Drable 6.2

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Kuroko Tetsuya observo su apariencia en el espejo, pantalones negros, camisa blanca y suéter azul, su cabello largo estaba recogido en una especie de rodete y con algunos mechones sueltos en su rostro dejándole una apariencia fina y delicada, miro la hora 12;30 aún faltaban 30 minutos, su departamento estaba limpio asique no habría ni un solo problema o siquiera una queja, volvió al sofá donde tomo asiento, segundos después prendió uno de sus vicios y lo llevo a sus labios, se colocó los anteojos y luego con su otra mano sujeto el manuscrito y le dio una leída al final

Soltó el humo del cigarro y leyó otro párrafo, de repente el timbre sonó, Tetsuya suspiro, dejo el manuscrito sobre la mesa, apago el cigarro dejándolo en el cenicero y fue a abrir las ventanas, después le abrió la puerta a la persona que tocaba el timbre

-Hanamiya-San ¿sería tan amable de no romper el timbre? - dijo con sarcasmo al hombre frente a el

-Bueno, pues si el queridísimo Zafiro Azul abriera la puerta en el primer timbre en lugar de estar fumando como un idiota, entonces no tendría la necesidad de seguir tocando su timbre hasta romperlo- le respondió

-Demonios solo entre y cumple con su trabajo- dijo Kuroko dejando entrar al Hombre

Hanamiya entro y busco el manuscrito, para luego mirarlo- Señor Zafiro la librería Marino ha solicitado si puede hacer una firma de autógrafos dentro de un mes

Kuroko lo miro con molestia- Diles que no, ya deberías saber que yo no firmó autógrafos

-Sabía que respondería eso, después de todo es un tipo mediocre con miedo a las personas ¿Qué pasaría si sus fans se enterasen de eso? Estarían muy decepcionados- le dijo burlón

Kuroko lo miro con el odio que hacia bastante tiempo no tenia, Hanamiya Makoto seguía siendo un bastardo, si bien era cierto que ya no se comportaba tanto como aquel adolecente de diecisiete años con el que una vez se enfrentó, aún tenía una mentalidad retorcida

-Lamento si te resulto alguien mediocre- mascullo entre dientes

Tetsuya aún no podía creer que ese hombre fue la misma persona con la que había perdido su virginidad, aun recordaba la manera en la que lo había tocado, tan suave, como si temiese a que se rompiera en mil pedazos, susurrándole palabras hermosas en su oído para quitar el dolor, besos tan profundos y apasionados, lo hizo sentirse amado. Makoto había besado cada parte de su cuerpo, incluso la horrible cicatriz que recorría su abdomen y seguía hasta su muslo, aquella cicatriz que escondía tras pantalones o bermudas largas, pero un hermoso sueño tiene que acabar y luego tienes que despertar a la realidad, tal cual le paso a él, cuando al día siguiente despertó en una cama de un hotel él solo, con la parte donde había dormido el otro hombre fría, dando a entender que se había ido hacia un par de horas

Tetsuya no lloro, simplemente se dio un baño limpiando su cuerpo de los restos del día anterior, lo único que no podía haber quitado eran las marcas de besos en su cuello, pecho y muslos, esos desaparecieron después de dos semanas, se vistió y salió, quiso pagar, pero la mujer de recepción le dijo que un hombre guapo ya había pagado la cuenta, desde ese dia habían pasado cinco años, pero hacia un año cuando despidió a su patético editor le presentaron a Makoto como su nuevo editor, Kuroko habría querido rechazarlo, pero se veria raro si ni siquiera lo conocía, asique lo dejo con la esperanza de que mostrara alguna falla en su trabajo para que fuera suficiente para cambiarlo por otra persona

El problema era que Hanamiya Makoto era demasiado perfecto con su trabajo, tanto que Tetsuya estaba más que complacido.            

Drables HanaKuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora