Historia de una desesperado

Me gustaría.

Me gustaría que algún día te veas con mis ojos, que sientas con mi piel las caricias que solías hacerme. Que sientas como el frio recorre mis manos y me hiela los huesos.
Me gustaría que sintieras como el calor de tu suave y tersa piel calentaba mis manos. Que sintieras los besos que solías darme en el cuello y te embriagues con el olor a tu perfume que siempre quedaba impregnado en mi piel. Al ver al pasado solo veo como todo se desenfoca, como a medida que el tiempo pasa cada vez esa imagen en mi mente se vuelve más y más difusa convirtiéndola en una foto cada vez más desenfocada, como los recuerdos se funden con el negro y el vacío del olvido. Como día a día temo que un pedazo de mi memoria se va perdiendo y se funde cada vez más con la nada. Escribo para intentar no perderlo, no todo... aunque sea. Aunque sé que es estúpido, que no debería. Que si los recuerdos se van es para que no me vuelvan a ver llorar otra vez.

-Deje la carta en el suelo me levante y me fui caminando silenciosamente, mientras los pensamientos resonaban en mi cabeza, de que jamás se va a ver con mis ojos...

Abrí el portón y me retire perdiéndome en la oscuridad, el cementerio estaba a unos minutos de cerrar.