everywhere i go ; woosan

02.

Domingo 23/03/2020 ; 13:22

"Wooyoung... Wooyoung..."

Sentía que alguien me zarandeaba de izquierda a derecha, pero mis ojos pesaban para poder descifrar quién era.

"Bien, supongo que no quieres despertar, pero te he traído un té... Por si quieres..."

Seguía sin abrir los ojos, pero ya me encontraba despierto.

Siento que dan unos pasos fuertes hacia la puerta, para luego cerrarla.

Luego de unos minutos, intento abrir los ojos, pero fue en vano, había demasiada iluminación en el ambiente como para que mi vista se adaptase.

Domingo 23/03/2020 ; 16:19

Yunho y mi madre se encontraban conversando alegremente en la cocina, mientras tomaban un humeante café.

Bajo del todo las escaleras y sus miradas reposan en la parte baja de mi cuerpo, no entendía muy bien por qué, hasta que observé mis rodillas, estaban rojas y repletas de moretones.

Mi madre se acerca lentamente con una mirada dulce hacia mi para darme un abrazo, y luego una bofetada.

"Estás castigado."

Paso mi mano por mi adolorida mejilla, asumí que Yunho, quien por detrás estaba riendo disimuladamente, había contando todo lo sucedido.

Mi madre volvió a su lugar con el mayor, y al sentarse acarició su propia mano, demostrándome que a ella también le ha dolido.

Quise excusarme, así que tomé una bocanada de aire para comenzar mi defensa, pero ella sólo dijo sh.

"¿A ti te parece que es algo sano consumir alcohol hasta desmayarte? ¿Acaso tu padre no te ha enseñado nada"

Ah, tocó una fibra delicada.

"No me hables de ese idiota, que si llamas a los fantasmas, ellos regresan"

En realidad mi padre no estaba muerto, sólo se había ido hace ya mucho tiempo, Dios sabrá donde.

"¿Cómo puedes decir eso? ¡Es tu padre!"

La verdad no me apetecía continuar la discusión, así que solamente cogí una galleta de la mesada y volví a mi cuarto.

De regreso allí arriba, me tiré en la cama a observar el techo sin pensamiento alguno, realmente no quería pensar.

Mi cabeza dolía horrores, y como si fuese mi ángel salvador, llegó Yunho con una aspirina.

"Hey...¿Cómo te encuentras?"

Me tiende la pastilla con la mano izquierda y con la otra un vaso de agua, recibo ambas y le doy una mirada cálida.

"Mejor que anoche, seguro." Ambos reímos, aunque eso hizo que mi dolor de cabeza se profundice. "Antes que nada, gracias por haberle mentido a mi madre, me hubiese aniquilado si se entera de que me drogo."

"Realmente no es nada." Dijo con una sonrisa ladera. "Estaba tan asustado anoche, que terminé vomitando la pastilla. Te encontré en medio de la pista mientras todos te estaban mirando, nadie hacía nada. Hasta que me digne a recogerte y traerte aquí. Pero estaba tan preocupado, que intenté contactar a tu madre, obviamente me di cuenta de que fue mala idea porque esto no iba a favorecer a ninguno de los dos. Por lo tanto, cuando te traje aquí le dije que habías tomado demás."