Tú:
Sábado y yo seguía comiéndome las uñas culpa de los nervios. No solo por la tremenda duda que me
carcomía la cabeza sobre si Justin vendría al casamiento, sino que tenía otra cosa más urgente en la que
ocupar mi mente. Mañana tendría un partido super importante, en donde competiríamos contra otra
Universidad, y tenía que ir sí o sí. El entrenador me dijo que era de vital importancia que yo asistiera, y
no me hubiese anotado para entrar en el equipo antes de saber que sufriría toda esta presión y sofoco.
Pensé que sería una buena idea preparar la ropa justo ahora, para no perder nada de vista y tener todo
a mano. Busqué las calzas cortas, las zapatillas deportivas, las rodilleras y la camiseta. Pero... ¿qué
carajos?
—¡Mamá! —Grité desde las escaleras. —Se me rompió la camiseta. ¿Me la podrías coser? —Le pregunté
llendo hacia la cocina con la camiseta en mano.
—Sabes que tengo pésima mano para la costura. Anda y pedile a tu abuela. —Sugirió.
Estaba sobre la mesada lavando los platos del mediodía. Podía ver como el sudor corría por su espalda
después de tanto esfuerzo. Me sentía mal verla haciendo eso sin tener intención de ayudarla, pero tenía
que preocuparme por otras cosas en ese momento.
—¿Sabés si la abuela está en su casa? —Pregunté considerando su opción.
—No sé. Andá y fijate. —Se encogió de hombros y no me habló más. Al parecer se mantenía
concentrada en quitarle la grasa a la sartén.
Acepté su silencio y su idea. La abuela vivía a dos cuadras y media de nuestra casa, así que no perdía
nada con ir y preguntarle si podía hacer algo por mi camiseta. Y tenía que ser rápido, porque la tenía que
tener lista para mañana.
Subí hasta mi cuarto para poner ponerme las zapatillas y peinarme un poco. Después corrí hacia la
entrada miéntras tomaba las llaves del mueble que estaba a un costado. Suspiré antes de salir a la calle
porque sabía que el calor sería insoportable. Acá adentro estaba realmente hermoso, gracias al aire
acondicionado.
Caminé todo el trayecto evitando los lugares sin sombra. No había nadie en la calle a esa hora, quizá
porque algunos se encontraban almorzando todavía. Eran las tres de la tarde, y parecía que tenía que haber esperado un poco para salir al exterior.
Llegué a la casa de la abuela y abrí el portón sin llamar. Después de todo, conocía y sentía esta casa
como si fuera la mía, y la abuela siempre me recibía con una sonrisa. Noté algo raro en la vereda. Había
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"THIS IS LOVE?" |2º TEMP. DE 'WE CAN'T'|
Fanfiction¡Gracias por la portada Julieta Leme! NOVELA TOTALMENTE ORIGINAL; SEGUNDA PARTE DE "WE CAN'T". -Flor Passerini.