Situaciones de pareja💕 [Vol.2] [Golddy/Fredwynn & Gold]

[🌺] Ventana

Día 3 de ruptura

—Oh cariño— musitó con una amable voz la madre Fazbear a su hijo menor, Fred. —Se que duele, bebé. — Palmeó la espada de su pequeño reconfortandolo

Ambos habían salido de caminata para ventilar el cuerpo del menor tanto encierro no era bueno.

De pura casualidad habían terminado pasando por la mansión Golden's.

El azabache la había mirado de reojo y el dolor había regresado como pincho en su pecho. Se habían detenido en la “casa” junto a los de los riquillos rubios. — Duele demasiado.— Se arrojó a los brazos de su madre ocultando el rostro para tapar las ganas de llorar allí mismo.

—Siempre estaré aquí para apoyarte— lo separó un segundo para ver ese rostro enrrojecido y fruncido reteniendo lágrimas —Al igual que tu hermano y tu padre, estamos para ti— Fred sonrió tenue, esas palabras de verdad lo estaba ayudando —Y se que volverás a amar un día.— Beatriz sonrió en grande contagiando al menor —Porque el tiempo sana un corazón roto— una suave caricia se había posado en la mejilla pálida quitando un mechón que cubría su ojo. —Pero~— la mujer canturreo posándose en cunclillas para tomar una piedra de cerca —¡No la ventana de ese infeliz¡— arrojo la roca en dirección a la mansión Golden's, después de todo no estaban tan lejos

La piedra llegó.

Rompió la ventana.

Sonó la alarma.

—¡Carajo, Fred Corre!— grito alarmada la mujer tomando de la mano a su hijo, quién choqueado por el actuar de su madre no había reaccionado

En otra parte, dos segundos antes.

—Gabriel te preocupas demasiado, Fred es una persona madura y no haría alguna tontería por su ruptura— hablaba con total seguridad el mayor de los Golden's a su primogénito mientras ordenaba un par de documentos en el escritorio

—Tienes ra_— las palabras quedaron detenidas al sentir y mirar expectante como una piedra había atravesado su ventana rompiendo el vidrio y cayendo a los pies del cabellos obscuros.

—P-puede ser de cualquier persona— se sentía ridículo. Aclaró su garganta para suspirar y dejar los papeles en un lugar —Esto no significa nada—

—¡Carajo, Fred corre!— Gold había arqueado una ceja ante ese grito, conocía esa voz y sabía perfectamente que era su ex-suegra.

—No vamos a volver a hablar sobre esto— en definitiva Henrick se sentía ridículo.

Dos momentos de familia transcurridos al mismos tiempo y con diferentes resultado.

Opinión personal, me gusta más el primero.