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Día 6

Yoongi sabía que algo estaba pasando, aunque no sabía exactamente que era lo que estaba pasando. El silencio de SeokJin lo tenía confundido, asustado y dolido, porque en todos los años que habían permanecido unidos, SeokJin jamás se había alejado de esa manera de él y pensar que aquel alejamiento podría significar algún rompimiento en su amistad solo lograba asustarlo y preocuparlo.

Sin saber realmente que hacer o cómo actuar, Yoongi prefirió mantenerse en silencio hasta encontrar el momento idóneo para hablar con SeokJin.

Cuando llegaron a la cabaña donde se realizarían las actividades artísticas y de cerámica que se tenían planeadas para aquel día, Yoongi fue separado de SeokJin por el insistente Jungkook, que, aprovechando el silencio y la distracción de ambos muchachos, tomo el brazo de Yoongi y lo jalo hacia donde se encontraba.

SeokJin, que se encontraba perdido en sus pensamientos, no había notado que el pelinegro hacia sido robado de su lado, hasta que una delicada mano lo tomo del antebrazo.

—Si sigues andando sin mirar al frente, terminarás estrellando esa bonita carita contra la pared.

—Jimin —medio jadeo el castaño, sorprendido por la repentina aparición del rubio—. ¿Qué...?

Jimin sonrió, apuntando con su índice hacia el frente, haciéndole ver a SeokJin que si seguía por el mismo camino, terminaría estrellándose contra la pared.

—Gracias.

—No hay de que —sonrió el muchacho. En este punto, SeokJin creía que Jimin era una clase de ángel que había sido enviado para hacerlo sentir tranquilo con su cálida sonrisa y su amable corazón—. Ven aquí.

Jimin tomo la mano de SeokJin, guiándolo hasta una de las mesas donde lo hizo tomar asiento.

—¿Por qué estabas tan distraído? -preguntó curioso el pelirrubio. Los ojos de SeokJin buscaron automáticamente a Yoongi, encontrándolo a unos pocos asientos de donde él se encontraba, sentado a un lado de Jungkook—. De acuerdo, no lo digas, lo he pillado.

SeokJin suspiro, girándose hacia Jimin para evitar seguir mirando al pelinegro.

—No hablemos de mí en esta ocasión —pidió el castaño—. Cuéntame algo sobre ti. Estoy curioso.

Adoptando su habitual sonrisa y alegría, SeokJin coloco su codo sobre la mesa y recostó su rostro sobre su mano, prestando completa atención al rubio.

—Bueno, no hay mucho que contar —Jimin se encogió de hombros y rasco su nuca—. Soy un estudiante de danza contemporánea, actualmente vivo en Seoul, pero soy originario de Busan. Mi primo Hoseok se encarga de mi cuidado y me ayuda en la academia —la sonrisita de Jimin volvió a aparecer—. ¿Ya mencioné que mi primo Hoseok es profesor en la academia donde estudió?

—No, no lo habías mencionado —SeokJin sonreía espléndido, apreciando la ternura que emanaba el pequeño rubio.

—Oh, bueno —la tímida sonrisa de Jimin enternecido tanto a SeokJin, que movido por lo adorable que podía ser aquel jovencito, llevó sus manos hasta las mejillas contrarias y las apretó levemente—. ¿Qué hashes?

—No pude evitarlo, eres tan adorable —respondió SeokJin, manteniendo sus manos en las mejillas de Jimin por algunos segundos más.

A unos asientos de distancia, Yoongi apretaba sus puños, molesto, al ver como su mejor amigo había tomado tanta confianza con aquel muchachito en tan poco tiempo y saber que a él lo estaba dejando en el olvido.

—Pareces tenso —susurro Jungkook al oído de Yoongi, intentando provocar algún tipo de reacción en el pelinegro.

Pero la reacción que Jungkook obtuvo, no era para nada lo que esperaba, observando cómo Yoongi se alejaba de golpe de él y lo miraba de mala manera, y sin decir una palabra el pelinegro se puso de pie y abandono el lugar, sintiendo aquella conocida sensación asentarse en su sistema.

Y entonces, Yoongi se preguntó el por qué de si actitud. Se suponía que SeokJin era su amigo, sí, pero no tenía que estar todo el tiempo sobre él o cuidándolo hasta del aire, y, sobre todo, si SeokJin interactuaba con otras personas, él como buen amigo, debía apoyarlo.

Pero en cambio, Yoongi se encontraba molesto, odiaba ver a su mejor amigo tan amistoso con aquel chico rubio, odiaba que SeokJin lo estuviera ignorando y odiaba al rubiecito.

Y aquellas sensaciones solo le recordaron aquellos tiempos en que estaba con Jungkook, aquella molestia que sentía al ver a su, en aquel entonces, novio con otras personas, pero en esta ocasión, todo aquello se encontraba multiplicado por mil. Porque SeokJin provocaba en él cosas que ni siquiera el mismo Yoongi había comprendido antes y a las cuales había preferido mantener sin nombre, escondiendo todo bajo una máscara de amistad que poco a poco comenzaba a rasgarse.

୭★୭

Durante la noche, la mente se encuentra más despierta, durante la noche, los pensamientos llegan sin siquiera llamarlos y el corazón comienza a desahogarse.

Es por ello que la noche, es el momento preferido para las almas doloridas, los corazones tristes y enamorados, los pensamientos deprimentes y motivadores... La noche es el refugio de los corazones, del alma, de la mente.

Por ello, Yoongi no había podido pegar el ojo, se mantenía atento a cualquier movimiento que su compañero realizará, pensando, procesando y decodificando los sentimientos y pensamientos que lo agobiaban.

«Y si ya no me quiere», «Y si el rubiecito logro robarme su cariño» ... «Y si...»

El movimiento de la cama lo hizo reaccionar, prestando atención a SeokJin, que, con lentitud, se giraba sobre sí mismo hasta quedar frente a él, mirándolo con aquellos acaramelados ojitos que a Yoongi tanto le gustaban, y sonriendo con aquellos labios cual cereza jugosa que tentaban a pecar.

Los segundos corrieron como agua en el río, sus miradas eran cómplices del secreto que ambos guardaban y se negaban a revelar, pero que sus corazones comprendían sin siquiera hablar.

Hasta que la voz de SeokJin, suave y adormilado susurro aquellas palabras que, aunque no eran realmente especiales, para Yoongi significaban el fin de su tortura.

—Buenas noches, Yoongi-chi.

El corazón de Yoongi revoloteó travieso, disfrutando de aquellas palabras, grabando cada una de las letras y recordando aquella sonrisa que le había sido negada desde la noche anterior.

—Buenas noches mi Jin-chi.

Y abrazados con la luz de la luna, ambos jóvenes se perdieron en el mundo de los sueños, donde nadie podía separarlos, donde podían ser sinceros sin temor a sus sentimientos, donde podían dejar al descubierto sus verdaderos sentimientos.

୭★୭

Tarde demasiado, lo sé, pero lo publique antes de las 12 a.m (hora de México), así que ya es un gran avance.

El siguiente capítulo lo estaré subiendo enseguida, porque ya lo tengo y no quiero hacerlas esperar, espero que los disfruten 💜💜

Jin y Yoon son unos pequeños tontos al no confesar sus sentimientos, pero compréndanlos, uno "nunca ha amado" y el otro no quiere perder a su amigo si algo no sale bien... Creo que a todos les ha pasado lo último en alguna ocasión, a mí me pasó y es re gacho ☹️

✿Kim☆Palomita✿

Juego de niños ୭ YoonJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora