[1~⚽] 🎆Kyousuke Yaguchi

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- Yacchan! - un gritó espantó al nombrado, quien se encontraba sentado en una banca solitaria - te traje pan!

Efectivamente la "irritable" voz, según Yaguchi, que lo llamaba era Toono.

No respondió y tomó el pan sin ni siquiera mirarle

- puedo? - preguntó el ojiverde refiriéndose a sentarse a su lado.

- no me importa, mierd*! - respondió el de cabellos naranjas.

- gracias! - agradeció para sentarse a su lado

- qué es lo que quieres Toono? - preguntó directamente

- ah.... No nadaaa~... - mintió

- habla

- puedo estar contigo para así perderme una actividad del club???? - le rogó

- qué carajos?

- porfavor!!! Ya les dije a los senpais que estaría contigo y que faltaría hoy. De verdad que no quiero estar con ellos ahí para la actividad - rogó

- puedo saber de qué trata dicha actividad?

- ehhh... No, lo siento - se disculpó con una sonrisa

- despreciable Toono! ¡No debería dejarte por no querer hablar! ¡Eres una asquerosa rata! - pensó su respuesta y dijo: - está bien, puedes estar en mi habitación conmigo fingiendo que vamos a estudiar

- de verdad?! Gracias Yacchan - agradeció el castaño dedicándole una amigable sonrisa.

- por qué sigues aquí si ya me pediste el favor? - cuestionó Yaguchi al notar que Toono seguía a su lado

- porque me agrada estar con mi amigo - respondió

- JA! - le contestó con una risa seca. Le parecía ridículo que Toono, aún después de conocer quién era realmente Yaguchi en el campamento y haberse reído ante su confesión, siguiera diciendo que eran amigos. Y si tan ridículo le parecía... Por qué se estaba sonrojando?

°•°•|⚽|•°•°

- AAAHHHGGGRRR!!!! - gruñía un joven de obres naranjas al igual que su cabello en su habitación a las 2:00am

Algo le incomodaba al chico, algo que ha tenido que soportar desde un tiempo, algo que simplemente no quería aceptar. Pero ya no. Ya no le importaba cuántas veces lo negara. Ni cuántas veces finja que no piensa en ello. Ya no lo soportaba más. Así que lo aceptó, aceptó que ese algo, o más bien alguien.... Lo traía vuelto loco.

- maldito Toono.... - dijo por lo bajo recostándose en su cama.

"Cómo pudo llegar a pasarme esto?" Era lo que pensaba el de obres naranjas, no era posible. Él no quería eso. Lo único que quería era ganarle en algo a su primo. Simplemente quería jugar. Pero parece que la mentira ya no era tanta mentira....

Se sonrojó por milésima vez en el día gracias a sus pensamientos con Toono. Ya no aguantaba estar negándose. Así que lo aceptó. Aceptó que le gustaba Takashi Toono.

°•°•|⚽|•°•°

Caminando por los pasillos del instituto se encontraba Kyousuke con la misma idea en la cabeza. Desde la madrugada no durmió casi nada por la misma razón. Seguía muy avergonzado por aceptarlo, nunca imaginó que le llegaría a gustar un hombre, pensó que era heterosexual y que conocería a la mujer de sus sueños con la cual se casaría y tendría hijos. Pero al parecer le dio por pasarse al otro lado de la acera...

Sumido en sus pensamientos no se dio cuenta el momento en el que subió las escaleras hacia la azotea hasta que chocó su frente con la puerta.

- ARGH! CARAJO! ESO DOLIÓ! - maldecía a la puerta abriéndola de golpe y sobándose la frente con la cual había golpeado la misma mientras salía a la azotea. Se recostó en la barandilla del lado izquierdo. Seguía pensando en lo mismo y maldecía no poder concentrarse en algo sin que el castaño interrumpiera sus pensamientos

"Esto es la pura mierd*...." Pensó.

Se quedó ahí por varias horas. Saltándose las clases, simplemente no quería tener a nadie que le molestara, tampoco quería fingir interés. Hoy no estaba de humor para fingir una sonrisa y disfrazarse del dulce ángel que todos conocían. Ah! Y mucho menos quería estar con Toono! Eso solo empeoraría su estado actual.

Después de unas horas de estar ahí, se dio cuenta que las clases llevaban ya rato de haber acabado por completo.

"Así de rápido pasa en tiempo cuando piensas mucho en la persona que te gusta?" Se preguntaba sorprendido. Así que pensó quedarse un poco más admirando el atardecer.

Todo estaba tan tranquilo.... Hasta que una patada abrió la puerta haciendo un estruendo enorme provocando que el pelinaranja se asustara y se escondiera.

- M**RDAAAAAAA!!!!! - gritó la persona que acababa de entrar apoyándose en la barandilla del frente.

Al instante Yaguchi reconoció esa voz, esa asquerosa voz que no hacía nada más que insultarlo.

- qué diablos inodoro-senpai? - susurró para si mismo el obres naranjas. Pues sí, era Tamura quien enojado gritaba.

El peliazul se notaba irritado, seguía maldiciendo al viento quemándose la garganta, hasta que una tos le interrumpió a mitad de otro insulto debido a la garganta seca.

- ahora que voy a hacer?.... - pensó en voz alta el mayor sentándose y cubriendo su rostro con su brazo derecho - no hay nadie que pueda venir... Argh, lo siento estúpido Kashima...

Eso último le intrigó bastante al menor que lo escuchaba a escondidas. Después de pensarlo optó por salir y lentamente acercase al mayor. Quedó de pie frente a él, que al parecer no había notado su presencia, dudó un momento en hablar pero al final decidió tocar la coronilla de su cabello con su dedo índice. Captando la total y sorprendida atención del azulado

- hey - dijo Yaguchi con las manos en las caderas y con el señor fruncido - qué estás haciendo interrumpiendo mi hermosa paz con tus gritos y lamentos y sobre todo tú mínima existencia?

Notó un sonrojo por parte del peliazul que inmediatamente se puso de pie. Honestamente no comprendía el por qué se ponía así antes de insultarlo como siempre, pero decidió olvidarse de eso por qué se dio cuenta al instante que no le importaba.

Esperaba que hoy también hiciera lo de siempre: le tomara del cabello o le sacara el dedo del medio mientras le insultaba o llamaba por ese apodo "fea" con el que lo fastidiaba. Sin embargo este solo se quedó en silencio conectando esos ojos azules que brillaban con los suyos naranjas. Esos ojos... Azules como el mismo cielo... Eran taaaan... pacíficos...

Lentamente se iba acercando quedando a pocos sentimientos de él. Eso le aterró un poco a decir verdad.

Un escalofrío recorrió su cuerpo al sentir las manos de Tamura sobre sus brazos, deslizándose por los hombros y llegando a su nuca y rostro. No era un tacto brusco que lo obligaba a mantenerse quieto, no. Era un lento y delicado rose que le provocó una sensación de calidez en la piel. Por primera vez esas manos asquerosas le parecieron lo más placentero de todo, tanto así que ni siquiera pensó en quitarse. Más bien, se ruborizó por sus cercanía y su gentil tacto.

- o- oye... ¿Qué est- - la siguiente palabra que soltó el peliazul interrumpió las que estaba apunto de preguntar el pelinaranja. Algo que nunca imaginó que diría alguien como él, lo dijo...

- salgamos... -

"¡¿Pero que ha dicho?!"

⚽⚽⚽

Nota:

Holaaa!! Bueno este es fic algo raro a decir verdad. A mi parecer, me encanta esta pareja! Es que son demasiado adorables y no sé, amaría que estuvieran juntos! No hay mucho de ellos que digamos así que me animé a empezar a escribir y ahora ya lo publicaré :D

Bueno, sin más, espero sea de su agrado y apoyen esta cosita de aquí. Me despido con un abrazo virtual y deseándoles lo mejor estos días. Bye bye ^^

Cada Que Me Pierdo En Tu Mirar🎆 ~{×Yaguchi x Tamura×}~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora