Hataraku saibōu...mundo alternativo
Se moría, tan lenta y angustiosamente que se sentía desesperado... se moría ¿la razón? Porque otro estaba viviendo felizmente
créditos a Akane... La fabulosa mangaka que lo creo jejejej
Su despertador emitió un pequeño ruido, supo que inevitablemente debía levantarse, no quería, no quería, aborrecía ver el sol tan luminoso pues se sentía muy sombrío.
Siento que si salgo mi oscuridad provocará un eclipse -pensó hastiado de que ya tuviese que levantarse -
Con pereza sacó la sabana de su cuerpo frío, el aire acondicionado de verdad que hacía lo suyo, camino con paso robótico al baño de su habitación. La oscuridad de su cuarto le brindaba cierto sentimiento de tranquilidad.
Unamuyfalsatranquilidad
Se lamentó conociendo bien que su forma de consolarse era miserable, encerrarse en la pesadez de su cuarto con nada mas que sus musicas tristes, de esas que escuchas cuando llueve y tus lágrimas se confunde con la lluvia.
Encendió la luz del baño solo para mirarse al espejo, era una imagen grotesca o al menos lo era para él, su piel estaba pálida y eso era preocupante pues él de por si ya era pálido, su cabello se veía tan desaliñado y sus ojos se veían cansados y vacíos, abrió la boca y miró su garganta, se veía un poco lastimada, consecuencia de aquella horrible condición.
Semoría... Semoríatanlentayangustiosamente
Se sintió tan patético, tan egoísta, tan...desesperado.
No sabía como manejar la situación y eso que el siempre fue un prodigio.
Abrió el botiquín y tomó algo para el dolor de cabeza que ya era normal en las mañanas gracias a sus interminables horas de insomnio.
—¡Que malluces! -recordó las palabras de su padre cuando lo recogió de la universidad-
—Muchas cosasencima -había respondido él, no mentía; su corazón llevaba una carga pesada-
De nuevo se miró al espejo y tocó su cara, se veía tan mal y descuidada, como un sucio vagabundo en el que él mismo se había obligado a convertirse, si bien la situación lo afectaba, había sido su decisión echarse a morir ¿no?.
Semoría... Semoríatanlentay angustiosamente
Una ráfaga de ira lo inundo y de un rápido movimiento mandó golpes a todo lo que estaba cerca del lavabo, golpeo todo lo que estuviese cerca.
Decidió salir y alistarse para la universidad, no sin antes mirar el rastro de sangre salpicada en la pared.
Porque sí, ese día él rompió su espejo.
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