Capítulo 2.

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Tú:

Tenía que estar realmente feliz. Oficialmente podía decir que las clases habían terminado y comenzaban las benditas vacaciones de verano. Después de todo, aprobar la totalidad de las materias en mi primer año de la Universidad conlleva a un merecido descanso. 

El bolso ya me pesaba demasiado en el camino hasta casa, y el crepúsculo ya se hacía notar a medida que el sol caía detrás de los edificios más altos de la ciudad. El cemento hacía que el calor fuese más sofocante, y casi me peleo con una anciana en el colectivo porque según ella, yo le estaba pegando en el rostro con mi bolso sin querer. La puteé por lo bajo y me bajé unas paradas antes. Tuve que caminar varias cuadras, pero no me importó. Era hermoso caminar por la calle sin sentirse abofeteada por el extremo calor del día, o por los ruidos del tráfico, o lidiar con gente complicada. Veía el día con otros ojos, sabiendo que ya estaba de vacaciones, y nada podría arruinar mi felicidad. 

Me encontré a papá cuando llegué a casa. No me lo esperaba realmente. Bueno, en realidad ni siquiera quería cruzármelo. Fantaseaba con la idea de poder pasar estas vacaciones en paz, saliendo con mis amigas y llendo a entrenar con el equipo aprovechando los días cálidos. Pero verlo a mi papá tumbado sobre el sofá miéntras mi mamá le servía unos mates, me hacía enloquecer. 

Rodé los ojos sin que me vieran, y los saludé lo más cortante que pude. Solo quería correr hasta mi cuarto y quedarme allí hasta que todo terminara. No tenía ganas de escuchar alguna que otra discusión de parte de ellos, o ver en la mirada de mi mamá ese sentimiento de reproche que fallidamente quería ocultar. Ni siquiera tenía ganas de recibir consejos, o la atención falsa que tenía mi papá para conmigo. Me fastidiaba que se interesara en mí, porque sabía que solo lo hacía por compromiso, por obligación. Prefería escuchar un regaño de mi mamá antes que un "¿cómo estás?" de mi papá. Porque estaba segura que aquello último, revalsaría de falsedad. 

—¡__________! —Me llamó mi mamá interceptándome antes de que me pudiese escapar. Cerré los ojos con fuerza, y no tuve más remedio que ir hacia el living en donde estaban ellos. 

—Hola. —Los saludé indiferente. Colgué el bolso sobre el respaldo de una de las sillas y me senté en ella. Quizá esperando a que mi mamá me convidara un mate. 

—¿Cómo te fue? —Preguntó ella. 

—Bien, bien. Ya puedo decir que estoy de vacaciones. 

—¡Que bien! Porque nos llegó una invitación. —Su mirada denotaba nerviosismo. Dejé que continuara, pero tenía que preguntar sí o sí. 

—¿Qué invitación? —Entrecerré los ojos y alterné mi mirada entre mi papá y mamá. 

—Se casa mi prima, Victoria. Y nos invitó al casamiento. —Respondió mi papá desde el sillón.

—¿Y yo también tengo que ir? —Espeté arqueando una ceja. 

—No te estoy obligando, solo te informo. —Mi papá se encogió de hombros y adoptó una postura neutra. 

No podía definir si estaba enojado o realmente le importaba poco que yo asistiera. Me quedé allí, quieta por algunos segundos. Necesitaba formar una opinión respecto a esto. Necesitaba definir mi decisión. Mi mamá me convidó un mate y lo acepté. Luego de aquello, su imagen vino a mi mente, y abrí los ojos exhaltada. ¡Justin!, pensé. Era muy probable que a ellos también los hubiesen invitado, porque después de todo, éramos familia. Necesitaba preguntar, pero no tenía que demostrar tal emoción.

—Pensándolo mejor... voy a ir. —Dije mostrándome pensativa y aburrida. 

—¿Enserio? —Dudó mi mamá miéntras le devolvía el mate. 

—Sip, obvio. —Sonreí y me puse de pie. Justo sobre la mesa ratona estaba el sobre con la invitación dentro, y lo tomé sin preguntar. Lo ojeé y leí en voz baja el pequeño papel con letra elegante. 

"Victoria Micaela Bieber y Federico Esteban García

Los invitan cordialmente a su boda, que se celebrará el día 25 de febrero de 2014 a las 19:00hs. 

La ceremonia tendrá lugar en la Iglesia Santa Teresa de Jesús, y la fiesta en el salón de eventos "La Loma". 

Esperamos su confirmación a la brevedad. "

Volví a releer la nota como tres veces. Y muchas imágenes vinieron a mi mente enseguida. Tendría que conseguir un vestido, y los zapatos y que carajos haría con mi cabello. También me preguntaba con qué parientes tendría que lidiar, y sí, finalmente, Justin asistiría. 

—Va a ser un gran casamiento. Están invitados hasta los parientes de Canadá. No sé en qué está pensando mi prima, pero quiere una boda a todo trapo. —Mi papá rió miéntras le comentaba esto a mi mamá. 

Casi se me resbala el papel entre mis manos, pero lo retuve a tiempo y lo volví a dejar sobre la mesa ratona. Les sonreí a mis papás, y corrí hacia mi habitación. Mi mamá gritó detrás mío, preguntándome algo sobre la cena y qué quería comer, pero en ese momento me importaba poco la comida. Bueno, quizá no tanto. 

Estaba entre la decisión de llamar a Justin o no. Era verdad que no habíamos hablando hace meses, porque una vez que me volví para Argentina, nos fuimos contactando cada vez menos. Él quizá se había olvidado de mí, pero yo no de él. Ya habían pasado dos años desde que lo había visto por última vez y este acontecimiento sorpresivo me hacía revivir las esperanzas. Las esperanzas que tenía dormidas dentro de mí. Esperanzas de volver a verlo después de tanto tiempo. 

Mordí mi labio hasta arrancarme un pedacito de piel. Me hice sangrar y puteé. Agarré mi celular y lo busqué entre los contactos de WhatsApp. Su última conexión había sido hace dos días. Mierda. Decidí que era mejor dejarle algún comentario distendido en facebook. Quizá sonando poco interesada pero comentándole lo de la boda. O podría hablarle al chat, aunque quedaría como una desesperada terrible. No, no y no. Tenía que relajarme. El casamiento no sería sino dentro de dos meses casi. Tenía tiempo aún. Además, ¿y si él no estaba invitado?, ¿si la carta nunca les llegó?, ¿y que tal si les llegó pero Justin optó por no querer asistir? Eso sería muy probable. 

Traté de relajar mi pensamiento en lo que quedó del día. Mañana tenía que ir a entrenar con el equipo e iba a ser un nuevo día. Un excelente día sabiendo que mis vacaciones ya habían comenzado. Nada de apuntes, ni de exámenes, ni de corridas o desayunar rápido todas las mañanas. 

Todo iba a estar bien, todo va a ser genial, realmente genial... ¿Lo será?

"THIS IS LOVE?" |2º TEMP. DE 'WE CAN'T'|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora