𝐃𝐔𝐄𝐋𝐎 𝐃𝐔𝐋𝐂𝐄 ▬ 𝐜𝐚𝐳𝐳𝐮

tres.

❝no siento la humedad, ni el frío
Ni las ansias, ni el deshielo
Ni las ganas, ni la rabia, vuelo alto soy silente
Soy ausente, soy aire, pero sigo aquí .❞

Omnisciente.

Y ahora todo sería perfecto, su cuerpo sin vida y los médicos intentando reanimarlo, era imposible

Julieta veía la escena desde lejos.

Al salir de la habitación y caminar unos pasillos, sin que nadie notase su presencia, encontró en lo que sería la sala de espera, a un Tomás con los ojos rojos a causa de las lágrimas, sus manos que se movían de forma rápida sobre su pelo, frustrado.

Y aunque quiso aunque sea sentir pena por el, no pudo, ella ya no sentía.

Se acercó a el y le susurró.

- Perdón Tomi, todo va a esta mucho mejor ahora- intentó acariciarlo, pero su mano traspasaba todo, era como un fantasma de ahora en adelante.- prometo venir a verte y contarte como es todo por acá.

Tomás sintió que alguien estaba con el, pero no vio a nadie.

Julieta salió del hospital a pasos lentos, se tomó el tiempo de ver todo a su al rededor, hace menos de un año vivía corriendo, la calle o los lugares públicos la atormentaban.

Al llegar afuera, las calles, las personas, los autos, perros, nadie, nadie la notaba.

Quisiera sentir ese pequeño pero tan agradable sentimiento que había sentido cuando era chica, cuando era felíz.

Hoy, ahora y para siempre, ya nadie notaría su presencia, nadie la tocaría sin su consentimiento, nadie le gritaria nada en las calle, su familia no la torturaria más, sus "amigos" no abusarian más de ella ni la amenazarian con nada más.

Ahora podría ser libre, muerta, pero libre a fin de cuentas.

Editado.

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