La Locura Del Duke de Venomania

L O C U R A

Gakupo Kamui

Soy un duque sumamente guapo, todas las mujeres suspiran por mi, pero que les diré, este encantó no solo lo ocupo con la reina y las lindas princesas, también es utilizado para mi satisfacción con las aldeanas que viven en mi pueblo, cada una cae a mis pies como un perro por un plato de comida.

Pero este poder no fue solo por mi linda cara, papá y mamá ya estaban sumergidos en este mundo de depravación y deseo, yo solo fui un pilar en su plan, ellos me querían a su manera, cuando tenía 15 años ellos fueron asaltados cuando iban a una reunión con la reina, sin piedad y violaron a mi madre antes de matarla, se que ellos hacían sus orgias acá, pero eran gente que ella conocía no unos honbres estúpidos sin pudor...

Esa noche que me entere de su muerte ordene que me dejaran solo, Gumi una amiga de la infancia quiso quedarse conmigo pero lo negué, no quería a nadie. Tome el libro de hechizeria e invoque a Asmodeo el demonio de la lujuria, pedí que me diera poder para conquistar a cualquier mujer con mis simples palabras, fue un precio alto ya que prometí que se llevaría a mi primogénito, sin dudarlo acepte, desde ese día queme todos mis antiguos retratados, bese a Gumi y fue la primera en estar en mi Harem, desde ese día...

Se volvió La locura del Duke de Venomania. Con mi posición era imposible que cada mujer que desapareciera fuera relacionada conmigo, soy un simple perro de la reina que lo obedece pero es dueño de su vida en su mansión.

Me case con Gumi teniendo a mi primogénito, a los pocos días murió extrañamente, no me sorprendió era el trato que tenía con Asmodeo, por otro lado Gumi estaba mi encanto demoníaco.

En el sótano de aquella mansión tenía mis prácticas sexuales con Gumi, pero poco a poco ella comenzó a aburrirme, comencé a buscar más presas, Gumi fue fácil ya que cuando era más pequeño era el hazme reír, ella me molestaba, era una gran venganza poder hacerle lo que quisiera sin que ella se opusiera...

Otra noche más una mujer viene a mi mansión hechizada por mis lindas palabras, su cabello era rosa largo con sus ojos del mismo lugar, cuerpo excelenteme proporcionado, mi pueblo estaba cerca de mí mansión y habían muchos pasadizos, nadie sospecharia que otra mujer estaría desaparecida...

- Querida - hable con la vos ronca

- ¡Conde mio! - salto a mis brazos

- ¿Lista para ser mi esposa? - pregunté mientras le levanta el mentón con mi dedo obligandola a verme

- Si conde mio - y con eso me beso

Fue fácil llevarla al sótano donde Gumi estaba a mordaza por mis juguetes y totalmente desnuda, estaba dibujando la para mi libro, Luka entró sin quitarme la mirada, la acosté en mi hermosa cama roja, despojando la de su ropa tan enferma...

- Serás mía - ronrone contra su piel

- Si conde mio.. - sonrió

Le amarre los brazos y los pies a la cama, me quita la camisa, ella me seguía con unos ojos de deseo, era fácil hipnotizar las para que se dejaran hacer lo que yo quería, fui donde Gumi, acaricie su desnudo trasero y ella gimió, Luka estaba mirándonos sin pudor, volte a Gumi hacia Luka, Gumi tenía los ojos vendados para mas placer...

- Pronto nena tu estarás así - susurre

Me coloque detrás de Gumi, masaje sus pechos mientras que Luka se retorcía de lujuria, mi miembro comenzó a excitarse, me quite mi pantalón, Luka gemio al verlo tan duro..

Gumi estaba amarrada con las manos hacia arriba y sus sueltos, introduje mi miembro dentro de ella, gemia sin parar mientras que Luka estaba desesperada por que yo se lo metería...

- Pronto nena... Ah... Ah- gemia para ella

- Ah, ah, ah, más.. Gakup- gemia a gritos Gumi

Saque mi miembro de ella, ese suspiro de placer soltando sus fluidos, me acerque a Luka y comencé a besar sus piernas, ella se retorcía por todo lo que le hacía sentir, metí mi miembro dentro de ella, ella se encorbo por el acto...

- ¡Duke mío! - gimió

- ¿Lista nena? - sonríe malicioso

- ¡ah.. ah.. ah! - gritaba para mi

Mi movimiento era rápido pero brutal, ella gemis más y más, mientras intentaba soltarse pero no era así, no podía, estaba bajo mi mando...

Luego de una sesión tan fuerte de sexo solte a Luka, ella se quedó dormída al instante, solte a Gumi y la lleve a nuestra recamara...

- ¿Gakupo? - habló mientras la llevaba a su cama

- Duerme amada mía, ahora descansará de tu tortura - sonrei

- Hazme tuya de nuevo - pidió abrazándome

-como órdenes - sonreí aún más

Llegamos a la Habitación, la solte en mi cama, ella se coloco en posición y abrí sus lindas piernas para mi, metí mi miembro entre su zona, estaba tan caliente y húmedo como me gustaba, comencé a moverme sin piedad, estaba sonrojada...

- ¿Te gusta nena? - pregunté mientras agarra su cintura y la ogligaba a sentirla todo adentro

- ¡Ah... Mm.. Si.. Ah... Mas! - gemia mas

- Como ordenes - mordi su cuello

Comencé a dejar marcas por todo su cuerpo, quería venirme en ella, así que comencé a embestir la aun más rápido y fuerte, sentía como mi miembro salía y entraba de ella, se encorbo del placer hasta que yo deje salir todo lo que tenía, llenándola completamente de mi hermosa sustancia, me acosté a su lado y ella se quedó dormída...

- Buenas noches Gumi... -

Ella no contestó, eran las pocas veces que yo de aja que durmiera en mi cama, yo amaba a Gumi pero me era difícil Perdonarla, me coloque mi pijama y mire desde mi ventana, esta vez no dormiría tan solo como pensé...

La noche fue larga y fría, baje de varias hacia Luka y la folla a una y otra vez, era mía después de todo, pero luego note su cansancio al igual que el mío, entre a la cocina a buscar algo que comer, una hermosa cena me había dejado mi ama de llaves, la comí como lobo salvaje, después de todo tenía que recuperar proteínas luega de esa intensa sesión de sexo, y pensár que las demás también estaban ahí, pero siempre hacia sentir especial a la nueva...

Tenía en mi poder 10 mujeres con Luka eran 11 ahora, cada una era tratada como una princesa en el sótano, la unica que podía estar a mi lado era Gumi, Tara mi sirvienta con otras dos demonios se encargaban de las demás chicas, solo me dedicaba a seguir siendo el duke y atender mis responsabilidades, mientras que en la noche  simplemente era un adicto al sexo que satisfacía sus necesidades con un harem tan especial como el que yo tenia...