-Eso no me lo pondré yo- dijo entre irónica y sorprendida. Un lindo sonrojo adornaba sus mejillas.
-¡P-pero ¿por qué no?!- interrogó haciendo un puchero la mayor de ambas.
-¡Jajaja! ¡¿tu de verdad crees que algo como esto,- se señalo a si misma- pu...
Sookjin sonrió, sobre su amplia cama estaba la linda caja blanca con un moño negro de encaje en la tapa; ese regalo que le fue confiado a ella para entregarselo a su menor. Taehye estaría ahí en menos de cinco minutos, se mentalizó lo que le diría y suspiro. Esto iba a ser difícil.
Pasaron los minutos y el timbre de su apartamento la hizo pegar un pequeño salto por estar sumergida en sus pensamientos, volvió a suspirar y se encamino a la puerta. Detrás de ella estaba una linda castaña sosteniendo unas bolsas de una que otra cucheria, jugos y gaseosas para una buena tarde con su mejor amiga. Sonrió en cuanto observo a su unnie abrir y después de saludarse paso al amplió lugar.
-¿Cómo has estado Jinnie unnie?- sonrió la menor dejando las cosas que compro sobre la isla de la cocina- fue repentino que llamaras, pensé que nos reuniríamos la otra semana- dijo sin dejar de sonreír, volteandola a ver.
Sookjin sonrió algo nerviosa y se acerco a su menor.
-He estado bien- tomó una de las manos de Tae, ella río por lo bajo.
-Unnie, usted es muy linda pero sabe que tengo novia y Hobi es muy celosa- bromeó la castaña, se había levantado de muy buen humor ese día.
-Ja ja ja. Muy chistosa, mocosa- la peli-rosa la arrastró hasta su cuarto y Tae la vio confundida- te llame porque me encargaron algo para ti- la mayor puso delante de ella a la castaña y ella observó interrogante la caja sobre la cama de Sookjin.
-¿Qué? ¿qué es? ¿quién lo manda? ¿por qué a ti?- sus preguntas no fueron contestadas más que sólo Jin soltando un simple "averigua tu misma".
Tae suspiro enfuruñada y se acercó hasta destapar el supuesto regalo que era para ella. Sus ojos se abrieron como platos, las palabras se atoraron en su garganta junto al nudo que se formo, su mente se quedo en blanco y supo de inmediato quien lo había mandado. Se enojo y avergonzó, su buen humor se había esfumado.
-Esto es una broma ¿no?- su voz se colocó seria y el ambiente se volvió algo tenso.
Pero Sookjin no flaqueó y negó.
-No, para nada Taehye- su voz era dulce y suave.
La castaña sacó el contenido de la caja y lo extendió en la cama. Aun no podía creerse esto. Un muy bonito conjunto de lencería era lo que su novia pretendía que se pusiera. «Si claro».
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-Eso no me lo pondré yo- dijo entre irónica y sorprendida. Un lindo sonrojo adornando sus mejillas.
-¡P-pero ¿por qué no?!- interrogó haciendo un puchero la mayor de ambas.
-¡Jajaja! ¡¿tu de verdad crees que algo como esto,- se señalo a si misma- puede usar algo tan bonito como eso?!
-Tae...-
-Es que es imposible Jinnie unnie- sonrió con tristeza la castaña volteandose y observándose en el gran espejo que la peli-rosa tenía en su habitación.
Sookjin observo a su menor y fruncido el ceño, ella estaba decidida a cumplir con el pedido de cierta rubia, además de querer ayudar a su mejor amiga a subir su autoestima. Ella lo haría.
Por otro lado, Taehye estaba perdida en su mundo; vea su cuerpo y con la ropa puesta tal vez no se veía tan mal, tal vez no se notaba tanto lo gorda que estaba, pero ella si lo sabía, lo veía todos los días y se lamentaba por ello. Aunque también en el fondo, odiaba la idea de cambiar su cuerpo.
Estaba bien, hasta hace poco había empezado a dejar de pensar en todo lo que era referente a su cuerpo, muchas cosas habían estado en su cabeza como para preocuparse por eso. Sin embargo, ahora todos los problemas que tenia con sus baja autoestima habían agobiado en un momento su mente.
Suspiro, los ánimos que traía se habían caído hasta el suelo, tomó la lencería y la volvió a meter para después cerrar la caja y agarrarla. Tenía que debolverselo a Jung y decirle que había perdido tiempo y dinero en ello porque ella no usaría un Babydoll.
-O-oye ¿a dónde vas?- Jin estaba nerviosa, su menor salía del cuarto con rapidez y tenía el ceño fruncido.
Taehye estaba realmente molesta.
-Hosook usa de estos, a ella le encanta la lencería y yo no digo que no se la ponga, pero ella tiene un excelente cuerpo, puede lucir todo lo que ella quiera sin problema- Tae se a había detenido en medio de la sala sin voltear a ver a su mejor amiga- yo... yo no tengo ni siquiera la mitad de la seguridad que ella si y... yo se lo aclare muy bien antes de ser novias. Tu más que nadie lo sabe Sookjin- la castaña apretó la caja entre sus manos- le dije que yo tenía muchos problemas cuando se trataba de mi físico... mi autoestima esta desquebrajada desde mi niñez...- los recuerdos de ello vinieron a su mente y las lágrimas a sus ojos.
-Nena... no te pongas así- y los protectores brazos maternales de la peli-rosa se envolvieron alrededor de la castaña.
Y Taehye se soltó a llorar refugiándose en el pecho de su mejor amiga, de la que estuvo desde que eran unas mocosas en la primaria. Sookjin sabia de todo lo que tuvo que pasar su menor... de todas esas palabras cortas pero demasiado fuertes e hirientes que ningún niño o niña de siete años debería escuchar o tan siquiera decir. Y le dolía verla así.
-Tae... tu eres muy bonita ¿a caso alguna vez me he equivocado?- interrogo la mayor. La castañana sorbió la nariz y asintió.
-La has cagado muchas veces con Namie y Yoonnie unnie- dijo haciendo un puchero.
-Ugh... mocosa- la peli-rosa sonrió negando- Tae ¿has tenido... relaciones con Hosook?– interrogo la mayor observando como poco a poco un gran sonrojo se hacia presente en las mejillas de su dongsaeng.
-Si... pero nunca lo hacemos con la luz encendida... yo no dejo que me vea desnuda... es muy vergonzoso y no quiero que a ella le de... asco- hizo una mueca y bajo la mirada. Estaba muy triste ahora, ella nunca podría usar ropa tan bonita como esa y complacer a su chica.
Sookjin reflexionó y se percato de que la rubia novia de su mejor amiga nunca quitaba las manos de encima de su menor. Veía en los ojos de Jung un gran amor y cariño por la castaña, cuando hablaba de ella parecía que no alcanzaban las palabras y era siempre tan especial con su novia. Definitivamente ella era la indicada para Tae.
-Oye Kim... Hosook no lo hizo con mala intención... esa chica realmente te ama tal y como eres, sabes que no pongo las manos al fuego por nadie que no conozca desde hace más de cinco años, pero ella, ella es tan sincera cuando se trata de ti- acariciaba sus mechones oscuros con suavidad- así que, yo opino que le des una oportunidad y pruebes algo nuevo- se separaron un poco del abrazo y Jin le sonrió.
-Pero ¿y si no le gusta?- interrogó mordiendo su labio inferior. Sookjin rodó los ojos divertida.
-Por Dios Taehye. Esa rubia realmente esta loca por ti y si te mando algo como eso, es porque ella quiere conocer más de ti, quiere verte; ella se enamoro de ti, de tus defectos y virtudes, de tu cuerpo y de tu mente... de toda tu- sonrió la mayor y la apretó entre sus brazos, la castaña estaba como tomate y sonrió tímida.
»Bueno, tal vez no sea tan malo probar algo nuevo... ¿verdad?«