que te daban las post-emociones de aquella patética escena.
Te levantaste y deslizaste el cierre de tu vestido para comenzar a quitártelo, sin embargo, fuiste inmediatamente interrumpida por el sonido de tu teléfono...
Tomaste tu pequeño bolsito que hacía juego con todo tu outfit y quitaste de ahí tu celular.
Rápidamente te topaste con que se trataba de una videollamada entrante de tu mejor amiga.Respiraste hondo y contestaste, dejando a la mitad tu vista en la pantalla, sin importarte mucho que te viera la cara de muerta que traías.
En cuanto su rostro se divisó correctamente en la pantalla, lo primero que viste fue como tenía una sonrisa de oreja a oreja, y como sus ojos brillaban con locura.
—No voy a pegar el ojo hasta oír detalle por detalle toda la experiencia...— fueron sus primeras palabras... Hablaba con mucha emoción.
Tú sonreiste sin ganas, ganandote de inmediato la cautelosa atención de tu amiga.
—¿Qué te pasa, (Tn)...? Por qué traes esa cara?—
Suspiraste profundamente y la miraste aún más desanimada.
—Que bueno que me llamas... Necesitaba hablar con alguien—
Soltaste sin culpa y te aventaste a la cama sosteniendo tu celular de lado.
Comenzaste a contarle detalle por detalle a Suma de tu experiencia en el hogar de los Tsugikuni, aguantando tus ganas de llorar en el intento. Tú misma te diste cuenta del cambio en tus palabras cuando ibas avanzando en la historia... Al principio hablabas con tranquilidad y cierta emoción reflejada, pero a medida que te ibas a acercando a tu mala experiencia, lentamente comenzabas a cambiar tu tono a uno mucho más triste y hasta enrabiado.
—¡¡¿Queeeeee?!!— prácticamente gritó la pelinegra.—... ¿¡Te llamó chimpancé!? AJAJAJ—
Tú tomaste aire y trataste de relajar un poco tu mandíbula, la cual estaba fuertemente apretada.
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【有毒】 ▪︎ 𝐓 𝐎 𝐗 𝐈 𝐂 ▪︎ |Yᴏʀɪɪᴄʜɪ & Mɪᴄʜɪᴋᴀᴛsᴜ Tsᴜɢɪᴋᴜɴɪ x Tᴜ|
Hayran Kurgu【有毒】 ▪︎ 𝐓 𝐎 𝐗 𝐈 𝐂 ▪︎ -"¿𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒖𝒏𝒐 𝒆𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒂𝒛 𝒅𝒆 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒊𝒎𝒑𝒖𝒍𝒔𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒂 𝒆𝒏𝒗𝒊𝒅𝒊𝒂 𝒚 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒆𝒍𝒐𝒔?"- -"𝑫𝒆𝒋𝒂𝒓𝒔𝒆 𝒊𝒎𝒑𝒖𝒍𝒔𝒂𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒆𝒍𝒐𝒔 𝒚 𝒍𝒂 𝒆...