Exactamente tres días después, fui a una tienda de cd's para comprar un regalo para mi hermanita. Levanté la cabeza y te vi sentado en Starbucks. Y luego, tú me miraste, la sangre llegó a mis mejillas.
Hasta que escuché a alguien llamarte por tu nombre, y me di cuenta que no estabas solo.
Estabas con otra chica.
Mi sonrisa desapareció y seguí caminando. Pero, esta vez, te escuché llamarme.-F
