Capítulo 1

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Ahí estaba ella, sentada con el rostro lleno de felicidad. Se iba a cumplir uno de sus más grandes sueños, que en algún tiempo pensó que solo sería eso, un sueño, pero gracias a la propuesta de su padre estaba a punto de cumplirse. Amaba a ese hombre tanto que aquel amor cegó sus ojos, creyendo que todo lo demás no importaba.

Se conocían desde pequeños, entonces, ¿por qué sería difícil que los dos estén enamorados? o, ¿qué solo uno lo esté? para ella era imposible que aquel hermoso hombre no tenga sentimientos por ella aparte de los de amigos, si se conocían desde hace tiempo tal vez solo faltaba demostrárselo y solo tal vez ella no comprendía aquella situación o no quería comprenderla.

- Lista. - termina de acomodar su cabello aquella estilista que habían contratado para ese día tan especial.

- Muchas gracias. -esa sonrisa cargada de felicidad seguía reflejada en su rostro.

- No hay de que mía, hoy es un día muy especial. - acomoda los pequeños mechones que sobresalen del velo.

- Lo sé. -sonreía tanto que si seguía así las personas pensarían que ya perdió la cordura- ¿Estará igual de feliz?. -pregunta con tono cargado de curiosidad.

- Seguro que si. - afirma la estilista- por lo que me comentaste se conocen desde pequeños tal vez esté más que feliz con la decisión de vuestros padres.

- Sí, para mí fue la mejor.- lo dice mientras recuerda cuando sus padres la llamaron para darle la noticia. Le pidieron que este lo más elegante posible porque esa sería una noche muy importante y así fue. se puso el vestido más elegante que tenía, uno negro, con los hombros descubiertos, el cabello suelto, tan liso que aquellas ondas rebeldes desaparecieron.

- ¿Lista?- pregunta una vez más antes de ayudarla a ponerse de pie.

-Si. -responde segura- Es la mejor decisión.

Para ella lo era, pero, para él lo es de la misma forma?.

Cuando llego a la dichosa reunión que sus padres organizaron no pensó verlo tan deslumbrante, porque para ella la prenda más común lo hacía ver el hombre más hermoso.

Cuando cruzaron miradas él se le acerco con esa característica sonrisa que tenía reservada solo para ella, se saludaron como de costumbre.

- Es hora de ir con tus padres- la voz de la estilista la saca de su ensoñación, siendo está contagiada por aquella hermosa sonrisa reflejada en el rostro de aquella joven de cabellos castaños y ojos azules como el mar.

- Solo llámalos, de seguro estan afuera. - termina de alisarse aquel vestido blanco que es típico en las novias, llevaba el ramo de rosas blancas que aquel joven solía regalarle en el día de su cumpleaños o en ocasiones especiales, y como esta lo era, tal vez él se las había dejado en la mesa donde dejan todos los accesorios para la novia, ¿pero y si no fue así?.

Recuerda aquel preciso momento en el que su padre anuncio a todos los presentes en esa noche que por acuerdo de ambas familias sus hijos quedaban comprometidos. sí, comprometidos. Ellos creyeron que esa sería la mejor decisión para ambos jóvenes, pero solo tal vez fue que se equivocaron con respecto a esa decisión.

Su hija estaba sorprendida, pero aún así cargaba esa hermosa sonrisa llena de felicidad, aquella que los padres siempre desean para sus hijos.

A él solo lo vieron sonreír ante la situación, lleno de asombro quizás, ante la repentina noticia, tal vez este era el punto en que ambos debían de haberse dado cuenta de la decisión que habían tomado, tal vez se den cuenta con el tiempo.

-hija. - su madre entra en aquella pequeña sala en donde se encontraba su hija- Estás preciosa. - las madres son muy sentimentales en estas situaciones- Estás preciosa...- volvió a repetir mientras con pasos lentos se iba acercando en donde se encontraba la luz de sus ojos, la única hija que tiene a punto de dejar su hogar para establecer uno al lado del hombre que eligieron para ella. sí, porque ellos fueron los que lo eligieron creyendo que serían felices.

- Mamá... - como pudo contuvo las lágrimas que deseaban salir de esos hermosos ojos para no arruinar el maquillaje que le costó a la joven de hace unos momentos- Estoy tan feliz. - se acurruca en los brazos de su progenitora- Realmente estoy muy feliz.

- Lo se hija.- trataba de calmarla- Es el día de tu boda, por favor no llores...- le acaricia la espalda para tratar de tranquilizarla- Lo único que quiero es que sonrías.

- Está bien, mamá. - seca aquellas lagrimas rebeldes que lograron escapar-¿y papá? -pregunta mientras observa a su alrededor.

- Está afuera cariño, esperando para ir a la ceremonia. -la madre sonríe con ternura al ver a la hermosa hija que tiene.

- Oh... bueno entonces es hora de irnos. -se endereza y el entrelaza la mano con la de su madre.

- Si cariño, vamos. - se sonríen antes de abandonar aquella pequeña habitación reservada especialmente para a la novia.

Desde aquella noche todo iba bien con su compromiso, porque aparte de ser el hombre con el que dentro de dos meses contraería matrimonio, era su mejor amigo.

Y recuerdos de aquella amistad afloraron.

- Vamos al cine por favor ...-ponía cara de cachorrito para convencerla de su salida- Vamos di que si...- como rechazarlo cuando ponía esa cara- vamos nena, dime que si...-y con ese apodo que amaba escuchar de sus labios.

- No pongas esa cara...-lo empuja sutilmente para que le de espacio mientras se estira sobre su cama. sí, porque se tenían tanta confianza que él podría entrar a su habitación he incluso meterse en la cama de ella. ¿lo amigos hacen eso, no?.

- Dime que sí, porque sino no me muevo. -se cruza de brazos y se sienta sobre la cama.

- No seas un niño berrinchudo, te dije que quiero quedarme en casa- trataba de ocultar aquella sonrisa rebelde que siempre se colaba sobre sus labios cada vez que él estaba a su lado.

- Pero nunca cancelas las noches de salida... ¿por qué ahora sí?. -pregunta mientras trata de quitarle las cobijas que cubren su cuerpo.

-por qué... por qué... estoy cansada.- mentía, sabía que si cancelada su salida el vendría corriendo para sacarla arrastra o cargándola con tal de no cancelar aquellas salidas que tenían desde pequeños. solo que con el tiempo esas salidas más parecían de pareja que de amigos es por eso que ella tal vez confundió los sentimientos de él.

- Anda no seas floja, te espero en el auto y sino bajas... vengo por ti y te saco, aunque sigas en pijama. - sonríe maliciosamente.

- Hija, te vez hermosa.- hablo su padre sacandola de sus recuerdos.

- Gracias papá. -le sonríe con ternura-y tú tampoco te quedas atrás, mamá se sacó la lotería al casarse contigo -lo codea con picardía.

- Por supuesto que si hija, no tengas duda de eso. -le responde de la misma forma.

- Ya basta... -se queja su madre- Que él es el que tiene más suerte de que yo esté a su lado, ¿o no recuerdas las veces en las que me rogabas para salir contigo, galán?. -ante tales palabras los tres estallan en carcajadas.

- Bueno, los veo después. -se despide su madre para ir a la iglesia en la que se efectuará la boda.

- Está bien mamá, ve con cuidado. -sonreía con nostalgia.

- Qué cosas dices hija, ni que me vaya a ir tan lejos. - trata de aliviar la tristeza que empieza a revelar los ojos de su hija.

- Vamos cariño. - coloca su brazo en forma de que su hija pueda entrelazarlos para encaminarse a la ceremonia.

Al llegar a la sala, lo ve ahí, con traje esperando por ella. Su rostro no reflejaba nada, ella no pudo distinguir que es lo que había cambiado, lo veía después de largos meses, meses en los que pudo haber sucedido un montón de cosas.
Y ella por la emoción no supo notarlo.

























Bueno... he aquí el primer capitulo...

Cualquier duda pueden dejarlo en los comentarios.

sin más, me despido.

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2021 ⏰

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