assassin's creed Historias Yaoi

Médico Novicio (altmalik)

Créditos al respectivo autor de la imagen.

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La casa de asesinos estaba en completa calma, no había asesinos hospedados en ella, las calles en silencio, todo estaba subido en una tranquilidad que tal vez resultaría incómoda para cualquiera, pero no para el rafiq encargado de esa casa, Malik acomodaba algunos libros en la estantería que se encontraba a su espalda, bajo un pergamino que se encontraba enrollado junto a otros similares, lo deposito sobre la mesa de madera que servía de mostrador, en el momento en que desenrollo la punta esta amenazo con volver a enrollarse, con dificultad logro poner el tintero como peso para mantenerlo extendido sobre la superficie, una vez extendido aseguro el otro extremo usando un libro, todo sería más sencillo si tuviera sus dos mano, a su mente acudió aquel recuerdo que tanto dolor le causaba, el día en que perdió su brazo y con él a su hermano menor.

Hizo una mueca de desagrado al recordar aquello, había pasado un largo tiempo desde la última vez que había pensado en ello, cada que lo hacía un gran dolor se apoderaba de su ser, recordaba la cálida sonrisa de Kadar, siempre tan animado, lleno de energía y tambien recordaba su expresión llena de terror cuando su vida estaba llegando a su fin. No pudo salvarlo.

Aparto esos horribles recuerdos de su mente para poder concentrarse en su trabajo, sumergió una pluma en el tintero y comenzó a dibujar. Había avanzado mucho gracias a la tranquilidad que gozaba en ese momento, estaba dando los últimos trazos al mapa que estaba dibujando cuando las campanas de la ciudad sonaron frecuentemente apoderándose de todo el ambiente, el sonido sorpresivo le hizo perder el equilibrio sobre la pluma haciendo que una línea irregular manchase su trabajo arruinándolo por completo, sostuvo la pluma con fuera ante su frustración, gruño al oír los gritos de pánico de las personas que empezaron a correr despavoridas por la calle, no tenía la necesidad de preguntar qué había ocurrido, conocía perfectamente la causa o más bien al causante del alboroto. Suspiro resignado al saber que jamás cambiaria, dejo el pergamino de lado ya que sabía que no tenía arreglado y que tendría que rehacerlo.

Después de un largo rato se sintió desesperado ante el sonido de las campanas, su sonido se estaba prolongando más de la cuenta, la casa de asesinos seguía vacía, no era buena señal, aun podía escuchar a los soldados corriendo por la calle, la gente gritaba asustada, después de un minuto de espera tomo la decisión de salir a la calle, al poner un pie afuera se quedó sorprendido ante la escena, mujeres y hombre corrían buscando refugio, soldados corriendo de un lado a otro buscando algo o a alguien, caballos corriendo sin jinete, unas gallinas siendo arreadas a toda prisa por una mujer desesperada, un niño llorado de rodillas sobre un charco de barro llamando a sus padres, trato de avanzar hacia él, pero tuvo que retroceder para no ser arrollado por un caballo que paso galopando con un soldado muerto en la montura, logro divisar un cuchillo arrojadizo clavado en la frente del hombre, no podía creer lo que sus ojos veían, afortunadamente el niño había sido recogido por su padre, empezó a caminar por la calle, todo pasaba en cámara lenta, todo a su alrededor era un caos y con el incesante sonido de las campanas sonando de fondo.

Altair......estúpido novicio, ¿Qué has hecho? - murmuro para sus adentros al conocer la identidad del causante de todo ese alboroto.

Malik se adentró en las calles buscando a Altair, corría desesperado tratando de encontrarlo, no podía estar muerto, tal vez estaría escapando por los tejados, poso su vista en los tejados pero no logro verlo, corrió sin rumbo por las calles tropezando con personas que corrían gritando "asesino", el sonido de las campanas estaba acabando con su paciencia, un grupo de soldados con la cruz templaría aparecieron en su campo de visión, tuvo que agudizar el oído para poder escuchar que decían, estaban persiguiendo a un asesino, los siguió manteniendo una distancia prudente, su única mano sostenía la empuñadura de su espada la cual permanecía oculta debajo de su túnica de rafiq, conforme avanzaban se hizo presente el sonido de la batalla, el choque metálico de las espadas provocaba eco, la carne siendo cortada y los gritos que se desvanecían en el aire.